La sucesión Azcárraga: más argucias, más dinero, más poder...
Jenaro Villamil
En el ya larguísimo proceso legal relacionado con la fortuna heredada por Emilio Azcárraga Milmo se detectó un cúmulo de irregularidades que presuntamente favorecen a su hijo, Emilio Azcárraga Jean, en perjuicio de Paula Cusi, viuda de El Tigre, y que explican el inmenso poder económico acumulado por el junior. De acuerdo con peritajes contables, un débito personal del actual dueño de Televisa por 20 millones de dólares fue incorporado como deuda de la sucesión con Banco Inbursa y se sumó a una deuda anterior de 40 millones de dólares que Azcárraga Milmo había contraído con la institución financiera de Carlos Slim.
Con estratagemas jurídicas y financieras que pueden constituir delitos fiscales o presuntos fraudes civiles, Emilio Azcárraga Jean pasó de tener 10% a 50.3% de las acciones de Grupo Televisa, sin que concluyera el proceso de reparto de la herencia de su padre Emilio Azcárraga Milmo, e incrementó de manera arbitraria de 242 millones a 519 millones de dólares los pasivos de la sucesión, según revelan los últimos documentos del litigio interpuesto por Paula Cusi, viuda de El Tigre, ante el juzgado 62 de lo Civil en el Distrito Federal.
De acuerdo con el peritaje realizado en diciembre último por el contador Gilberto Centeno Mota, una de las irregularidades más importantes fue que, como deuda de la sucesión, en febrero de 1998 se incorporó un débito personal de 20 millones de dólares de Emilio Azcárraga Jean con Banco Inbursa, sumándose a la deuda anterior de 40 millones de dólares que contrajo su padre con la institución financiera de Carlos Slim.
Slim, a través de Banco Inbursa, pasó a convertirse de acreedor a socio y segundo accionista mayoritario de Televisa, hasta el rompimiento del dueño de Grupo Carso con Azcárraga Jean, ocurrido a principios de 2006.
“El pasivo reconocido por la sucesión es incorrecto porque reconoció pasivos que no corresponden al señor Emilio Azcárraga Milmo”, estableció el peritaje.
En sus respuestas, tanto los albaceas de la sucesión, Julio Barba Hurtado y Rubén Fuentes Colín, como los abogados de Azcárraga Jean argumentaron que este débito es válido porque se trasladó a un fondo off shore, conocido como Romeo, S.A., radicado en la República de Liberia, y cuyo titular era Emilio Azcárraga Milmo.
Sin embargo, el inventario de la sucesión “no hace referencia a la tenencia de acciones y/o derechos, titularidad y participación que el señor Emilio Azcárraga Milmo tenía en la sociedad denominada Romeo, S.A., constituida en la República de Liberia”, advierte Centeno Mota.
La existencia de este fondo off shore es una de las revelaciones más importantes del litigio que inició formalmente el 9 de enero de 2007 (Proceso 1605) y que se ha prolongado ante la juez 62 de lo Civil en el Distrito Federal.
Barba Hurtado presentó como prueba de esta deuda un documento, fechado el 16 de octubre de 1996, dirigido al Morgan Guaranty Trust Corporation de Nueva York, para remitir fondos del crédito a una cuenta cuyo titular es Romeo, S.A. El peritaje establece que en ese documento no se establece monto del préstamo ni fecha de suscripción ni de vencimiento.
“No hay forma de corroborar si Romeo, S.A., era el titular de la cuenta 600 06 698 del Morgan Guaranty Trust Co. of New York señalada en la carta de instrucción de remisión de fondos del 16 de octubre de 1996. Este documento de ninguna manera constituye una evidencia de naturaleza contable”, afirma Centeno Mota.
Para el abogado César García, quien encabeza el litigio de Paula Cusi, la existencia de Romeo, S.A., es una de las irregularidades más delicadas: “Emilio Azcárraga Jean contrató créditos y los trasladó a Romeo, S.A., ¿Cómo acreditas que pasaste un débito de 20 millones de dólares? ¿Por qué los metió a los pasivos de la sucesión de su padre? Tan sólo la declaración y el reconocimiento de los albaceas y de los abogados de Azcárraga Jean de que existe una empresa off shore constituye un delito fiscal”.
Más anomalías
Otras irregularidades expuestas en el peritaje al que tuvo acceso este semanario son las siguientes:
–La sucesión no realizó un “inventario detallado, integral y formal de los bienes de Emilio Azcárraga Milmo, incluyendo el registro de los Certificados de Participación Ordinaria (CPO’s) de Televisa, así como otras acciones y derechos de cobro”.
–“La sucesión no tuvo control adecuado del total de activos y pasivos”, como la omisión de registrar y reconocer activos importantes de Azcárraga Milmo, como la cuenta por cobrar al señor Guillermo Cañedo White por 13.5 millones de dólares. “No existe evidencia de que la sucesión haya cobrado los intereses derivados del adeudo reconocido por el señor Emilio Azcárraga Jean por 918 mil 979 dólares. No fue posible determinar la disposición y destino final de 5,710,315 CPO’s”, establece el peritaje.
–“No hubo proceso de rendición de cuentas detallado del desarrollo y estado real de la sucesión”, a pesar de constantes peticiones de información de Paula Cusi.
–“La sucesión reconoció pasivos de terceros y no existe evidencia de que se hayan intentado recuperar obligaciones, ahora de la sucesión, originadas por terceros”. En este rubro se ejemplifica con el caso de los 20 millones de dólares de adeudo de Azcárraga Jean con Banco Inbursa y 50 millones 378 mil dólares con Banco Santander, así como 25 millones 771 mil dólares con Florentino Montes Medina correspondientes al adeudo que tenía con Banca Serfin.
