La operación que Granados desnudó
JENARO VILLAMIL
2011-10-22 07:12:15 · COMENTARIOS DESACTIVADOS
PRENSA
La fusión entre Grupo Iusacell y Televisa, sobre la que escribió el periodista Miguel Ángel Granados Chapa en su columna del diario Reforma el 23 de enero de 2011, se consumará antes del domingo 30 cuando la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) autorice esta operación que constituye “la más grave lesión” para el sistema de telecomunicaciones y para el país, asegura el diputado federal panista Javier Corral.
En el marco del homenaje póstumo a Granados Chapa, organizado por la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), Corral comentó que fue él quien informó al autor de Plaza Pública sobre la magna operación que los voceros del Grupo Salinas y del consorcio Televisa se apresuraron a desmentir, pero que terminaron por confirmar 10 semanas después.
“Le di cuenta a Miguel Ángel de todos los detalles; le revelé nombres y fechas, inclusive le transcribí los mensajes de Black Berry donde me aseguraban que se había llevado a cabo la operación y que había copia de la carta de intención firmada a mediados de diciembre del año anterior (2010) y le ratifiqué también la información que había obtenido por un testigo en las entrañas mismas de la negociación”, revela el legislador.
La furia de ambas televisoras contra Granados Chapa se expresó en sendos desmentidos al periódico Reforma el 24 de enero de 2011, el día posterior a la publicación de la columna en la que Granados Chapa abordó el asunto.
Manuel Compeán, vocero de Televisa, se dio el lujo de pontificar sobre el buen periodismo. Dijo que el texto de Granados Chapa era “un desafortunado artículo que no cuenta con el mínimo rigor periodístico”. Más agresivos, los voceros de Grupo Salinas, propietario de TV Azteca y de Iusacell, se lanzaron contra el columnista; incluso se metieron con su vida privada.
En su espacio de Plaza Pública del 23 de enero último, Granados Chapa aludió no sólo la fusión, también lo hizo sobre “la farsa” en la polémica Licitación 21 de 2010 en la que Televisa y Grupo Nextel actuaron en sociedad y de las más de 60 demandas interpuestas por Grupo Iusacell para evitar que se concretara la “ganga” a favor de Televisa-Nextel.
“Si no puedes vencer a tu enemigo, recomienda un refrán, únetele; si puedes, mejor cómpralo”, escribió Granados Chapa en esa ocasión. Su única imprecisión en aquella columna fue que Televisa no adquiría la “totalidad” de las acciones de Grupo Iusacell, sino la totalidad de la deuda que esa empresa telefónica tenía con el empresario David Martínez, director de Fintech Advisory.
Martínez, de origen regiomontano, se ha especializado en la compra y negociación de deuda en empresas públicas y en gobiernos estatales, poseía el control de 98% de la deuda de la empresa de Ricardo Salinas Pliego, que vencía en 2011; 92% de la deuda de 2012, y 76% de la correspondiente a 2013. Además, fue el intermediario en las negociaciones que, entre noviembre y diciembre de 2010, emprendieron los dos principales vicepresidentes de Televisa: Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, junto con Ricardo Salinas Pliego (Proceso 1797).
Con esa operación financiera, la empresa de Azcárraga Jean tendrá 50% de la propiedad de Grupo Iusacell y compartirá con su supuesto competidor de TV Azteca, Ricardo Salinas, “los mismos derechos de gobierno corporativo” en la empresa de telefonía móvil, así como “filiales de Televisa para expandir su oferta de servicios”.
El anuncio oficial de la fusión Iusacell-Televisa coincidió con la guerra que el duopolio televisivo emprendió contra Telmex-Telcel, de Carlos Slim, y con la autorización de la Cofeco para que Televisa aumentara de 58.3 a 100% su inversión en Cablemás, el segundo operador más grande de televisión de cable en el país, con 2.8 millones de suscriptores y una red de servicio de 17 mil kilómetros.
La Cofeco ha guardado hermetismo estos meses sobre la autorización de esta fusión. Sin embargo, Javier Corral y fuentes internas del organismo antimonopolio confirmaron a Proceso que la fusión se autorizará entre el jueves 27 y el domingo 30.
Esto permitirá al grupo encabezado por Azcárraga Jean tener 57 megahertz del espectro de telefonía móvil sin necesidad de participar en licitación pública alguna. Es un espectro mayor a los 30 megahertz que hubiera obtenido en su sociedad con Nextel, y le permitirá competir directamente con Telcel, la empresa de Carlos Slim que posee 70% de los poco más de 90 millones de usuarios de telefonía móvil, y con la española Telefónica-Movistar, con 19.7 millones de suscriptores.
