19 de junio de 2010

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ALTERNATIVA LATINOAMERICANA DESDE CANADA: 19 DE JUNIO 2010

El Programa Alternativa Latinoamericana de éste sábado 19 de Junio

Desde cfru 93.3 fm, Radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá
Madeleine Speed, Hilda Venegas y Sergio Pochón

El acontecer latinoamericano de esta semana
"Sudáfrica; El lado oculto del mundial"
"Colombia; Propuestas electorales de Santos y Mockus"
"El Refugio"
música de
Rubén Blades
Manu Chao
Actitud María Martha
Nach
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El Análisis político del
Dr NORBERTO EMMERICH
Desde Buenos Aires Argentina
"Bélgica"
****La colaboración de
Dontriana

De la Resistencia Civil Pacífica
Durango, México
"Cadena Nacional"
Mensaje de Calderón como justificación o "burla"
ante la semana más violenta en el país y en dónde además
la Corte quedo corta ante su desempeño de Justicia
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Noticias de Género en la Red
"Las mujeres siguen buscando la igualdad real "
"La tv mexicana reproduce y anima la violencia antifemenina".
"El estereotipo de belleza, una esclavitud"
Radio Canada Internacional " la Trata en las Américas"
audio RA; refugiados colombia
Amy Goodman "Promesas rotas, leyes violadas, vidas destrozadas"
con música de
Katia Cardenal
Mariana Montalvo

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¡Es un Honor Estar con Obrador!

ROMPIENDO EL BOICOT: A LA VENTA EL NUEVO LIBRO DEL PRESIDENTE LEGITIMO DE MEXICO EN CHIHUAHUA

SE LES INFORMA QUE YA TENEMOS EN VENTA EL LIBRO DEL LIC. ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR . 

 
LA MAFIA QUE SE ADUEÑO DE MEXICO Y EL 2012


PARA LOS COMPAÑEROS QUE GUSTEN ADQUIRIRLO CON JULIA MONDRAGON DE LUNES A VIERNES  EN EL GOBIERNO LEGITMO   ALDAMA 710 INT. 10 .TEL  410 50 86  O CEL. 614 242 34 13 SU VALOR ES DE $100.00 

TAMBIEN LO PUEDEN ADQUIRIR EN EL MODULO DE CREDENCIALIZACION LOS DIAS SABADO Y DOMINGO PLAZA DE ARMAS  LO TENEMOS A PARTIR DE HOY EN UN HORARIO DE 10:00 AM A 3:00PM.
 APURENSE PORQUE SE AGOTAN


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RENÉ DELGADO: LA MENTIRA

La mentira
Por: RENÉ DELGADO
SOBREAVISO
Mentir es todo un arte. Generar ilusiones o derivar beneficios de las mentiras exige disciplina, habilidad y destreza, acompañadas de un enorme poder de convencimiento.



De quienes hacen del engaño su herramienta de trabajo o su modo de vida, los mejores son los magos: crean un imperio evanescente de ilusiones que agradece el batir de plantas y, en un encore, regala al público con algún truco diferente. Pero quien miente una y otra vez sin dominar el oficio ni sostener por un instante el secreto del engaño termina mal. Termina simple y llanamente como mentiroso o, bien, como un mentecato a quien no debe confiársele ni un gramo más de crédito.

A eso último se está exponiendo el Gobierno. Miente y miente y, a la mitad de su acto de prestidigitación, en plena escena, se le escapa el conejo de la chistera, se le caen las cartas, se le salen de la manga las mascadas anudadas. No hay magia, hay desencanto.

***

Declarar día de luto nacional la fecha de la tragedia ocurrida en la Guardería ABC es una mentira.

Lo es por que izar a media asta la bandera mientras se hace todo lo posible por evadir la responsabilidad de lo sucedido es una grosería. Asiste la razón a quienes argumentan que casos como el de la guardería no tendrían por qué llegar hasta la Suprema Corte, quizá, así sería si las instancias encargadas de procurar, administrar e impartir justicia lo hicieran, pero no lo hacen. Por eso llegan a la Corte que, absurdamente, ha vuelto a demostrar que no es la última instancia no por que haya otra, sino porque esa última no existe.

