Depreciación cambiaria de hasta 20.9%
(Eduardo Jardón)
Jueves, 24 de noviembre de 2011
Con el nivel que alcanzó el tipo de cambio y la fuerte depreciación que registró el peso en poco tiempo, se diluyen las posibilidades de que el banco central recorte la tasa de interés de fondeo en lo que resta del año.
La aversión al riesgo global, propiciada principalmente por el agudizamiento de la crisis de deuda soberana en Europa y los temores sobre la economía mundial, disparó el precio del dólar en las últimas jornadas y ayer cerró por arriba de 14 pesos, por primera vez desde marzo de 2009.
En lo que va de noviembre, el peso acumula una depreciación frente al dólar de 6.6 por ciento, y desde agosto a la fecha la pérdida es de 20.9 por ciento.
Con el debilitamiento del peso se retrasa un ajuste en la tasa de interés de referencia, ya que las condiciones monetarias estarían relativamente relajadas.
Hasta el momento, la depreciación de la moneda local no ha tenido un impacto significativo sobre la evolución de los precios, pero el Banco de México ha mencionado que uno de los riesgos para la inflación es una dinámica adversa del tipo de cambio.
Entre los efectos adversos en la economía por la debilidad del peso se encuentra el incremento en los costos de importación, ya que el encarecimiento del dólar resulta en un mayor precio de las mercancías adquiridas en el exterior, lo que podría elevar algunos precios en el mercado local.
Sin embargo, otros rubros como las exportaciones, el turismo y las remesas familiares resultan beneficiados de una cotización más elevada de la divisa estadounidense.
La debilidad del peso contribuye a mitigar los efectos de la desaceleración en el sector exportador, ya que impulsa la competitividad de los precios de las mercancías mexicanas fuera del país y, por otra parte, eleva los recursos, en pesos, que reciben las familias mexicanas por concepto de remesas.
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