10 de septiembre de 2011

CIUDAD JUAREZ: Con 9-11 empezó aquí la crisis de inseguridad

Con 9-11 empezó aquí la crisis de inseguridad

Martín Coronado
El Diario | 10-09-2011 | 00:08

Diez años después del ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York, las secuelas persisten en Ciudad Juárez: crecientes conflictos de convivencia transfronteriza, así como crisis económica y de inseguridad cuyo detonador fue el sellamiento de la frontera por parte de Estados Unidos.

Bajo el análisis de sectores relacionados con la economía de la ciudad, la ola de acontecimientos que iniciaron con la ofensiva de la organización al-Qaeda a Estados Unidos ha llevado a esta región a una década perdida, económica y socialmente.

Tras los atentados, coinciden analistas entrevistados, el endurecimiento de las revisiones en los puentes complicó la entrada de narcóticos a Estados Unidos.

Investigadores y expertos dicen que al no poder pasar las drogas a EU, empezaron a venderse más en esta ciudad, lo cual trajo un aumento en la inseguridad que se agravó en 2008, por la guerra contra el narco iniciada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Hace una década, el 11 de septiembre de 2001, tres aviones golpearon los pilares del poder político y financiero de la Unión Americana, provocando el derrumbe de las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, y una parte del Pentágono en Washington, según documenta El Diario.

En su edición especial del 12 de septiembre, este medio publicó los efectos inmediatos en esta ciudad del ataque terrorista: filas de varias horas para cruzar a El Paso por las exhaustivas revisiones en los puentes, encarecimiento del dólar y una inestabilidad económica que terminó mermando el empleo en la industria, el pilar económico de la ciudad.

El ataque nos afectó a nivel mundial, pero particularmente en la frontera fue más severo por las transacciones que se realizan todos los días, ya sea tráfico de personas, mercancías o manejo de trámites, que se nos han complicado enorme e inútilmente por la vigilancia que se ejerce sobre la frontera”, dijo Miguel Ángel Calderón Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Economistas del Estado de Chihuahua.

“El ataque a las Torres Gemelas cambió al mundo, y nosotros (los juarenses) fuimos de los más afectados”, dijo José Luis Armendáriz Bailón, presidente de la Asociación de Maquiladoras de Ciudad Juárez (AMAC), el sector que más sufrió por el hermetismo estadounidense posterior.

“A partir de esa fecha el mundo es otro, no solamente fue la logística, se volvió caótico el cruce internacional, se volvió difícil el intercambio de mercancías, nos enfrentamos a una realidad distinta”, dijo el líder de la AMAC.

Guillermo Gutiérrez Morquecho, el actual director de la AMAC, que hace 10 años trabajaba como contacto gubernamental para la mayor empresa de autopartes en la ciudad, dijo que al cerrar los puentes, atemorizados por el terrorismo, los estadounidenses sellaron su frontera también a las drogas, lo que trajo graves consecuencias para Juárez.

Según sus comentarios, a través del cierre de la frontera, al-Qaeda colocó sin saberlo una semilla que se convirtió en una crisis de inseguridad en Juárez.

“Sabíamos que Ciudad Juárez era un cruce para las drogas, que por aquí pasaban los cargamentos, al ser una de las principales fronteras... entonces al fortalecerse las revisiones, cambió de manera radical la forma de operar del narco porque ya no podían cruzar las drogas de la misma forma que antes”, añadió Gutiérrez Morquecho.

“Los que se dedicaban a la venta de drogas tenían que seguir operando, tienen que seguir obteniendo recursos. Entonces, ante la imposibilidad de cruzar igual que antes, al atorarse esa droga en la ciudad y ante los recursos que ellos necesitaban para seguir operando, tuvieron que convertir a la ciudad en una de consumo, en vez de una de paso”, dijo.

“Por eso vimos un aumento en los índices delictivos... no se me olvida lo que una vez nos dijo gente del FBI: los cárteles tienen necesidad de recursos para poder operar... tuvieron que dedicarse a otras cosas... por eso vimos aumento en secuestros, carjackings, y eso es una consecuencia del endurecimiento de las revisiones en Estados Unidos”, afirmó.

Calderón Rodríguez coincidió con el director de la AMAC sobre el efecto de inseguridad que trajo el ataque, y agregó que durante los 7 años posteriores, el problema de violencia se fue gestando por el “sellamiento” de la frontera con Estados Unidos, y que a partir de 2008 se recrudeció por el combate directo del Gobierno federal al narcotráfico.