Hoy, con la resolución-evasión de la Suprema Corte, ya se puede decir que los responsables del incendio en la guardería son los mismos que sepultaron a los mineros de Pasta de Conchos, los mismos que abusaron y violaron activistas en Atenco, los mismos que matan y violan en Oaxaca, los mismos que quisieron darle un escarmiento a la periodista Lydia Cacho por denunciar pederastas... Fantasmas con nombre y apellido, que la Corte prefiere no pronunciar.

Lo que el ministro Arturo Zaldívar proponía a sus colegas era establecer el horizonte de la responsabilidad en el servicio público a partir de la facultad que tiene la Corte y sentar un precedente, pero la mayoría de los ministros prefiere abdicar de esa facultad o, como quien dice, evadir su propia responsabilidad. Es una pena ver cómo algunos comisarios del panismo, destacadamente Salvador Aguirre Anguiano, se disfrazan de ministros de justicia.

Ganó Juan Molinar. Puede irse a festejar al Ángel de la Independencia su victoria sobre los niños muertos, pero bien podría el presidente de la República pedirle su renuncia. La brutal descalificación de ese funcionario y su conducta tomada del brazo de su abogado, Fernando Gómez Mont, lo hacen insostenible. Mientras no se vaya o lo echen es mentira afirmar que se lucha contra la impunidad. Se tolera con los amigos.

***

Es mentira que los niños Almanza hayan muerto a causa del fuego cruzado durante un enfrentamiento entre criminales y militares. La Comisión de Derechos Humanos asegura que murieron a causa del fuego directo y discrecional de los militares sobre ellos y sus padres.

Ahí está la recomendación y, por lo visto, el Ejército cuestiona el valor de ella. Quizá los militares tienen razón en sostener su dicho, pero si, al final, se consolida la conclusión del ombudsman, el tamaño de la mentira exigirá un castigo ejemplar sobre altísimos mandos del instituto armado.

Litigar quién es responsable de la muerte de los menores es, de por sí, terrible, pero pretender edificar un mausoleo de mentiras sobre su cadáver es temerario, sobre todo si el engaño se desploma. Golpearía directo sobre una institución importante en extremo.

Por como van y se encaran las cosas, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que es el presidente de la República, sólo está dando lugar a que, al término de su mandato, se integre una Comisión de la Verdad para saber de aquellas bajas inexplicables que tuvieron lugar en una guerra que, supuestamente, ahora no existe. Aquella historia que hace años tanto le costó remontar al Ejército puede repetirse.

***

Es mentira insostenible que los muchachos del Tecnológico de Monterrey hayan muerto a causa del fuego cruzado entre criminales y militares.

Es un secreto a voces que fueron muertos por el Ejército y, aun con la pena, sería comprensible que así hubiera sido. Pero si, en vez de reconocer el fatal error, se insiste en poner como tabiques una mentira sobre otra, el desenlace será todavía más grave. Ya mintió el secretario Fernando Gómez Mont al decir que, en días, se conocería el video de la refriega donde murieron, ya mintió y de mala manera la Procuraduría al pretender justificar lo injustificable. Cada día que pasa sin esclarecerse el hecho se agrega una mentira en el calendario.

¿No se han dado cuenta que, desde el principio, les falló el truco? Que de la chistera de sus mentiras sólo salen gatos.

***

Es mentira afirmar que se lucha contra la impunidad, cuando se renuncia a investigar el secuestro de un personaje como Diego Fernández de Cevallos.

Cuando un Estado renuncia a cumplir con su deber y, en particular, a liberar a un secuestrado hace una confesión terrible: sin decirlo, reconoce poderes superiores a los suyos o, bien, reconoce una profunda desconfianza ciudadana frente a su capacidad para garantizar la integridad y la seguridad de la ciudadanía.

Es frecuente esgrimir razones humanitarias o razones de Estado para hacerse de la vista gorda frente al deber, pero renunciar a él -de manera pública y rotunda- habla de ausencia en la dirección de ese Estado. Si renunciaron, no pueden mentir.

