El asalto final
Algo importante y trascendental está sucediendo en México, algo de proporciones históricas colosales, de lo cual muchos mexicanos no tienen ni siquiera la más remota idea de lo que está sucediendo a sus espaldas, pero de lo cual una cantidad cada vez mayor de mexicanos está tomando conocimiento y están haciendo correr la voz.
A raíz de la exposición de varios trabajos en Internet y en los medios impresos como los que han sido publicados por Spectator así como por otros grupos así como por otros autores, la ideología así como la forma de operar así como las intenciones de la ultraderecha mexicana que ha creado para sí una especie de masonería negra, el nivel de desesperación en los cabecillas de esta conspiración ha ido en aumento al darse cuenta de que todo acerca de ellos está siendo expuesto a la luz pública nacional y mundial, y han tomado nota de que su tiempo se les está acabando. No pueden esperar dos o tres décadas más para consolidar su asalto al poder. Tiene que ser ahora, tiene que ser ya, antes de que una ciudadanía informada les desbarate sus planes y les marque el alto. El asalto gradual al poder no puede ser dosificado en la forma en la que estaba originalmente planeado, los planes han tenido que ser acelerados porque para esta gente siniestra es ahora o nunca. Ya tomaron nota del enorme poder de Internet con el cual no es posible imponer ya censura alguna en temas de carácter político que atañen a la ciudadanía, ya tomaron nota de los problemas que la falta absoluta de censura en Internet le han estado ocasionando inclusive al gobierno norteamericano a raíz de las filtraciones de Wikileaks, ya tomaron nota de cómo regímenes añejos regímenes dictatoriales en el Medio Oriente se están tambaleando o incluso se están colapsando a raíz de la rapidez con la cual se puede diseminar información por la vía electrónica. Ya tomaron nota de que Internet les puede aniquilar su terrible conspiración pese a todos los esfuerzos que hagan para evitarlo.
La literatura sobre la cual está fincada la ideología fundamentalista de los conspiradores de la extrema derecha ha quedado expuesta de varias maneras, sus entrañas han sido sacadas a la luz del día y sus falsedades han quedado documentadas por Spectator así como por otros. Se sabe en forma precisa qué es aquello en lo que creen, se sabe qué es lo que los mueve, y los creadores de tal propaganda han sido expuestos como los charlatanes y mentirosos que siempre fueron. Se tienen nombres de los cabecillas, se tienen nombres de sus cómplices, y esto los ha hecho entrar en una fase de desesperación que los está empujando a acelerar sus planes.
Desde un principio, cuando el Zar de la Ultraderecha nacional y principal forjador de una conspiración de gran envergadura para la instalación de un gobierno paralelo secreto en México, Antonio Leaño Alvarez del Castillo, aún vivía, Emilio González Márquez siempre fue su favorito para convertirse en Presidente de México, porque sabía que a diferencia de Vicente Fox y de Felipe Calderón podía contar con él para la consolidación final de la toma del poder por parte de la ultraderecha nacional. La siniestra sociedad secreta neo-fascista Tecos creada por Antonio Leaño en estrecha colaboración con la también sociedad secreta neo-fascista Organización Nacional del Yunque le dieron a Emilio González Márquez todo su apoyo para que pudiera ganarle a la mala en las elecciones del 2006 la gubernatura al candidato priista Arturo Zamora. La campaña de González Márquez en ese entonces fue una hechura de la ultraderecha nacional de principio a fin. Fueron ellos quienes, a través de sus redes de infiltración ya establecidas firmemente en el gobierno federal, se encargaron de filtrar a la prensa poco antes de las elecciones en Jalisco la información supuestamente confidencial de que el candidato priista Arturo Zamora tenía nexos con el narcotráfico. Estas acusaciones resultaron ser más falsas que un billete de tres pesos, pero lograron su efecto. Así es como trabajan estos tipos para llevar adelante su conspiración, así es como logran sus triunfos, así es como han logrado montar un escenario de democracia simulada en México. Y no sólo no tienen intención alguna de soltar el poder, están decididos a poner firmemente en la Presidencia de México a alguien que sea absolutamente leal e incondicional a ellos, no sólo a un panista tradicional o a un sinarquista, sino a alguien que está aliado a la ultraderecha antisemita de México. Y Emilio González Márquez es precisamente tal persona. Por ello tiene el respaldo total y absoluto de la ultraderecha nacional encubierta para convertirse en el próximo Presidente de México, y él lo sabe y por ello se está lanzando abiertamente por la Presidencia con el respaldo que se le ha garantizado de antemano, pese a que muchos en su estado ya no lo aguantan.
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