11 de septiembre de 2011

FORTINO CISNEROS CALZADA: Salinas Vs. López Obrador

Salinas Vs. López Obrador
11 Septiembre 2011

 

http://www.elmanana.com/diario/post/1288727

En una confrontación limpia, AMLO barrería con Salinas, lo que no va a ocurrir; de llevarse a cabo el debate propuesto por uno y aceptado por el otro, Salinas pondrá en juego el poder de la manipulación subliminal que tan bien conoce.
A eso le apuesta.

Carlos Salinas es un pillo refinado, nació en pañales de seda y desde su más tierna infancia fue educado para el ejercicio del poder.
Su preparación académica es basta y cuenta con una notable inteligencia, Es un estratega nato y sabe manejar el lenguaje para contestar preguntas y responder provocaciones de manera que sus ideas prevalezcan, aunque pareciera lo contrario.

Como secretario de Programación y Presupuesto de Miguel de la Madrid, hizo abortar el plan para que los países de la América Latina declararan una moratoria de pagos de la deuda externa, a fin de obligar a los acreedores a negociar, durante la conferencia de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio.
Eso le valió el reconocimiento de las potencias, principalmente los Estados Unidos, que lo consideró el líder que necesitaba para implementar el neoliberalismo (capitalismo salvaje) y la globalización (abatimiento de las barreras proteccionistas).

Para llevar hasta sus últimas consecuencias la doctrina neoliberal, realizó un bingo en que rifó las más boyantes empresas paraestatales entre los magnates autóctonos que pagaron 25 millones de dólares por carta, en casa del exsecretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena.
Se dice que Emilio Azcárraga dijo que no pagaría 25, sino 75 millones de dólares; que cuando Roberto Hernández protestó porque a Carlos Slim le fue “vendida” Telmex, lo conformaron asegurándole que a él le habría de tocar Banamex.
Así logró que México tenga al hombre más rico del mundo y la mayor proporción de multimillonarios del planeta, mientras crece la miseria y la hambruna recorre las sierras y planicies del Anáhuac.

Al terminar su mandato, fue uno de los 20 directores consejeros del Dow Jones, con un sueldo de 38 mil dólares que dijo que donaría a los niños pobres; pero, pronto fue corrido por su desempeño desaseado.
Cuando Ernesto Zedillo hizo denuncia de sus bribonadas y encarceló a su hermano Raúl por enriquecimiento ilícito y responsabilidad en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, se exilió, primero en La Habana y luego en Dublín.
Regresó con Fox; ahora se mueve como Juan por su casa.

Andrés Manuel López Obrador es un luchador social carismático, de origen humilde, ha sabido escalar política y socialmente.
Su formación intelectual es ordinaria; no posee dotes de gran orador ni maneja la esgrima verbal; pero, tiene ideas e ideales firmes, profundamente arraigados en la historia de México.
Es un convencido de la justicia social que propuso la Revolución Mexicana y está contenida en la Constitución de 1917.
Dos frases afortunadas resumen su pensamiento político: “Sólo el pueblo puede salvar al pueblo” y “Por el bien de México, primero los pobres”.

Gobernó la Ciudad de México con austeridad y eficacia.
Es un ídolo popular en el Distrito Federal, aunque los medios electrónicos difundan en el resto del país una imagen distorsionada.
Está en la línea de los gobernantes que han llegado el poder luego de intensas luchas sociales, como Lech Walesa, Nelson Mandela, Luiz Inacio Lula da Silva y Néstor Kirchner.

Es tachado de radical por los grupos que se han sido beneficiados por la terrible corrupción que campea en México, especialmente el corporativismo pernicioso que encabeza la Gordillo, cuyas propuestas ha rechazado sistemáticamente, aunque eso le haya impedido llegar a la Presidencia.
Está convencido, como la mayoría de los habitantes de este país, de que urge un cambio total y definitivo que permita la recuperación del estado de Derecho, la restauración de la República y la revitalización de las instituciones.

En el debate, su gran estatura moral lo sitúa por encima de Salinas; pero, éste, como el “Perro” Aguayo, tiene muchas mañas y es experto en el lavado de coco y las técnicas que permiten a los magos desaparecer un elefante en escena, frente a las cámaras.
De realizarse el debate, los mexicanos tendrán que hacer un gran esfuerzo para entender qué es lo que les conviene.

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