***

Es mentira decir que se está a favor del acceso a la información y la transparencia cuando por lo bajo se golpean los cimientos de ese derecho. Es mentira salir con el cuento de que "existe una percepción generalizada de que el objetivo del Gobierno es 'combatir el narcotráfico'" cuando, durante meses, ese Gobierno se llenó la boca publicitando sus acciones "para que la droga no llegue a tus hijos". Es mentira decir que el país atraviesa por una crisis de imagen cuando su cuerpo presenta heridas criminales. Es mentira sacar de la manga un decálogo de intenciones para, al paso de los meses, deshojarlo y tirarlo a la vera del camino, ansiando llegar al término del mandato.

***

Si no se es mago, es mejor dejar de mentir, de ensayar trucos y engaños. Es mejor reconocer errores, hablar con la verdad e intentar retomar el rumbo. Si no es así, se corre el peligro de quedar como el aprendiz de brujo.

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Sobreaviso@latinmail.com

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JAIME AVILES: México 2010: olvidar el futuro

México 2010: olvidar el futuro
Jaime Avilés
Foto
En 2004, José Saramago visitó las instalaciones de La Jornada, donde convivió con trabajadores, accionistas y directivos. En la imagen, el escritor portugués observa la portada que este diario realizó con motivo de su nombramiento como premio Nobel de Literatura 1998. Lo acompaña Lilia Rossbach. Fabrizio León, Foto

