Ruptura Calderón-Gordillo desató guerra de delaciones
José Gil Olmos
Proceso | 09-07-2011 | 23:02
Distrito Federal— Las palabras de Felipe Calderón zumbaron en los oídos de Elba Esther Gordillo: “Maestra, creo debería ir pensando en su retiro”.
La frase, dicha en una reunión privada en Los Pinos a principios de enero pasado, fue interpretada como una amenaza por la lideresa magisterial, quien empezó a tejer su estrategia. Quería adelantarse a los previsibles escándalos de corrupción y ofreció a sus antiguos compañeros del PRI, sobre todo a Enrique Peña Nieto, acuerdos electorales que incluyen el peso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y los recursos electorales de su Partido Nueva Alianza (Panal).
Por lo menos tres fuentes partidistas y gubernamentales confirman que la ruptura de Gordillo con Calderón está detrás del pleito con el ex director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Miguel Ángel Yunes Linares. El presidente, afirman, se molestó por los pactos de su ex aliada con el PRI y con el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, y por su consecuente alejamiento del panismo, que cuenta entre sus aspirantes presidenciales al secretario de Economía, Ernesto Cordero, con quien ahora trabaja Yunes.
Así termina una alianza política de cinco años en la cual Calderón obtuvo la presidencia en 2006 con los favores de la maestra a través del SNTE y del Panal, mientras que Gordillo manejó más puestos de Gobierno que nunca.
Las consecuencias empiezan a verse. El viernes 8 la reportera Guadalupe Irízar publicó en el periódico Reforma que el Instituto Federal Electoral (IFE) investiga desde el mes pasado el ingreso irregular de casi 8 millones de pesos al Panal.
Irízar informa que ya en enero el IFE había comenzado otra indagación sobre la apertura de 18 cuentas bancarias del Panal, para lo cual solicitó información a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El mismo viernes 8 Reforma publicó que el ex director de la Lotería Nacional, Francisco Yáñez, reveló que Yunes y los ex secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, iniciaron en diciembre de 2008 una investigación sobre los negocios de la lideresa y le pidieron información a él, que durante años fue su operador financiero.
Francisco Bravo, dirigente de la Sección 9 del SNTE y miembro de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dice que a todos los afiliados al sindicato (alrededor de un millón 300 mil) se les quitan mensualmente entre 90 y 140 pesos, es decir, un total aproximado de 117 millones. Ni un peso de esta fortuna se reporta a las autoridades, y sólo Elba Esther Gordillo sabe su destino, señala el profesor disidente.
Los golpes calderonistas
Después de recibir la “sugerencia” de Calderón para que fuera preparando su salida, Elba Esther Gordillo y su equipo percibieron algunas acciones que, a su modo de ver, confirmaban la intención de darle un “quinazo” o, mejor dicho, un “jongitudinazo”, por aquel golpe de mano que en 1989 Carlos Salinas le aplicó al dirigente del SNTE, Carlos Jongitud, para imponer a Gordillo.
Además de la investigación a las arcas del Panal, el 25 de enero la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (encabezada por Javier Lozano, otro aspirante presidencial panista) reconoció al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México (SITEM), con 8 mil afiliados.
Un mes después, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje avaló su registro con la toma de nota RS1/11, que le dio personalidad jurídica para negociar los contratos colectivos de sus afiliados. Esto rompió el monopolio del SNTE, que desde 1949, cuando obtuvo su registro, no había enfrentado a otro sindicato nacional de maestros.
Otro hecho importante, señala el profesor Bravo, de la CNTE, es que en febrero el maestro Guillermo Estrada pidió al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, copias del registro del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, encabezado por Gordillo. El 16 de mayo se le entregó el expediente R.S.43/44, donde confirmó que la lideresa ya concluyó su periodo legal al frente del SNTE, que en la toma de nota se establece de marzo de 2008 a marzo de 2011.
“Su status legal es tambaleante, eso le confirmaba a Elba Esther que se está preparando algo en su contra”, señala Bravo.
Con todo, lo que más le preocupó fue el rechazo presidencial a su propuesta para la dirección general del ISSSTE: su incondicional Miguel Ángel Jiménez, fundador del Panal y quien fue corrido de la Lotería Nacional a principios de 2009 por desviar recursos públicos a la campaña del PAN, en Campeche.
El ISSSTE se quedó acéfalo en febrero de 2010, cuando Miguel Ángel Yunes la dejó para hacerse de la candidatura para el gobierno de Veracruz, por el PAN. Calderón designó en su lugar a Jesús Villalobos, ratificado en febrero contra la voluntad de Gordillo.
Cuando empezó el sexenio de Calderón, la maestra contaba con importantes posiciones en su gobierno: Roberto Campa, en la secretaría técnica del Gabinete de Seguridad Pública; Yunes, en el ISSSTE; su yerno, Fernando González, en la Subsecretaria de Educación Básica de la SEP; y Francisco Yáñez y luego Miguel Ángel Godínez, en la Lotería Nacional.
Además de Benjamín González Roaro, quien dirigió el ISSSTE en el sexenio pasado, y ahora terminó al frente de la Lotería Nacional, la maestra cuenta asimismo con Humberto Dávila Esquivel, en la Federación de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp) y, por supuesto, con las bancadas del Panal en la Cámara de Diputados y en la de Senadores.
