Guadalupe Lizárraga
El sábado 30 de julio de 2011, al levantarnospor la mañana nos tropezamos con la misma portada en los principales diarios deMéxico y algunos extranjeros: los mexicanos somos más pobres.
Ninguna sorpresapara estos pobres, puesto que experimentan en carne propia la despensa vacía,el desempleo o salarios de menos de los famosos 6 mil pesos mensuales (550dólares al mes). Ya todo es sabido. Ninguna madre de familia, con un sueldo deempleada y dos hijos, se detendría a leer tamaña obviedad que le mostraban losmedios de comunicación ese sábado. Ningún padre de familia con tres bocas enpromedio que mantener, se daría tiempo para reflexionar en la noticia deprimera plana que le ponían los medios frente a sus ojos cansados de jornadastan largas de trabajo mientras iba en el metro. La noticia pues, no era ningunasorpresa. No informaba de algo que no supiéramos, sobretodo cuando somos partede los más de 50 millones de empobrecidos. El incremento paulatino de pobres eslo que arroja “naturalmente” el sistema capitalista con el que nos obligan avivir. Entonces, ¿para quién era la noticia de primera plana en todos losdiarios mexicanos? ¿Qué realmente se nos quería informar detrás de esa obviedadde la pobreza? ¿Se trataba sólo de un número? ¿Por qué el boletín de prensa seconvirtió en noticia nacional?
Unasemana después, nos encontramos con otra noticia de portada, ya no tandestacada como la anterior, pero en el mismo tono de alerta y premura. Otroboletín de Notimex y que La Jornada lo ubica también en primeraplana:
“La incertidumbre mundial y las medidas que tome el gobierno de EstadosUnidos para resolver sus problemas de deuda podrían tener un impacto importantesobre la economía mexicana, advirtió el Centro de Estudios Económicos delSector Privado (CEESP).
Por ello, considera, éstepuede ser el momento en el que deben aprobarse e instrumentarse los cambios querequiere la economía para lograr tasas de crecimiento elevadas y, al mismotiempo, reducir la dependencia con la economía estadounidense.” (La Jornada,14/08/11).
Recapitulemos cómo lomanejaron los medios: Primero fue la noticia de que ahora somos más pobres.Segundo: Ahora viene la advertencia de que la incertidumbre mundial y lasdecisiones de EEUU nos podrían afectar “seriamente”. Tercero: Urgen lasreformas.
Tenemos que preguntarnos,de acuerdo al primer punto: ¿cuándo ha sido diferente? ¿Alguno de ustedes,queridos lectores, ha logrado ser más rico en todo este tiempo, sólo trabajandoen un empleo sin influencias ni privilegios? ¿Hay alguien que pueda decir, yocon 6 mil pesos mensuales he logrado que mi familia “viva mejor”? Es obvio. Sino te están dando una noticia nueva, ¿por qué los medios mexicanos le danprimera plana a algo que ya sabemos, incluso que padecemos?
Vámonos al segundo punto:¿Incertidumbre mundial? Desde que yo tengo consciencia de la pobreza, a la edadde cinco años, conozco esa expresión. Y ya rebaso las cuatro décadas. Lasimágenes de las guerras, de los magnicidios, (era reciente el de Kennedy), delas hambrunas, de la fluctuación de la bolsa de valores y de que cada vez máshabría más pobreza forman parte de nuestro bagaje de infancia. Transmitían enla televisión en aquel tiempo (en mi casa, todavía blanco y negro) las imágenesde un mundo con incertidumbre mundial. Y en efecto, así ha venido sucediendo.Los abuelos fueron pobres, los padres son pobres, los hijos crecen pobres y alos nietos y bisnietos no les espera un futuro diferente. Ésa es la únicacertidumbre que tenemos con este modelo económico. Entonces ¿a qué se refierencon la incertidumbre mundial?
El problema de la pazmundial, no radica en que los países poderosos posean gran capacidad militar ydestructiva. Ya lo sabemos también. Simplemente no estamos en condiciones desaber quién más posee tecnología de destrucción mundial. Esta capacidad dedestrucción está diseminada por el mundo y el mundo en su conjunto vive enincertidumbre. La incertidumbre mundial sólo es una expresión que retratanuevamente una obviedad, una verdad de Perogrullo. Y no hay que pensar sólo enlos gobiernos formales. Cualquier “ex presidente loco” asociado a una coalicióninteresados en chantajear al público mundial, puede volver a tumbar otrasTorres gemelas, o practicar los efectos de una bomba nuclear.
¿Incertidumbre mundial financiera? Al problemade la paz, hay que agregarle este segundo problema: la crisis económicamundial. La ola de reformas estatales orientadas a ajustar el funcionamientocompleto de estos países a las políticas económicas concebidas por las elitesfinancieras, fenómeno conocido como “ajuste estructural”, constituye elprincipal problema en la medida en que hay claras evidencias de su ineficacia,incluso para cumplir los compromisos de pago, ahora hasta por los mismos estadosmiembros de la elite mundial, como el caso de Estados Unidos, entre otros. Lomás grave es que no hay signos claros de que se pretenda reconsiderar estaspolíticas y la inmensa mayoría del público mundial es el que resultaperjudicado.
Tercer punto que manejan los medios decomunicación: “Urgen las reformas”. El opuesto a la capacidad de reconsiderares la necedad. Y aquí estamos en graves dificultades porque querría decir queno existe la inteligencia estratégica suficiente para dar cauce a este graveproblema de la paz y el desarrollo en ninguna parte del planeta. Nos obligan,como público ciudadano contribuyente, a una cuarta ola de reformas“estructurales”, “urgentes”, apresuradas por las elites políticas nacionales,incluso apuran reformas políticas que faciliten las intervenciones militares delos países poderosos a los países más depredados como el nuestro, y los mediosde comunicación sirven de eco y legitimidad a estas acciones.
En este sentido, los mismos medios decomunicación están siendo testigo y parte de las estructuras que posibilitantoda clase expoliación de los mexicanos por parte del gobierno. No essuficiente que los articulistas de manera independiente escriban sus posturas yanálisis respecto a cómo ven el mundo en las páginas internas de los diarios. La postura de los medios de comunicación forma parte del problema de un paíshundido por la depredación. El que se presten sin mayor investigación a difundir boletines en primera plana con la versión oficial de los asuntos públicos, para manipular a las masas a aceptar con urgencia lo que el gobierno ya tiene preparado es lo cuestionable. Podríamos pensar que la noticia de la pobreza es una evidente crítica para Calderón como gobierno. Pero eso no es lo relevante, puesto que a él no le importan mucho las críticas en ese sentido, y menos al final de su mandato. Lo relevante es el terreno que está preparando para las reformas "estructurales". Un camino que se surca para el sexenio que viene. Y los medios se prestan a esta "comunicación social" sin pudor.
Podría ser de otra manera. Y los lectores atestiguaríamos unenriquecimiento progresivo de las discusiones públicas y una opinión públicanacional más ilustrada, si los mismos diarios asumieran un mayor compromisoético y profesional para con sus lectores y para con el país, al dejar de ser parte de esteentramado de manipulación informativa y depredación gubernamental. Unacomplicidad que no se ve.
Podría ser de otra manera. Y los lectores atestiguaríamos unenriquecimiento progresivo de las discusiones públicas y una opinión públicanacional más ilustrada, si los mismos diarios asumieran un mayor compromisoético y profesional para con sus lectores y para con el país, al dejar de ser parte de esteentramado de manipulación informativa y depredación gubernamental. Unacomplicidad que no se ve.
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