A
batido por la desaparición física de don José Saramago, el mundo pierde a un activista de primera línea, que en Europa, en Palestina, en Latinoamérica, en Chiapas, en México, siempre salió, en el momento justo, en defensa de quienes más lo necesitaban. Pero tras la muerte de este portugués universal, la humanidad se queda con un grandísimo escritor vivo, en plenitud de facultades, lleno de fortaleza, de juventud, de ingenio, de fantasía, de humor, de erudición, de clarividencia y de poder narrativo, que será inmortal hasta el fin de los siglos mientras alguien lo lea.
Cuento dos anécdotas que pintan de un plumazo la admirable vitalidad que a los 79 años le permitía viajar sin descanso por todo el planeta, escribir novelas maravillosas, pelear en la prensa, y comer y cantar con una alegría casi infantil. En marzo de 2001, durante una reunión en casa de Ricardo Rocha, a la que asistían Manuel Vázquez Montalbán; Laura Lara, de Alfaguara; el anfitrión y su familia; don José y Pilar del Río, su esposa, a cada rato Saramago volteaba hacia mí, alzaba discretamente su copa o sonreía con un guiño, al cual yo, atónito, le correspondía sin entender qué pasaba.
Había tenido el privilegio de conocerlo dos años antes en Venecia, donde me concedió una entrevista sobre la guerra de Kosovo, y meses después, por Laura Lara, de Alfaguara, supe que había quedado muy satisfecho. ¿Esa era la causa por la que en casa de Ricardo Rocha con tanta frecuencia me sonreía? ¡Qué va! Es que yo estaba sentado junto a una señorita pelirroja guapísima, a la que el maestro no cesaba de coquetearle, y de piropearla en silencio, con miradas de suplicante seducción.
Era la víspera de la llegada al Zócalo de la Marcha del color de la tierra. Al otro día, muy temprano, Saramago, Pilar del Río, Vázquez Montalbán, Ricardo Rocha, sus hijos, la pelirroja guapísima y yo, acudimos a recibir a los zapatistas comprimidos como adolescentes en dos pequeños automóviles, y todavía hicimos escala en el Fiesta Americana para recoger a Joaquín Sabina y a Ximena, su novia; él, verde porque no había dormido, ella fresca, radiante y dicharachera.
Miles y miles de personas colmaban la Plaza de la Constitución cuando bajamos de los cochecitos ante el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde por cortesía del Gobierno del Distrito Federal nos instalaron en una oficina del primer piso con vista al Zócalo. Don José y Pilar iban de paliacate rojo al cuello, como los indígenas rebeldes, pero él se impacientó porque desde aquellas angostas ventanas era imposible apreciar la dimensión colosal del evento.
Ansioso por ver más, Saramago desapareció con Vázquez Montalbán, y mientras Sabina moría por falta de cerveza, y Ximena y la pelirroja trataban de conseguírsela, Pilar del Río preguntó y supo que su incorregible marido, el premio Nobel de Literatura 1998, estaba nada menos que en la azotea del GDF, brincando y gritando con el puño en alto, lanzando vivas a los comandantes y las comandantas del EZLN y al subcomandante Marcos.
–¡Por favor! –le dijo Pilar del Río, angustiada, a la pelirroja guapísima—. ¡Sube y, por tu madre, cuídalo! ¡Pero, niña, corre, que no se vaya a caer!
Estos recuerdos, banales pero entrañables, no alivian la tristeza causada por la muerte de un grande entre los grandes, que viene a sumarse al dolor acumulado por otras ausencias irreparables, como las de Carlos Montemayor y Bolívar Echeverría. Tampoco disminuye la indignación sin atenuantes provocada por los ministros de la Suprema Corte de la Injusticia, que al renunciar a sus responsabilidades frente al homicidio de 49 bebés en la guardería ABC de Sonora, han abolido, de jure y de facto, el Poder Judicial del país, echando otra capa de pavimento al camino por el cual nos llevan cada vez con más descaro hacia una dictadura totalitaria, que ya se destaca por su marcada vocación asesina.
Retomo, sin embargo, el hilo del cuento sobre Saramago, el Saramago vivo, el que nos acompañará siempre, y lo hago como pretexto para reivindicar la olvidada importancia de la literatura en nuestra comprensión del mundo. No es una reflexión gratuita. Viene al caso porque tiene que ver con el nuevo libro de Andrés Manuel López Obrador –La mafia que se adueñó de México... y el 2012–, y la publicación de una novela extraordinaria: Olvidar el futuro (Tusquets, México, 2010), del escritor hidalguense Agustín Ramos. Aunque ustedes no lo crean, ambos títulos guardan estrechas relaciones entre sí.
En una época mucho más feliz que ésta, hacia 1969, el filósofo español Adolfo Sánchez Vázquez, a quien la guerra, el exilio y Lázaro Cárdenas volvieron mexicano, publicó un título que hoy, tantos años después, sigue siendo lectura obligada para los estudiantes de Filosofía y Letras. En efecto, en Las ideas estéticas de Marx (Ediciones ERA), Sánchez Vázquez habló con largueza sobre las relaciones entre literatura, ciencia política y sociología, al analizar las novelas de Franz Kafka.
Zapatero a tus zapatos, nos decía la maestra Eugenia Revueltas a los estudiantes de Letras en la UNAM de 1972, cuando al comentarnos la obra de Sánchez Vázquez nos recordaba que en 1870 Marx leía con avidez los libros de Balzac, para entender los usos y costumbres de la alta burguesía europea de 1830, mientras investigaba y esclarecía el funcionamiento del sistema capitalista.
Gracias a ese truco, los alumnos de doña Eugenia aprendimos a leer las aventuras de Sherlock Holmes con otros ojos: para descubrir cómo era la ciudad de Londres en 1880, en la que el joven Arthur Conan Doyle (1859-1930) escribió las primeras hazañas del célebre detective de la pipa, al mismo tiempo que el anciano Carlos Marx (1818-1883) redactaba los tomos finales de El Capital.
A lo mejor, dentro de muchos años, para comprender cómo era la vida cotidiana de nuestro país cuando López Obrador escribió La mafia que se adueñó de México...y el 2012, los estudiantes de sociología, de literatura y de historia escudriñarán con avidez las páginas deOlvidar el futuro. Si en su libro, el máximo líder opositor enjuicia a los 30 potentados que hoy por hoy dominan a más de 100 millones de mexicanos, en su novela Agustín Ramos toma como personaje central a uno de los miembros de ese grupo, el hombre más rico del mundo,un empresario mexicano de origen libanés, al que jamás llama por su verdadero nombre, pero acerca del cual relata vida y milagros, conocidos e inéditos, como si lo hubiera tratado íntimamente desde siempre, sin mencionar que además lo sitúa en un contexto de pesadilla, en que la corrupción, la inseguridad, la violencia del hampa y de las fuerzas armadas forman parte normal del paisaje, y México (p. 287) es gobernado por un Presidente Legal (Pelele, por sus siglas, solía decir gran parte de la población), que termina dando un golpe de Estado para acelerar las reformas estructurales que faltan..
Y ya que en esas estamos, quiero terminar mostrando una coincidencia asombrosa entre ambos libros. En La mafia... López Obrador señala: La entrega de Telmex se decidió entre Carlos Slim y Roberto Hernández (que) al final fue para el primero y al otro le ofrecieron Banamex. (p.18). En Olvidar el futuro, Agustín Ramos cuenta cómo uno de los hijos del hombre más rico del mundo percibió la incorporación de Telmex al patrimonio familiar: Su padre le ganó a su socio principal y éste debió conformarse con el banco (p.244). La novela de Ramos se publicó un mes antes que el ensayo-denuncia-proyecto-alternativo-de-nación del Peje. Cometería grave error quien no se regale unas horas para leerla.
jamastu@gmail.com

