Adoraba comprar botas y pantalones en Juárez
Cynthia Camacho
El Diario | 09-07-2011 | 23:52
Ciudad Juárez– Al compositor y cantante Facundo Cabral le gustaba viajar a esta frontera por la calidez de su gente y sobre todo porque en Juárez se compraba sus inseparables pantalones y botas.
Entrevistado por El Diario en agosto del año pasado, días antes de un concierto, el autor de “No soy de aquí ni soy de allá” se confesó un “hombre de frontera” al que le gustaba comulgar simbólicamente con la gente de esta región, pero que también le gustaba venir de compras.
Cabral fue acribillado y muerto ayer en Guatemala. Su asesinato cimbró a toda América, sobre todo porque sus mensajes artísticos siempre estuvieron llenos de alusiones a la paz y de amor al prójimo.
“Siempre me compro pantalones en Juárez, siempre voy a una tienda de Stetson y me compro botas (no aclaró qué tienda). Si en este concierto me va bien, me voy a comprar un par de botas allá”, dijo la última vez que habló con El Diario.
Esa vez evadió el tema de la violencia, pero mencionó la relevancia de su mensaje de paz y sobre todo de vida en Ciudad Juárez.
“¿Vos sabés qué me decía la Madre Teresa (de Calcuta)?, que yo era un provocador de vida, y es que cuando yo empecé a cantar lo hice porque estaba muy contento. Subo al escenario a provocar vida, a cantar que estoy agradecido con Dios... hay artistas que a mí me provocan vida como Marco Antonio Muñiz con “Tiempo y destiempo”, Roberto Carlos con “Un millón de amigos”, y “Gracias a la vida” de Violeta Parra. Voy al teatro a provocar vida, tenemos ya bastante con las noticias”.
Opinó también acerca de las redes sociales, que dijo conocer poco.
“No las conozco pero ahora voy a tener una página. Es un medio de comunicación extraordinario si lo usas para buenas cosas. Por ejemplo si quiero saber algo de Picasso me meto a la Internet y me sirve, pero no para quedarse ahí todo el día, yo veo muchachitos que no salen de ahí y eso no es bueno”.
Respecto a los lugares que le gustaba visitar de Ciudad Juárez, en respuesta Cabral pidió compañía para hacer un recorrido durante su visita.
“¿Me acompañás?, yo no puedo salir porque ya soy muy grande para andar solo por la autopista”.
Su último concierto
en la vecina ciudad
“Cosa extraña el hombre…Nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere”.
Esa fue una de las frases más celebradas que mencionó el compositor argentino en el último concierto que ofreció en Ciudad Juárez, el primero de septiembre de 2010.
Cabral se presentó en el teatro Víctor Hugo Rascón Banda del Centro Cultural Paso del Norte para cantar y conversar con sus seguidores de la frontera.
En esa ocasión interpretó, entre otros temas, “Yo vengo de todo el mundo”, “Si el hombre es lo que ama”, “La vida sencilla”, “Cielito lindo”, “Los ejes de mi carreta”, y “Canción de cuna”, una de las piezas favoritas de la madre Teresa.
En compañía de una guitarra y una copa de vino, intercaló reflexiones y relatos de su vida en cada una de las canciones.
Mencionó el momento en que llegó por primera vez a México en 1972 a conocer las instalaciones de Televisa, y cómo una hora después Jacobo Zabludovsky le había cedido el espacio destinado al noticiero 24 Horas.
Relató que gracias a esa primera aparición en cadena nacional, conoció a grandes personajes como María Félix, Juan José Arreola y José Alfredo Jiménez, quien se volvió “su cuate” a partir de ese momento.
Entre sus pláticas, revivió la pobreza extrema de su niñez que lo obligó a trabajar en los campos desde los 9 años de edad, y cómo aprendió a leer a los 14 años ayudado por un jesuita de nombre Simón.
¡AMLO 2012!
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