La megaconcentración
Nextel y Grupo Carso, los principales competidores de esta fusión, advierten a la Cofeco que si autoriza la sociedad entre Grupo Iusacell y Televisa, se creará un “monopolio de contenidos y de publicidad” que afectará a las empresas que no tienen acceso a la pantalla de televisión abierta ni pueden tener servicios de televisión restringida.
La megaconcentración también ha sido criticada por los cableros que no son filiales de Televisa (Cablemás, TVI y Cablevisión), representadas por la Asociación de Redes de Telecomunicaciones de México. Ellos argumentan que Televisa controla no sólo la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec), sino también a la Productora y Comercializadora de Televisión (PCTV), a través de Paxia, una filial de Cablemás.
Esta situación, insisten, provocará que Televisa discrimine el acceso de otras empresas de televisión de cable a sus señales de televisión abierta y que permita las “ventas atadas” de programación y publicidad. Esto será clave en un periodo electoral, como el de 2012 (Proceso 1771).
Nextel México, exsocia de Televisa en la Licitación 21, envió una larga denuncia por concentración y prácticas monopólicas ante la Cofeco al darse a conocer el 7 de abril la operación de fusión entre las empresas de Azcárraga Jean y Salinas Pliego.
En su alegato, cuya copia obtuvo Proceso, Nextel afirma:
“Grupo Televisa tiene claramente poder sustancial en el mercado de publicidad por televisión. Esta situación, aunada a la participación de Grupo Salinas a través de TV Azteca en dicho mercado, aumenta sustancialmente los riesgos anticompetitivos derivados de la concentración.”
Televisa posee 256 de las 468 estaciones de televisión abierta en el país y TV Azteca tiene 180. Entre las dos controlan 93% de ese segmento del mercado de las telecomunicaciones. Asimismo, las dos televisoras tienen 66 y 33%, respectivamente, de las audiencias televisivas; es decir, dominan 99%. Ambas controlan 90% de la publicidad que se transmite en la pantalla comercial, según los datos aportados por Nextel en su demanda.
De concretarse la fusión, Televisa será la única empresa con posibilidad de ofrecer los servicios de total play, “con lo cual dicho consorcio empresarial controlaría, además de los dos principales proveedores de televisión de paga en el país (Cablevisión y Sky), a este nuevo (socio) entrante perteneciente al Grupo Iusacell”.
Guerras recientes
En vísperas de que la Cofeco autorice la megafusión entre Televisa y Grupo Iusacell, esta última emprendió una campaña contra Uno TV, la empresa de televisión por internet de Grupo Carso con el pretexto de la transmisión de los XVI Juegos Panamericanos.
Los voceros de Iusacell advirtieron que demandarán a Telmex ante la Cofetel por presunta violación a su título de concesión que le impide transmitir imágenes de video. El vocero de Telmex, Arturo Elías Ayub, respondió que Uno TV tiene los derechos para transmitir los Juegos Panamericanos de Guadalajara y que no viola su título de concesión, ya que no se trata de un servicio de televisión, sino de una señal vía internet.
“Es una tristeza que ahora quieran coartar la libertad de expresión vía internet. Sería un hecho sin precedentes a nivel mundial”, advirtió Elías Ayub.
El vocero de TV Azteca, Luis Niño de Rivera, acusó a Uno TV de “robarse audiencia” por transmitir los Juegos Panamericanos vía internet, y advirtió que si Cofetel no actúa será “cómplice” de una violación a la ley.
A su vez, Grupo Iusacell también demandó a Nextel por presunta subutilización del espectro radioeléctrico en la banda 3.5Ghz. La empresa reviró las acusaciones en su contra y su vicepresidente corporativo, Gustavo Cantú, advirtió ante especialistas y financieros reunidos el jueves 20 en Washington que en México existe “una propiedad cruzada” de los medios de comunicación.
“La opinión pública está siendo concentrada, se han integrado varios grupos verticales y horizontales de comunicaciones, lo cual genera poderes fácticos. Es por ello que se requieren voces alternas y críticas, ya que fácilmente los beneficiarios del status quo económico podrían comprar competidores y concentrarlos”, afirmó Cantú.
¡AMLO 2012!
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