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PROCESO: Monsiváis, "la última voz intraducible...": Castañón

Monsiváis, "la última voz intraducible...": Castañón
Armando Ponce


MÉXICO, D.F., 19 de junio.- El 22 de junio de 1990, en el número 163 de la revista Vuelta que dirigía Octavio Paz, el escritor, poeta y editor Adolfo Castañón escribió un perfil acucioso de Carlos Monsiváis, donde resumió:.

“Oscilando entre el periodismo, la crónica, la historia, la fábula, la agonía y el éxtasis, la palabra de Monsiváis ha eludido cuidadosamente la creación de personajes al tiempo que rescata --con el mismo escrúpulo-- mundos, climas y modismos, voces y ambientes particulares, regionales. De ahí que encarne la última voz intraducible en que se reconocen las masas mexicanas antes de iniciar definitivamente el éxodo hacia la uniformidad sin fronteras; de ahí también que uno de los escritores mexicanos e hispanoamericanos más dotados e inteligentes de nuestro siglo corra el riesgo de no acceder verdaderamente a la literatura --es decir a la intuición de la persona a través de la palabra, a la creación de personajes-- y de quedar en la memoria del futuro y en el presentimiento de los lectores en otras lenguas como una leyenda milagrosa e inexplicable.”

 Se trata sin duda alguna del más redondo de los trabajos en torno a la figura, trayectoria y aportación del cronista urbano más destacado del país, a quien en breve le sería impuesto el doctorado Honoris Causa de la UNAM y cuyos restos serán velados desde las 21 horas de esta noche en el Museo de la Ciudad de México, sin duda el recinto que, ahora recién renovado, era el más adecuado, debido a que Monsiváis mantuvo un diálogo permanente con su ciudad natal. El texto es el siguiente:

* * *

“For native Spanish she had no great care,

At least her conversacion was obscure.”

Lord Byron, Don Juan

Adolfo Castañón

Nacido en 1938, Carlos Monsivais pertenece con José Emilio Pacheco y Sergio Pitol a una generación que vivió su infancia en la guerra y su adolescencia en la Guerra Fría. La guerra es la madre que alimenta la imaginación de por lo menos dos de las novelas más importantes de este periodo, Morirás lejos de José Emilio Pachecoy El desfile del amor de Sergio Pitol, y tal vez debiera enmarcarse bajo la sombra de la guerra el perfil ideológico de Carlos Monsiváis, la perseverancia de su dualismo, el clima de asedio que impregna su óptica y su visión de la cultura.

En más de una ocasión, Carlos Monsiváis se ha definido públicamente como un hombre de izquierda, y a lo mejor su trayectoria se podría describir como la odisea de un escritor empeñado en demostrar que se encuentra situado no en el polo del miedo sino en el de la esperanza. Para algunos, la congruencia con que ha sostenido este insostenible compromiso hacen de él --independientemente de la verdad o de la credibilidad que se conceda a esas creencias--, sin duda, uno de los escritores mas respetados y respetables del México contemporáneo. Para otros, esa perseverancia lo ha obligado a un revisionismo constante que lo hace un escritor que busca desesperada e innecesariamente oportunidades para obtener --sin conseguirlo siempre-- el respeto y la aprobación pública.

