28 de septiembre de 2011

Proceso: Laura Bozzo y el talk show sobre el aborto JENARO VILLAMIL

Proceso:


Laura Bozzo y el talk show sobre el aborto
JENARO VILLAMIL
27 DE SEPTIEMBRE DE 2011 · 7 COMENTARIOS
ANÁLISIS

Protesta de Provida en contra del aborto en la SCJN.
Foto: AP
MÉXICO, D.F. (apro).- Para nadie es un secreto que la conductora televisiva Laura Bozzo hace las veces de vocera de los intereses más reaccionarios, en función del rating de su talk show, pero también de los intereses del gobierno en turno, especialmente en temas de política social o de orden moral. Así fue en el Perú de la dictadura de Fujimori y así es ahora en México, primero en TV Azteca, y ahora en el Canal 2 de Televisa.

Por eso no es casual que en vísperas de la discusión que inició esta semana en la Suprema Corte de Justicia sobre las acciones de anticonstitucionalidad en contra de las reformas antiaborto que se aprobaron en los estados de Baja California y San Luis Potosí, Bozzo haya revivido un programa con el título “Por abortar no pude tener hijos”.

La emisión –repetida el pasado viernes 23 de septiembre-, presenta a una joven llorosa que “abre su corazón” con la señora de los gritos y los monólogos interminables. La joven, pagada o no, confiesa que ella se realizó tres abortos antes de casarse. Ahora, su actual esposo, un macho sacado del cómic bozziano, la amenaza con dejarla porque debido a los abortos anteriormente practicados, ella no puede embarazarse.

Bozzo interrumpe a la “invitada”. Y exclama a los cuatro vientos que ella está en contra del aborto porque “sólo el de allá arriba puede dar y quitar la vida”. La peruana hostiga, acosa, enjuicia. Se cubre con supuestos estudios académicos en sociología y política para que las amas de casa televidentes confíen en sus juicios de valor y sus prejuicios sin contraste con el estatuto jurídico de la discusión.

Muy su derecho y sus creencias religiosas considerar al aborto un pecado, pero la señora Bozzo y Televisa son concesiones de un servicio como es la televisión y lo menos que se espera es que contrasten con información, que maticen o documenten lo que está ahora a discusión. No es con epítetos o juicios sumarios como se puede abordar un tema delicado que tiende a polarizar a la sociedad y, en especial, a la comunidad católica.

Desde abril de este año, la vocera del Grupo de Información en Reproducción Elegida, Mariana Winocur, señaló que, en una emisión con el mismo título, “Por abortar no pude tener hijos”, Bozzo no dio información completa sobre el tema, estigmatizó a las mujeres que interrumpen sus embarazos y llegó a mencionar que a las mujeres jóvenes no les importa embarazarse porque pueden abortar después.

La desinformación es la madre de los prejuicios. Más aún cuando el único matiz de Bozzo es que ella sí está de acuerdo en discutir la interrupción del embarazo cuando se trate del “producto de una violación”. ¿Y si hay malformaciones congénitas? ¿Y si existen condiciones socioeconómicas precarias para la madre? ¿Y si existe violencia intrafamiliar? Los supuestos lógicos no caben en un talk show.

En Facebook existe una “página comunitaria sobre Laura Bozzo” que se titula precisamente “Di no al Aborto”. Digna del mal gusto de Provida y de otras organizaciones antiabortistas, la página reproduce las clásicas imágenes de fetos muertos, de niños mutilados. Sólo registra nueve seguidores, pero es claro el vínculo con la conductora televisiva.

El activismo antiabortista ha revivido, con el aval del presidente Felipe Calderón Hinojosa y de su candidato predilecto para la candidatura presidencial del PAN, Ernesto Cordero. Ambos se han metido de lleno al talk show sobre el aborto y no sería casual que Bozzo los invite a su programa o los cite después de su famoso epíteto: “¡que pase el desgraciado!”.

En vísperas también de la discusión en la Suprema Corte de Justicia, la organización Unión de Voluntades emitió un pronunciamiento durante la homilía del cardenal Norberto Rivera, en la catedral de la Ciudad de México. Se expresan en contra del proyecto “perverso y criminal” del ministro José Fernando Franco González Salas, a quien le lanzaron el epíteto de “ministro diabólico”.

En sintonía con estos reclamos, Ernesto Cordero metió el tema del aborto a la contienda interna de su partido. Le reclamó a los ministros que apoyan la posición de Franco González Salas que exista “congruencia” entre su posición para avalar las causales de despenalización que se aprobaron hace cuatro años en el Distrito Federal y las enmiendas constitucionales en Baja California y San Luis Potosí que consagran el “derecho a la vida desde la concepción” como un valor absoluto.

El presidente Felipe Calderón le solicitó al Senado que se modifiquen los términos en que se firmó el Pacto de San José relativo a la protección a la vida. En 1981, cuando México se adhirió al convenio formuló una “declaración interpretativa” para que no sea obligación legislar para proteger la vida desde la concepción. Según Calderón el Senado debe retirar esta “declaración interpretativa” porque “no tiene sentido” mantener la declaración, ya que la reforma constitucional del 10 de junio de este año reconoce los derechos humanos previstos en los tratados internacionales de los que México es parte.

En el Senado las reacciones ante la petición de Calderón van desde la cautela hasta el franco rechazo, como expresó este martes 27 el coordinador de la bancada del PRD, Carlos Navarrete. El legislador calificó de “lamentable” que el primer mandatario quiera “meterse por la puerta lateral” y generar presiones ante el debate en la Suprema Corte.

En fin, el gobierno de la República y su candidato dentro del PAN ya tiene puesta la mesa para que en esta semana se arme un verdadero talk show político-mediático en torno al aborto.

Cuentan ya con una aliada fundamental: la inefable Laura Bozzo y la unilateralidad de su show donde la deliberación es sacrificada en aras del “espectáculo” humillante.

www.homozapping.com.mx
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