Respecto al endurecimiento de las revisiones, Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga, dijo que en aquel entonces las esperas para cruzar insumos y productos de la maquiladora se modificaron de 30 minutos hasta las tres horas, y eso trastornó la actividad de la industria, que es el pilar económico de la región.

Como solución a estas tardanzas, agregó el líder transportista, la industria y las empresas de carga tuvieron que diseñar costosos sistemas de certificación que les permitieran garantizar al Gobierno de Estados Unidos que sus cargas estaban libres de armas, explosivos o terroristas.

Actualmente unas 300 de las 324 maquiladoras que operan aquí cuentan con una certificación de este tipo, cuyo costo es muy variable dependiendo de la infraestructura que se necesite adecuar.

Dividió a una sociedad

César Fuentes Flores, director regional del Colegio de la Frontera Norte (Colef) indicó que a partir de los ataques del 9-11 en 2001, la actividad social y económica de esta frontera se transformó totalmente.

“Los paseños dejaron de cruzar a Juárez por las exhaustivas revisiones, y los juarenses también dejaron de ir a El Paso, aunque en menor medida... y eso trajo consecuencias sociales y económicas porque las familias dejaron de verse y los negocios de Juárez se vieron muy afectadas”, añadió el investigador del Colef.

Indicó que lo que antes era una sociedad transfronteriza terminó dividida en dos, por esperas de hasta tres horas para cruzar, lo que frenó la convivencia entre familias, estudiantes y escuelas, y hasta grupos de amigos.

El vicepresidente del Colegio de Economistas del Estado indicó que al romper la interacción económica y social entre Juárez y El Paso, el ataque a las Torres Gemelas provocó un efecto prolongado de estancamiento y desvió los flujos de dinero que había a través de la frontera.

“Había negocios que florecían y que se frenaron por la falta de convivencia: restaurantes, florerías y otro tipo de negocios en Juárez se vieron reducidos y hasta cerrados porque sus clientes, los paseños, dejaron de venir”, dijo Calderón Rodríguez.

Agregó que el endurecimiento de las revisiones en el cruce a El Paso, se dio aún más por la inseguridad en los últimos tres años y eso mantiene a los negocios en muy baja operación.

Calderón Rodríguez indicó que además se agregaron las revisiones contra el tráfico de armas de El Paso a Juárez, que han provocado hasta dos horas de espera.

Todo esto ha limitado el flujo de dólares que antes se movían en la economía juarense, y que representaban parte de su circulante.

Estimaciones de la Cámara Nacional de Comercio indican que cada año fluían cerca de 850 millones de dólares anuales de El Paso a Ciudad Juárez.

Calderón Rodríguez dijo que en cambio, del otro lado, en El Paso, la llegada de soldados a Fort Bliss logró un balance sobre la pérdida de consumidores mexicanos, que según la Canaco y la UACJ, gastaron 2 mil 400 millones de dólares en la ciudad texana durante 2006.

El economista dijo que actualmente hay una sobrevigilancia que se ejerce sobre la frontera por parte de Estados Unidos con todo y que el ataque terrorista no vino por la frontera. “Pero están en una situación de riesgo latente y por ese miedo se incrementó la vigilancia... como ahora se cumplen 10 años, eso es simbólico para mucha gente, y eso hace temer a un nuevo atentado”, agregó.

“Es obvio que el atentado no va contra ciudades como El Paso o como las fronteras, sino a grandes ciudades, aquí es donde está menos latente el peligro, pero igual por el miedo, se encierran y no dejan entrar a nadie que no han revisado”, dijo el vicepresidente de los economistas del estado.

Retardante económico

Calderón Rodríguez indicó que antes del ataque a las Torres Gemelas, en Estados Unidos ya se gestaba una crisis económica provocada por una sobreproducción de bienes.

Pero el ataque fue la gota que derramó el vaso de la incertidumbre financiera, y entonces se dio el “crack” económico. En Estados Unidos, agregó, el operativo posterior al ataque funcionó, como lo hacen las guerras, reactivando la economía a través de la seguridad y la milicia.

Pero Juárez, explicó, se llevó la peor parte, porque no tenía gran cantidad de industria de seguridad o militar, así que la caída del empleo provocada por la crisis económica no pudo ser compensada con el impulso a la industria militar o de seguridad.

Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, tras el ataque a las torres, el empleo industrial en Juárez nunca volvió a lograr ese nivel.

Un mes después de que derribaron las Torres Gemelas, en octubre de 2001, las maquiladoras en la ciudad ocuparon la cifra récord de 284 mil 220 empleados. Desde entonces empezó una pérdida de empleo industrial aquí que no paró hasta diciembre de 2003, cuando se contaron 204 mil 910 empleos (80 mil menos).

Otros sectores económicos de la ciudad, como el comercio, la construcción y el transporte, se mantuvieron en crecimiento incluso un año después, pero la industria nunca volvió al nivel de empleo alcanzado antes del ataque terrorista.

Calderón Rodríguez dijo que incluso de aquella crisis económica hubo una recuperación, aunque muy lenta, porque la inseguridad aún no crecía al nivel que está ahora.

En 2001, agregó el economista, la generación de empleo se dio en base a los Servicios y al Comercio.

Esa crisis de 2001 sirvió a las empresas para evaluarse, y se automatizaron y se hicieron más esbeltas, necesitando cada vez menos personal para producir lo mismo o más, añadió.

Calderón Rodríguez explicó que tras la crisis de 2001, a pesar de que se privilegió el uso de tecnología, en 2008 se alcanzó la cifra de 235 mil trabajadores, pero el nivel del 2001 (280 mil empleos) nunca regresó, y en esa década la maquiladora pasó del 64 por ciento, al 52 por ciento del empleo total de la ciudad, que cada vez es menos.

“No logramos recuperar el empleo, casi llegamos en 2007, pero luego viene otro crack (la crisis de 2008) y se nos junta con la crisis de seguridad en el país y en Juárez peor, y lo que pudimos generar en empleos y servicios se cae porque la inseguridad y la extorsión no nos dejan crecer, esto nos lleva a una década perdida, una década de decrecimiento sostenido”, dijo el especialista en economía.

“Ahora la maquiladora da sólo el 52 por ciento del empleo en la ciudad, y el efecto multiplicador se redujo por salarios más bajos y menos personal, generando menos comercios y reduciendo aún más el nivel de ingreso, porque hay mucha oferta de mano de obra y pocos puestos laborales”, explicó Calderón Rodríguez.

Insistió en que Juárez tiene ahora menos gente trabajando con menores salarios y eso baja el consumo. Además hay unas 116 mil casas vacías, 4 mil 500 negocios cerrados, otros tantos que trabajan a escondidas y que todo ello impide que la economía crezca a la par de la estadounidense, que ya de por sí está lenta.

“El problema es más grave porque la inseguridad no deja abrir nuevos negocios, y entonces tenemos ya muchos otros conflictos que nos hacen olvidar que fue precisamente el 9-11 (fecha del ataque a las Torres Gemelas) lo que empezó con toda esta cadena de calamidades que se han posado sobre Juárez”, dijo el especialista.

El economista indicó que el futuro se ve difícil, pues entre más se eleve la colaboración entre los gobiernos, más difícil será para los ciudadanos convivir como lo hacían antes.

“Esto va a escalar a otra etapa con esfuerzos de los dos países para combatir el narcotráfico y el terrorismo que va a recrudecer las revisiones, y que va a hacer crecer las dificultades para la convivencia social entre las dos sociedades, que consta de familias binacionales o grupos de amigos y empresarios binacionales”, añadió Calderón Rodríguez.

Nueva amenaza

El primero de mayo de este año, Estados Unidos anunció que había asesinado a Osama Bin Laden, líder de la organización terrorista y considerado el autor intelectual del ataque a las Torres Gemelas.

Ese día el flujo a través de los puentes internacionales se vio frenado por revisiones más severas.

Ayer se reportó tráfico normal a través de los puentes con esperas desde entre 30 minutos y poco más de una hora a pesar de que el jueves el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos informó oficialmente la existencia de una amenaza “creíble y específica” de un nuevo atentado contra Estados Unidos.

1 comentario:

  1. Anónimo1:41 p.m.

    Hay que perdonar a Estados Unidos por hacer bien su trabajo controlando el cruce. También a los que forman el éxodo masivo de Chihuahuenses y Juarenses hacia la Cd. de El Paso. Me pregunto a quién van a culpar por los 100 años anteriores y posteriores al Septiembre 11, 2001. Creo qué es hora de asumir responsabilidad por nuestros actos.

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