Entre tanto, el versátil y ubicuo prosista, se nos va de las manos dejándonos un azufrado olor a mito. Misteriosa, increíblemente el escritor y crítico efectivamente dueño de una obra parece buscar una aprobación que no se remite exclusivamente a su obra sino que se funda en un pacto ideológico, en un juego de opiniones emanadas, suscitadas o entrevistas por el personaje. Al alterarse la ecuación entre la experiencia y la forma, entre la verdad y la belleza, la exigencia de verdad del escritor resulta comprometida por la necesidad de indulgencia, de simpatía o de complicidad que busca el escritor transformado en profeta. Por otra parte, la figura de Carlos Monsiváis en el México contemporáneo es inexplicable si no se toma en cuenta que se trata de uno de los hombres mejor informados de México.

Una red siempre móvil y siempre renovada de contactos, relaciones, amistades, encuentros, referencias, lecturas y registros lo mantiene a flote sobre el mar de la atareada e infatigable humanidad mexicana. Por más que escriba y por más que lo leamos, difícilmente agotaríamos el conocimiento que Carlos Monsiváis tiene de México. Pero si bien Monsiváis es en sí mismo una agencia de noticias, si bien hormiguea en él una voracidad volcánica de información y saber históricos, él, en persona, suele ser frío, huraño; se diría que sólo se humaniza ante una cámara de televisión. Con todo, su verdadero rostro lo adivinamos después de algunos minutos de escucharlo por radio. Entonces, su voz llega a transformarse en un carnaval.

Sí, es una cabeza caliente y no un cerebro frío; un alma perdidamente enamorada del mundo y que ha querido transformar esa maldición en un camino para que el mundo se enamore de ella. La prueba: Monsiváis es uno de los últimos escritores públicos del país y quizá uno de los últimos nombres que las multitudes mexicanas sean capaces de reconocer.

La civilización burguesa reconoce en la cultura un signo de bienestar y en el escritor que la cultiva y expresa un índice de su propia fecundidad y una confirmación espiritual de su mundo. En cambio, la cultura en un país subdesarrollado como México tiende a prosperar como un signo del malestar y suele volverse pública cuando refleja la esterilidad, la confusión, el resentimiento. Con perseverancia no exenta de resignación, Carlos Monsiváis se ha hecho eco de esas voces.

Exactamente --pues más que ver oye. Tiene algo del murciélago invidente que se orienta mejor en la oscuridad. Su medio natural es la barbarie, la intemperie cultural, la excepción crítica. No le atrae la serena mansedumbre de la vida cotidiana, es un hombre desvelado por “los grandes momentos” y no comprende ni le interesa lo que no se puede transformar en histórico, lo que no demuestra el progreso o el retraso de la Historia. Documentar ese optimismo equivale a enumerar a los protagonistas secretos de la historia, equivale a recuperar para la historia las fiestas efímeras de una sociedad en nacimiento: la prosa como happening del happening. Se siente la urgencia de los despachos de guerra en esta literatura de la insurgencia civil cuyo foco se desplaza de un lado a otro.

Guerra y happening, el apocalipsis en prosa de Monsiváis es, por un lado, el producto más acabado y sazonado de la cultura periodística mexicana que --junto con la lírica-- es la tradición escrita más sólida y representativa de la cultura mexicana.

Por otro lado, Monsiváis aparece en este país de poetas y de periodistas como un explorador y un viajero. Es un Marco Polo de la miseria y de la opulencia, un agente viajero de la crítica que vive atravesando las fronteras sociales, desde los bajos fondos hasta la izquierda exquisita pasando por las masas y las estrellas, las figuras legendarias y las tragedias, las máscaras y las fiestas. Va en busca del presente perdido en la basura de los periódicos. Es un paseante y un pasajero del tren de vida que asoma la cabeza para asistir al paisaje cambiante del status. Campo de batalla, parque de diversiones, siempre la Plaza, la cuenca vacía que va llenando paulatinamente la masa con sus ríos --ése es uno de los recursos literarios preferidos por este autor: la crónica de la ocupación y la evacuación de las masas.

