Pagan cárteles 5 mil pesos por cada migrante a personal de INM
Agencias | 10-05-2011 | 23:39
Distrito Federal— Los sicarios ni se molestan en México en arriesgarse para secuestrar a los inmigrantes centroamericanos que cruzan el país rumbo a Estados Unidos. Para eso, que se ha convertido en el segundo negocio más lucrativo de los narcos, tienen a algunos policías locales y a algunos agentes del mismo Instituto Nacional de Migración, que debería ocuparse de garantizar los derechos de los indocumentados.
El dinero es la clave una vez más de que algunos de los agentes de inmigración hayan olvidado sus obligaciones legales y se hayan convertido en secuestradores de inmigrantes. ‘Los Zetas’, por ejemplo, les ofrecen en Tamaulipas, 5 mil pesos (unos 430 dólares/300 euros), más de lo que cobra al mes un policía local, por cada centroamericano que les llevan hasta la puerta de su casa de seguridad (donde los retienen).
Las condiciones eonómicas de este mercado de tráfico de personas, publicadas ayer por el diario ‘La Jornada’, se han conocido gracias al valor de una parte de 120 inmigrantes secuestrados y liberados después por el Ejército en Tamaulipas. Ellos han denunciado e identificado a seis agentes de Migración, detenidos el pasado 19 de abril por haberlos “vendido” a los sicarios.
La declaración de los agentes, a los que las autoridades vinculan con al menos cuatro secuestros, ha revelado las “tarifas” de una tragedia que, según las últimas cifras oficiales, se traduce en el secuestro de más de 20 mil inmigrantes al año. Y muchos no sobreviven para contarlo, terminan su aventura en una fosa.
Desde 2009, la venta
Las organizaciones de derechos humanos denuncian desde hace tiempo los secuestros, extorsiones y asaltos que sufren los indocumentados a su paso por México con la complicidad de policías y agentes migratorios. La ONU ha tirado de la orejas recientemente al Gobierno precisamente por no frenar el “negocio de la inmigración”, que en la zona de Tamaulipas se reparten los Zetas y el cártel del Golfo.
De sus crímenes en ese estado hablan los 72 inmigrantes fusilados en agosto en San Fernando y los 183 cuerpos localizados en 40 fosas el mes pasado en el mismo municipio. Desde entonces, las operaciones de la Policía Federal y del ejército se han multiplicado y logrado liberar a casi 200 indocumentados en pocas semanas.
Registran desde 2009 liga entre INM y narco
Al menos desde 2009, el Gobierno federal tenía conocimiento de la colaboración de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) con las redes del crimen organizado dedicadas al secuestro de indocumentados en Tamaulipas.
En un testimonio recabado por Mauricio Farah, entonces quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una mujer relató que cuando viajaba junto con su hermano rumbo a la frontera con Estados Unidos agentes migratorios los hicieron descender del autobús en Tampico, los trasladaron a oficinas del Instituto y posteriormente fueron entregados a un grupo de plagiarios.
El relato de la migrante fue incluido, junto con otros 24 testimonios, en el libro Bienvenidos al Infierno del Secuestro, publicado por la CNDH hace dos años y al que acompañaba un disco de video.
“Saliendo de Tampico, en la caseta esa que hay donde piden papeles, me agarró Migración junto con mi hermano y ahí nos tuvieron (...) A media noche nos sacaron (de las oficinas) para llevarnos a una calle obscura. Ahí nos subieron a unos carros y nos llevaron a encerrar a una casa y ahí nos tuvieron nueve días hasta que pagaran por nosotros”, detalla.
“A mí me desnudaron, pero no me violaron”, agregó, “A mi hermano lo golpeaban porque querían que les diéramos los números de teléfono para pedir rescate por nosotros”.
Para Farah el hecho revela que los mecanismos de control de confianza en el INM no han funcionado.
“La pregunta es ¿qué hicieron en 30 meses?”, reprochó el ex funcionario ayer en entrevista.
Implican a otro agente
La Procuraduría General de la República (PGR) tiene identificado a un agente más del Instituto Nacional de Migración (INM) que estaría implicado en el secuestro de migrantes centroamericanos en Tamaulipas.
La PGR trabaja en su localización y detención, por lo que debido a la secrecía que guardan las investigaciones no se han dado a conocer el nombre de los agentes implicados en este caso, pues no se descarta que haya más funcionarios involucrados.
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