–“La sucesión permitió a terceros cobrar adeudos a favor de la sucesión sin autorización o mandato”, como el caso del cobro de Azcárraga Jean de adeudos por 14 millones 138 mil pesos al señor Guillermo Cañedo White.
–“La sucesión celebró convenios modificatorios agravando condiciones originalmente pactadas con altas probabilidades de ser incumplidos y de generar excesivos costos por daños y perjuicios.”
–“La sucesión pactó una supuesta ‘indemnización’ por los daños y perjuicios causados por la sucesión muy significativa y sin relación a ningún parámetro económico que pudiera ser justificada”. Es el caso del pago de 122 millones de dólares a las señoras Diez Barroso, por concepto de “indemnización por daños y perjuicios”.
El adeudo con la familia Diez Barroso, encabezada por Laura Azcárraga, hermana de El Tigre y madre de Fernando Diez Barroso, fue conocida como Deuda Alameda. En su origen, fue de 600 millones de dólares y ascendió a mil 400 millones, de los cuales 700 mil eran pasivos a cargo de Grupo Televicentro y 700 mil adquiridos a cuenta de la participación accionaria del propio Azcárraga Milmo. Los Diez Barroso reclamaban el pago de más de 300 millones de dólares de esa deuda o, a cambio, exigían tener un mayor porcentaje accionario en Grupo Televisa, que les hubiera permitido ejercer el control de la compañía y desplazar a Emilio Azcárraga Jean.
El 25 de enero de 1999, Televisa anunció que había adquirido la totalidad del capital de Grupo Alameda por 230 millones de dólares. La operación incluyó la reestructuración de la deuda y esto le permitió a Azcárraga Jean conseguir 4.19% más del capital accionario de Televisa.
En su demanda, Paula Cusi alega que la reestructuración de la deuda de Grupo Alameda se realizó sin contar con la autorización de los otros legatarios, empezando por ella. En los documentos se acredita que se les pagó 122 millones de dólares y los Diez Barroso no volvieron a desafiar el control accionario de Azcárraga Jean en Televisa.
–“Las empresas demandadas (Grupo Televicentro, Grupo Alameda y Grupo Triple C) aprovecharon el proceso de sucesión para reestructurar los pasivos de las compañías y de algunos accionistas, en perjuicio de los intereses de la sucesión.”
El abogado César García argumentó que este incremento de los pasivos de la sucesión se realizaron con el objetivo de declarar “en quiebra” a Grupo Televisa y no cumplir con el testamento de Azcárraga Milmo, que dividió en seis partes iguales su fortuna, correspondientes a las acciones que poseía en tres empresas ejes del consorcio mediático: Grupo Televicentro, Grupo Triple C y Grupo Televisa.
El incremento de los pasivos, la recompra de acciones y las negociaciones con sus hermanas y hermanastras, así como con la familia Diez Barroso y con Adriana Abascal, la última pareja sentimental de su padre, le permitió a Azcárraga Jean incrementar de 10% a 50.3% su posición accionaria en Televisa, porcentaje mayor al que tuvo el propio Tigre, quien falleció con 47% del control accionario de la empresa.
Azcárraga Jean no acudirá a tribunales
El complejo y largo proceso del juicio sucesorio ha beneficiado, por ahora, a Emilio Azcárraga Jean, quien ni siquiera tendrá que presentarse ante el juzgado ni será requerido por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en cuyas instalaciones se realiza el desahogo de pruebas.
El 11 de octubre de 2010, el magistrado de la cuarta sala de lo civil, Juan Lara Domínguez, revocó a favor de Azcárraga Jean la admisión de la prueba, por lo que el actual presidente de Televisa no tendrá que presentarse ante los tribunales.
Para el abogado César Méndez, lo anterior constituye un “fraude a la ley”, una estrategia para “realizar una serie de acciones que hagan inoperante a la ley”. La defensa de Paula Cusi presentará un amparo ante esta resolución, pero sólo se podrá revocar hasta que exista la sentencia.
El próximo 23 de enero, Paula Cusi se presentará en las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal para ofrecer la prueba confesional.
Los dos albaceas de la sucesión de Azcárraga Milmo argumentaron en sus declaraciones del 27 de septiembre de 2010 ante el juzgado que Paula Cusi “se negó a colaborar” y tuvo una “actitud hostil”; por tanto, se le excluyó del reconocimiento de los otros legatarios frente a la deuda de Banco Inbursa.
Incluso, afirman que al vender 10% de sus acciones a Azcárraga Jean, Paula Cusi facilitó que él obtuviera el control de Grupo Televicentro y Grupo Televisa después de la muerte de su padre.
Sin embargo, los albaceas afirmaron que no votaron a favor del aumento del capital del 30 de mayo de 1997 “sin autorización de todos los herederos y legatarios de la sucesión de bienes del señor Emilio Azcárraga Milmo”, y afirmaron que ante la insolvencia de Televisa no presentaron formalmente a los herederos y legatarios el inventario de CPO’s, propiedad de El Tigre.
La pregunta 112 a los albaceas mancomunados de la sucesión de Azcárraga Milmo, la última del largo interrogatorio del 27 de septiembre, fue la siguiente:
“¿Que usted supo y estuvo de acuerdo en la venta de acciones de Panamsat y Univisión, propiedad del señor Emilio Azcárraga Milmo, lo que trajo consigo un beneficio económico a favor del señor Emilio Azcárraga Jean?”
La respuesta de Julio Barba Hurtado fue “no”.
¡AMLO 2012!
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