Así aparece y desaparece el maestro de ceremonias de la gran comedia nacional, el sacerdote de los cultos bajos, serviles y saturnales. Es el bufón que domina todas las destrezas y las subvierte. Por esta razón es también el único que llora cuando los demás ríen, uno de los pocos que sabe en cuántas piezas se ha roto la patria, uno de los pocos que conoce el dolor de México. A esa amargura se añade la tragedia de todos los grandes viajeros que han perdido el origen; como si la ciudad hubiese celebrado con él un pacto faústico y le hubiese revelado todos sus secretos a condición de que él renunciara a su casa. Quien acepta semejante sacrificio, cree que es posible romper el aislamiento, crear un mercado común de ideas y sentimientos, restituir a la historia una dignidad no corrompida por el conformismo. Sacerdote de las fiestas saturnales donde los siervos se coronan y los reyes se arrodillan, Monsiváis es, bajo su ropaje moderno, un hombre del pasado en quien los muertos alientan, el depositario de la historia de que se ha impregnado en su viaje al fondo de la noche triste, en su vuelta arcaica al mundo mexicano a través de sus familias, clanes, grupos y multitudes. Bajo la crónica se adivina otro género que hace formalmente posible esa inmersión en la masa, en los muertos, en el pozo de la historia reflejado bajo la superficie del presente: el sueño, los sueños. El género medieval y luego picaresco llevado a la perfección por Quevedo, es resucitado subrepticiamente por Monsiváis bajo la capa de un nuevo periodismo que combina la parodia, la descripción, la interpolación, la entrevista, la cita, la sentencia, la reflexión sociológica, la indiscreción y el autoanálisis. Si en el sueño tradicional hablan de preferencia los muertos, en los sueños monsivaítas ese lugar lo ocupan las masas, los tipos, las formaciones gregarias, los personajes característicos. Sin embargo, si bien el sueno (a veces pesadilla), es utilizado como forma literaria, es decir como forma de conocimiento, no queda claro para el lector si Monsiváis quiere o no despertar de ese sueño obsesivo del presente apocalíptico e informe que, paradójicamente, le sirve para eludir el pasado, es decir la forma.

Entre tanto es obvio que la lectura bárbara y la rapiña comercial condenan a Monsivais a aparecer como un escritor pseudocostumbrista en el contexto inminente de una sociedad uniformada aun en el nivel de los fellahs, de los parias, de los intocables. En la mezcolanza insípida de las nuevas clases medias, de la lumpenproletarización de las clases medias ilustradas, de la deserción de los obreros hacia el tianguis y de la entrega del campo a los grandes explotadores industriales, los escritores se enfrentan a la difícil tarea de nombrar la cantidad y enumerar la legión.

Después de su viaje por las castas, las clases y los bajos fondos de un México que ayer parecía antiguo y hoy parece desechable, Monsiváis, el vendedor ambulante de sueños profusos, ha logrado convertir a los adeptos del realismo periodístico en turistas fáciles de un viaje previamente organizado.

