DEL CORREO: Carmen Ortiz Elizondo - SOBRE EL ENCUENTRO ENTRE SICILIA Y CALDERÓN

SOBRE EL ENCUENTRO ENTRE SICILIA Y CALDERÓN.

de Carmen Ortiz Elizondo, el jueves, 23 de junio de 2011 a las 21:59
Yo creo que hay que separar el grano de la paja. El punto central de la discusión en torno a este encuentro no tiene nada qué ver con la calidad humana o la inteligencia de Sicilia. Es sin duda un buen hombre, inteligente, dolido y con toda justeza indignado, con toda la fuerza y valor que nos daría a todos un agravio de tal magnitud. El punto es que las víctimas o los familiares de las víctimas de la fallida estrategia contra el narco ubicamos a calderón como responsable de dicha estrategia. No sólo eso. Muchos, además, ubicamos su bandera de guerra contra el narco no como genuina, sino como parte de una estrategia chapucera pretendidamente legitimadora de su cargo, luego de un arribo ilegítimo a la gran silla. Eso no es cosa menor. La adhesión a la primera marcha convocada por Sicilia fue producto de sentirnos identificados con la demanda de un alto total a esa estrategia, a fin de detener tantas muertes. Muchos creemos en la buena fe de Sicilia, pero casi nadie en la de calderón. El punto es que en política las buenas intenciones no cuentan. Los errores no son por malas intenciones, sino por mal cáclulo político. Tal vez el punto clave con Sicilia es creer que al encabezar estas manifestaciones de protesta -las marchas- no está haciendo política. Error. Claro que está haciendo política, aun y cuando no sea conciente de ello, y es ahí donde aparece la falta de sustancia, la impericia en conducir al éxito de una estrategia. Específicamente, ha mostrado poca sensibilidad hacia quienes han vivido el indescriptible dolor de perder a un ser querido, quienes reclaman justicia año tras año sin obtenerla, quienes no ven interés en las autoridades locales ni federales en impartirla, y por lo mismo, no ven caso en dialogar con calderon. ¿Por qué habría de extrañarse alguien de que el abrazo entre ambos causara repulsión? Por qué no mejor entender que a Sicilia, con todo respeto, le ha faltado sensibilidad -a falta de oficio político- o a falta simplemente de sentido común, para cuidar esos pequeños grandes detalles, que en vez de que muchos de sus adherentes los interpretemos como aciertos, los percibimos como lo contrario, -por decir lo menos- fuera de lugar. Seamos francos. Calderón no tiene la más mínima buena intención con Sicilia ni hacia quienes nos hemos sumado a su convocatoria. Al contrario, tiene la maligna intención de neutralizarlo 'por la buena' a Sicilia, y con él, al movimiento en su conjunto. En verdad, ojalá me equivoque, y siendo así, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad irá creciendo y fortaleciéndose como es lo deseable. Saludos.


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