EXTRAÑA ACTITUD DE CUAUHTéMOC CáRDENAS
Por Benjamín Castro
Por el peso de la historia de nuestro país y por el saldo de los dos gobiernos panistas, el de Fox y el de Calderón, el PAN ya no debería existir ni tampoco su ideología.
Es decir, es la tradición de Maximiliano, de las haciendas porfiristas, del monetarismo asesino de Limantour, de los cristeros vinculados a los nazis y a Francisco Franco y las falanges. El PAN representa la tradición que ha impedido a México el seguir en una ruta de desarrollo industrial y tecnológico como el de los Estados Unidos, país cuya Revolución e instituciones inspiraron a las grandes figuras de la historia como Morelos, Hidalgo o Juárez.
El PAN fue siempre un partido minoritario, que sólo recibía cierto impulso en ocasiones en que la oligarquía lo utilizaba contra los gobiernos priístas.
Después, en los años 80s, el PRI fue obligado a ejecutar, desde el gobierno, el programa de sacrificios y austeridad del FMI y como consecuencia de ellos el PRI se convirtió en enemigo de los mexicanos, en el partido que éstos culpaban de todos sus males.
Los gobiernos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas utilizaron este descontento contra el PRI para organizar la alternancia ordenada por el departamento de Estado norteamericano y organizaron las elecciones para que el PAN llegara al poder y continuara con la ejecución de la misma política pero en un nivel ya mortal.
En esos 10 años el país se ha destruido y junto con él sus instituciones. Ese era el viejo objetivo de los panistas. De la tradición sinarquista, de los “Maximilianos”, es decir, la destrucción del Estado mexicano y están a punto de lograrlo de manera definitiva.
Por esa razón, las corrientes nacionalistas que le dieron forma al PRD y querían que fuera un instrumento de esas fuerzas no pueden en ningún momento, pactar una alianza con el PAN, sino más bien luchar para destruirlo en términos políticos, es decir, como corriente histórica. Por lo mismo, la lucha contra el panismo es prioritaria. No se entiende porque entonces el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, --un representante de la historia anti panista y anti oligárquica de México--, no permitió que alguien de su familia presidiera el PRD para poder arrebatar ese partido a Felipe Calderón que es el que ahora lo controla.
Esa actitud resulta muy extraña en este momento junto con todo lo que de ahí se ha derivado; como proponer que López Obrador presida ese partido y se auto elimine como candidato presidencial.
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