27 de julio de 2011

LAS CABEZAS DE LA HIDRA CONTRA LA GENTE. Por: Víctor M. Quintana S.

LAS CABEZAS DE LA HIDRA CONTRA LA GENTE.
Por: Víctor M. Quintana S.
No es que uno quiera ser negativo. Ni  que esté deseando que todas las estrategias oficiales contra la delincuencia fracasen para que alimenten los peores pronósticos. No. Bueno fuera que hubiera resultados muy positivos en este combate iniciado ya va a hacer cinco años a nivel federal y 40 meses en nuestra entidad. Que pudiéramos decir que, poco a poco vamos retornando a la paz de todos tan anhelada. Desgraciadamente no es así, porque aun apelando a los datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado, no hay recovecos por donde se cuele el optimismo.
La Fiscalía proporciona un comparativo estadístico del primer semestre de 2011 con relación al primer semestre del 2010. La gran diferencia entre los dos semestres es que, entre uno y otro, hubo cambio en el gobierno del estado. Esto implicó la unificación de la estrategia de seguridad  pública y de su mando en la susodicha Fiscalía General del Estado; la desaparición de la CIPOL y su sustitución por la Policía Estatal, además de una supuesta mayor colaboración entre los órdenes federal y estatal.
Hay resultados que, si uno quiere ver las cosas por el lado bueno, habría que reconocer: el número global de delitos denunciados en el primer semestre de 2011 con relación al mismo período del año pasado descendió en un 2.4 %.  El número de secuestros denunciados, que en el primer semestre del año pasado totalizó 109, ahora sólo llegó a 87, un 25% menos; el de robo de autos sin violencia, mostró una baja muy significativa: de once mil 683 a ocho mil 7, un 45% menos. También los homicidios descendieron ligeramente de la primera mitad de 2010 a la de 2011: de mil 766 a mil 629, un 8% menos.
Pero hay dos grandes “asegunes”: el primero es que, aunque muestran una tendencia a la baja, los delitos, siguen estando muy por arriba de los años anteriores a los “operativos conjuntos”: en todo el año 2007, hubo apenas  21 secuestros denunciados,  en el primer semestre del mismo poco más de la mitad de robos de vehículos sin violencia con relación al mismo semestre de 2011 y en todo aquel año 469 homicidios dolosos en toda la entidad, los que este año se producen en poco menos de dos meses.
El segundo “asegún” es todavía más preocupante: si bien muestran una disminución los delitos como homicidios, secuestros y robos de vehículos sin violencia, otros delitos, muy violentos muestran un incremento muy significativo durante el primer semestre de 2011: el robo de vehículos con violencia, escaló de dos mil 598 el primer semestre de 2010 a cuatro mil 366 el primer semestre de este año, un 68% más. El robo a comercios con violencia, aumentó en el mismo lapso de 417 a 732, un 75% más, y el robo a casas habitación con violencia pasó de 84 a 146 de la primera mitad del 2010 a la primera mitad del 2011, es decir, un 73% más.
Esto quiere decir que a pesar de todos los cambios, de gobiernos y de operativos, la gente común y corriente, las y los ciudadanos honestos de Chihuahua están padeciendo más violencia este año que el año pasado. Puede decirse que el despojo de su patrimonio, ya sea en su domicilio, en su negocio o en su auto, que ya era algo preocupante, ahora se hace a mayor escala y no sólo les quitan lo poco que tienen y que han logrado conservar a pesar de las recurrentes crisis económicas, sino además los vejan, los golpean, los lesionan.
Entonces resulta muy cierta la hipótesis externada por Eduardo Guerrero en la revista Nexos del mes de junio: la manera como los diversos órdenes de gobierno están atacando a los cárteles está provocando la fragmentación y el enfrentamiento entre éstos, lo que expande  geográficamente la violencia y multiplica los delitos que más impactan a la ciudadanía, como las extorsiones, el robo con violencia, los asaltos a bancos, etc.
Así,  en Chihuahua ya no sólo hay presencia de un cártel sino de tres, lo que amplía los hechos violentos y la recurrencia a los delitos de asaltos, extorsiones y robos con violencia para que las organizaciones criminales enfrentadas se hagan de recursos para vencer a las demás. Como en el segundo de los trabajos de Hércules, al cortar una de las cabezas de la  hidra, al espantoso monstruo le brotan otras tres.
Así, la estrategia de los órdenes federal y estatal de gobierno, ni le da el golpe letal a las organizaciones delictivas, ni logra proteger a la ciudadanía de la creciente violencia criminal.
¿Qué mas datos, qué mas argumentos se requieren para que se opere un cambio en la estrategia “a la de ya”?

¡AMLO 2012!

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