3 de septiembre de 2011

JOSE LUIS ELÍAS GARCÍA: ¿Pactar con el narco?

¿Pactar con el narco? 
29/08/2011 - 03:00
Por: José Luis Elias García

Como siempre que se le ocurre abrir su bocota, escupe para arriba y le cae su porquería. “El sujeto de las botas”, como si tuviera autoridad moral, o posiblemente por esta carencia, hace unos días hizo una recomendación a Felipe Calderón, para que lleve a cabo un pacto con el narco, a fin de que los mexicanos tengan un poco de paz. 


¿Es este un tácito reconocimiento de Vicente Fox, de que él si tranzó con la narco delincuencia y que parte del trato fue el permitir que se fugara Joaquín “El Chapo” Guzmán, sin intentar capturarlo, para evitar que el vulgo pensara que fue una fuga concertada?, ya que este individuo se pasea por doquier sin ningún problema.

El sentir generalizado de muchos mexicanos, es que el gobierno no está en guerra con el narco, está en guerra con la ciudadanía. Porque si esta guerra fuera contra el narco, los resultados no serían tan raquíticos como hasta ahora, en cuanto a haber reducido la capacidad de acción de la delincuencia, así como menos su mortal violencia.

En repetidas ocasiones he escrito que los miles de federales y militares que se encuentran en Ciudad Juárez, excepto para cumplir un objetivo muy lejano del interés de los juarenses, no sirven para nada. 

Ya que cuando una ejecución se da, solo se concretan a circundar el área del crimen con sus listones amarillos o rojos y a permanecer con sus armas en ristre, como si trataran de evitar que la víctima se fugara. Eso sí, con actitud amenazante en contra de los mirones, o de los periodistas que acuden a dar cuenta del hecho.

A pesar que algunos testigos presenciales se atreven a informarles las características físicas de los sicarios y de los vehículos, estos “capaces e inteligentes” protectores de la seguridad ciudadana, por miedo o complicidad no llevan a cabo rondines de búsqueda para tratar de detenerlos.

Esa falta de decisión y de honestidad para cumplir con el objetivo para el que llegaron a la ciudad, ha contribuido al elevado grado de impunidad y cinismo con el que los sicarios realizan sus masacres, en muchos casos contra víctimas inocentes, frente a sus barbas. 

Independientemente de que con su llegada a esta ciudad, la criminalidad aumentó en sus diferentes modalidades, tanto del fuero común como del federal, incluso algunos de estos elementos han sido señalados por la comisión de muchos de ellos.

Por lo anteriormente expuesto, no se requiere ningún pacto entre el gobierno federal y el narco, porque la guerra que se libra en casi todo el país es entre los miembros de los diferentes cartelitos que surgieron como hongos en tiempo de lluvias, a raíz de lo selectiva que fue al principio, que propició la atomización de los cárteles con la detención o exterminio de algunos de sus jefes. Por cierto, en la publicación de los logros policiacos, aparecían  muertos jefes del narco que aún gozan de cabal salud y no fue por error, sino para justificar Felipe Calderón su absurda pretensión de ser un héroe nacional.

Esta guerra, en la que la única que pierde es la ciudadanía, es por la supremacía comercial de la venta de drogas en sus diferentes presentaciones.

Mientras que la podredumbre reina en los recintos policiacos, pues se rumora que los diversos policías que han sido comprados y están coludidos con el narco, que cuando el jefe de unos de estos cartelitos requiere hacer un trabajo, le habla al jefe policiaco para que retire a sus muchachitos del lugar en donde van a realizarlo, y a algunos de esos muchachitos, los utilizan como halcones, dedos, extorsionadores o sicarios para poder huir con toda tranquilidad. Razón por la cual varios policías de diferentes niveles han sido ejecutados, por los bandos contrarios.

Con motivo de la masacre llevada a cabo en el Casino Royal en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, por decisión de Felipe Calderón, arribarán tres mil elementos, entre federales y militares “para brindar seguridad” a sus habitantes. Por la experiencia que se vive en Ciudad Juárez, no les arriendo las ganancias a estos neoleoneses.

Con toda la muy presumida inteligencia y capacidad investigadora, aún no definen que motivo o razón tuvieron los asesinos para llevar a cabo este multitudinario crimen.

¿Fue porque los representantes no pagaron la cuota?
¿Fue un acto de terrorismo?
¿Fue un acto político en contra del gobernador del estado?

“Haiga sido como haiga sido”, fue un acto perverso, mezquino, que definitivamente reduce aún más el poco respeto que por el presidente de la República se tiene.

Por cierto las víctimas de este atentado, ya pueden descansar en paz y sus familiares obtener pronta resignación, pues Felipe Calderón ya hizo lo necesario. Declarar tres días de duelo nacional.

Ciudad Juárez, Chihuahua. Agosto 28 del 2011.

¡AMLO 2012!

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