Su poder se extendía en 20 delegaciones del ISSSTE, adonde impuso a su nefrólogo privado, Jesús Walliser Duarte, en el área médica, a María Juana Luna como coordinadora de delegaciones y a Cristian Hernández (hijo del tesorero del SNTE, Héctor Hernández) como responsable de las obras y contrataciones de toda la infraestructura hospitalaria. Pero con la ratificación de Villalobos, Gordillo perdió posiciones clave en el instituto, como la del área médica, y eso la puso en guardia.
La respuesta contra Yunes fue la conferencia del 29 de junio, cuando Gordillo denunció que durante la administración del veracruzano se manejaron irregularmente más de 58 mil millones de pesos que el gobierno federal destinó al ISSSTE en 2008, para resolver el problema de las jubilaciones y comprar materiales básicos. “Yo me deslindo totalmente y exigimos una auditoría”, declaró Gordillo.
Seis días después, Yunes aseguró que en enero de 2007, en una reunión a la que fue convocado por Calderón y que se realizó en San Diego, California, la lideresa del SNTE le pidió 20 millones de pesos mensuales para financiar al Panal. Añadió que en 2009, antes de las elecciones y en otra reunión, en la Ciudad de México, le solicitó un total de 300 millones para gastos electorales.
Agregó que el mismo año, Gordillo lo instó a vender los inmuebles que tiene el instituto en la Plaza de la República y Reforma, para construir ahí un centro comercial, hoteles y departamentos. “Imposible”, dice Yunes que contestó, y sobrevino el rompimiento.
Durante dos semanas Gordillo y Yunes se lanzaron acusaciones públicas. La Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp), aliada de la maestra, difundió en distintos medios que Yunes y el nuevo director del ISSSTE cometieron irregularidades por 8 mil millones de pesos, en la compra de medicamentos y equipo de cómputo y de telecomunicación.
La Fedessp se refiriere a que el ISSSTE le otorgó el contrato correspondiente a la compañía Bestel, filial de Televisa, que presentó un presupuesto de 2 mil 80 millones de pesos, cuando Telmex hizo una propuesta de mil 661 millones, es decir de 419 millones de pesos menos, pero fue descalificada “por razones técnicas”.
La Auditoría Superior de la Federación detectó que, pese a la reforma a la ley de pensiones, en 2009 hubo un grave déficit en el ISSSTE, ya que se recaudaron 73 mil millones de pesos por cuotas y aportaciones, pero se gastaron 84 mil millones.
El pasado jueves 7, el titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, contestó que no se había detectado ninguna irregularidad en el manejo de recursos del instituto, y que hasta el momento no había recibido ninguna petición formal para aplicarle una auditoría.
Vuelve al tricolor
El 29 de junio, en una inusual conferencia de prensa que duró tres horas, Elba Esther Gordillo soltó sin preámbulos: “Yo no soy una mujer de arrepentimientos”, y reveló los acuerdos que hizo con Calderón para que éste llegara a la silla presidencial: Roberto Campa sería designado en el Sistema Nacional de Seguridad Pública; Francisco Yáñez, en la Lotería Nacional, y Miguel Ángel Yunes, en la dirección general del ISSSTE.
Un mes antes, en la presentación del sistema de evaluación para los maestros, el presidente Calderón aseguró que la alianza con Gordillo y el SNTE no había sido de carácter “político ni oportunista”. En junio la maestra precisó en su conferencia: “Llegamos al acuerdo de ir con Calderón por la Presidencia de la República, previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie. A mí no me avergüenzan, yo hago política (…). Me llama la atención que muchos políticos se arreglan en lo oscurito y cuando uno lo hace en público nos va como en feria. Yo lo digo: sí hicimos un arreglo político”.
Pero la conferencia tenía otra intención: Gordillo lanzó ahí su apuesta rumbo a la elección presidencial de 2012. Aseguró que no tiene preferencia por ningún aspirante, pero aclaró que una vez designados los candidatos se acercaría a ellos para definir su oferta política y los compromisos que estarían dispuestos a asumir en caso de ganar los comicios.
El lunes 4, el maestro Humberto Moreira, presidente nacional del PRI e integrante del SNTE, dijo que su partido está dispuesto a aliarse con el Panal. Dos días después, Enrique Peña Nieto lo ratificó: “El partido ha construido alianzas con otros partidos; Nueva Alianza involucra a un sector de la sociedad, y el PRI tiene claro, primero, que su principal alianza la tiene con la sociedad”.
Aunque priistas como Francisco Labastida y Roberto Madrazo rechazan una alianza con la poderosa lideresa magisterial porque operó contra ellos en sus respectivas campañas presidenciales, el camino para el retorno de Gordillo a ese partido parece allanado desde 2008, cuando empezó a pactar con la entonces dirigente nacional, Beatriz Paredes (Proceso 1644).
Avanzó en este mismo camino en 2010, al poner el Panal a disposición de Eruviel Ávila, ahora candidato triunfador en la elección de gobernador mexiquense. La hija de Gordillo, Mónica Arreola, fungió como enlace en esta alianza.
Terminó aquel pacto por el cual la maestra declaró a Calderón presidente electo en julio de 2006, sin que el IFE diera a conocer los resultados finales de la controvertida elección. Elba Esther Gordillo trabaja ya para el siguiente sexenio con su retorno al PRI, y al lado de Enrique Peña Nieto.¡AMLO 2012!
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