REPARTO DEL PASTEL LIBIO CAUSA FRICCIONES ENTRE SAQUEADORES: Los Senussi quieren regresar al trono en Trípoli

Los Senussi quieren regresar al trono en Trípoli: Todavía no se ha instalado en Trípoli la burocracia del protectorado de Bengazi, se han restablecido los servicios básicos ni mucho menos ha ocupado el bastión de la tribu Kadhafa en Sirte -ciudad que mira al también llamado Golfo de Sidra, escenario del ataque estadounidense de 1986 porque Muamar Kadhafi se atrevió a reivindicar como zona económica exclusiva una franja costera de 115 kilómetros-, pero la monarquía derrocada por el coronel del Libro Verde en 1969 ya quiere recuperar el trono.
Idris ben Abdulá el Senussi, primo del último rey libio, Idris, que había gobernado desde 1951 tras la independencia nominal de Gran Bretaña e Italia, lanzó una campaña de autopromoción en la que asegura estar listo para regresar al país del Magreb e incluso "dirigirlo", señala en Asia Times el columnista Pepe Escobar, quien afirma que nada haría más feliz a la casa real de Arabia Saudí, promotora de la caída de Kadhafi -ya tiene en la mira a Bashar el Assad en Damasco-, que el surgimiento de un emirato conservador y rival de las repúblicas seculares árabes.
Sin embargo, aclara, los verdaderos ganadores de la guerra tribal y civil, a la que hay que añadir el factor decisivo de su intervención, los socios de la OTAN, son quienes tendrán la última palabra, si bien en su discurso de agradecimiento en Qatar el premier del Consejo Nacional de Transición, Mahmud Yibril, mencionó por su nombre al anfitrión, Emiratos Árabes Unidos y, claro está, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. En teoría, agrega Escobar, los tres aliados occidentales que cargaron con el peso de la ofensiva aérea (más de 20 mil salidas de sus aviones) consentirían otra petromonarquía, en tanto su fanatismo islámico no se les oponga.
Negocios
Porque es cierto, todo está por reinventarse después de 42 años de dictadura, pero lo prioritario para los aliados son los negocios. Con Kadhafi, la Compañía Nacional Petrolera Libia casi se limitó a los contratos de servicios para sus filiales en los yacimientos más antiguos; Total, BP, Exxon Mobil y su hermana qatarí lo que quieren son acuerdos de producción compartida, más lucrativos y en los nuevos campos por desarrollar. Tendrán que hacer a un lado a Eni, de Italia, demasiado enlodada por su relación con Kadhafi, paralela a la que cultivó Silvio Berlusconi, y cerrarle el paso, como ya anunció el equipo de Yibril, a las firmas chinas y rusas, que por cierto otra vez tomaron la delantera en Irak.
De acuerdo a los cables diplomáticos difundidos por Wikileaks, la privatización del Banco Central representa una "oportunidad" para la banca norteamericana. Así es que la institución montada por los rebeldes con apoyo de HSBC tomará su lugar, alineada, dice Escobar, con el Banco de Pagos Internacionales en Suiza.
Así, se entiende mejor por qué en FT Philip Zelikow, exasesor del Consejo de Seguridad Nacional en el régimen de George H.W. Bush y del Departamento de Estado en el de su hijo, adelantó que "la caída de Kadhafi renovará la primavera árabe", ya que "la lucha en Siria, lentamente en ascenso, se moverá al frente". ¿Hay dudas sobre los intereses y el carácter "democratizador" de la "primavera árabe"? Zelikow las despeja al exponer que "buena parte de la dirección en la política de la primavera árabe viene actualmente de países del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí, los EAU y Qatar. El gobierno saudí juega un papel critico en la diplomacia que está aislando a Siria. Qatar jugó un papel vital en la revolución libia".
Ya veremos si en la mezcolanza de tribus, desertores y agentes de la CIA y de El Kaida que derrocó a Kadhafi hay lugar para los Senussi. El más activo ha sido Idris, que estudiaba en Londres cuando se enteró del golpe incruento en Trípoli. Su reclamo del trono parece tener poca legitimidad, pero sería un excelente peón en el campo petrolero; trabajó para Eni, Condotte, Ansaldo Energia y Snamprogetti. En un solo acuerdo ganó de comisión 80 millones de dólares. Sin embargo, los monárquicos de Cirenaica, que por lo pronto ya lograron imponer la antigua bandera del rey Idris, reconocerían como genuino heredero a Mohamed el Senussi, hijo del príncipe Hasán -hermano de Idris-, de 48 años y que recibió permiso para emigrar a Gran Bretaña hasta 1988.

¡AMLO 2012!