Así como el sueño obsesivo de Monsiváis es un sueño del presente --un presente en el que está envuelta la masa, la historia-- y paradójicamente sonado para escapar del pasado oficial de la tradición escrita, su puntualidad en relación con la historia es singular, ambigua. Lo grotesco y lo banal, la épica y la trivialidad desembocan tumultuosamente en una prosa que se alimenta de las tradiciones orales: a la taquigrafía y la observación del redactor corresponden los comentarios sin lectura, la admiración fundada en el entusiasmo y la simpatía gregaria e ideológica --religiosa en última instancia-- de sus tribus lectoras. El habla y la tradición oral como fronteras de la lectura y de la escritura constituyen la fuerza y la debilidad, responden por la exactitud y la impuntualidad de este proyecto literario que exige ser evaluado en términos de proceso y no de obra. Por otra parte, esa oportunidad de Monsiváis para coincidir con la historia, para descubrirla, para inventarla, para imbuir a la realidad, por banal que sea, con la dignidad de la interpretación; el instinto o el valor que lo llevan a donde quiera que arda Troya, lo obligan a recorrer una superficie y lo hacen superficial, falsamente profundo. No tiene ideas, como dijo Octavio Paz, sino ocurrencias --diríamos, concurrencias, dichos agudos para la ocasión, pensamientos inesperados para encuentros casuales. Un golpe de dados abolirá a Monsiváis. En su calidad de taquígrafo del juego de la Historia --el desvanecimiento de México en la configuración de Norteamérica como región--, de testigo de calidad de las grandes y pequeñas cantidades de la corriente social, Monsiváis da fe, aparece invariablemente como un precursor o un sobreviviente. Parece el único contemporáneo de todos los hombres que se mueven bajo el firmamento de todos los tiempos mexicanos. Pero --misterio-- llega a la Fiesta antes de que ésta empiece, se va antes de que concluya e incluso cuando se queda parece extrañamente ausente. Es natural: cada palabra registrada, cada hecho observado despiertan en él una tempestad de asociaciones y al observador lo separa de la realidad una vidriera sociológica e interpretativa. Lo vemos observar; lo vemos repetir para sí mismo lo que los otros dicen. Verdad que más que observador escrupuloso e imperturbable Monsiváis es un hombre que escucha? Sabe quién habla y para quién, reconoce desde dónde habla cada quien. Esta facultad --casi un instinto-- para situar moralmente a un interlocutor hace de Monsiváis un explorador ideal de lo que podría llamarse la geografía del status mexicano y aun diríamos latinoamericano. Esa facultad parece insinuar que en Carlos Monsiváis se encubre uno de los grandes novelistas mexicanos del siglo xx.

Oscilando entre el periodismo, la crónica, la historia, la fábula, la agonía y el éxtasis, la palabra de Monsiváis ha eludido cuidadosamente la creación de personajes al tiempo que rescata --con el mismo escrúpulo- mundos, climas y modismos, voces y ambientes particulares, regionales. De ahí que encarne la última voz intraducible en que se reconocen las masas mexicanas antes de iniciar definitivamente el éxodo hacia la uniformidad sin fronteras; de ahí también que uno de los escritores mexicanos e hispanoamericanos más dotados e inteligentes de nuestro siglo corra el riesgo de no acceder verdaderamente a la literatura --es decir a la intuición de la persona a través de la palabra, a la creación de personajes-- y de quedar en la memoria del futuro y en el presentimiento de los lectores en otras lenguas como una leyenda milagrosa e inexplicable.

Tom Wolfe --decía Truman Capote-- no durará.

Entre la multitud de cabezas tibias, frías o calientes, Carlos Monsiváis pertenece a la rarísima especie de Tiresianas con un hemisferio ardiente e infernal y otro helado, angélico. Interés impersonal, entomológico, por los hombres, pasión personal por las creencias, convicción visceral de que existe una geometría de los apetitos sociales --tales son los factores de la combinación singular que respalda la vivacidad de su burlona misericordia. Tal es la paradoja de este cronista, heredero alborotado y descastado de Bernal: odia y ama, compadece y se burla, lo devora una pasión avasalladora por el mundo pero no cree en su pasión, en su vida, en el carácter simbólico de su propia autobiografía. Gracias a esa herida, a esa desgarradura puede encarnar la frontera y protagonizar y representar la incertidumbre espiritual de México, el doloroso enigma del aislamiento.

Monsiváis, viajero inmóvil, es también una frontera en movimiento. Ante las masas insumisas, ante el servilismo espiritual de una colectividad ansiosa de confirmaciones y de legitimación representa a una especie de ángel vengador, el heraldo del discurso emotivo traicionado por la historia oficial; ante las clases medias que asisten atrincheradas desde sus automóviles y en sus cubículos a la guerra del cerdo contra el pobre, Monsiváis representa la aventura a la vuelta de la esquina, la posibilidad de un voyeurismo social accesible, el fisgón universal, el Orfeo urbano que baja por nosotros a los infiernos de los basureros sociales y que es capaz de amansar y de nombrar con su canción prosaica, con la marcha vagamente militar de su sociología y la solemnidad religiosa de su nacionalismo, el océano de la vida urbana en extinción.

Por eso su voz parece surgir de la profundidad. Brota o emerge como una cascada congelada de palabras, es el tumulto hablado de la radio y su susurro onírico. Leemos, como entre sueños, la perorata de un locutor estremecido que comenta, celebra, hierve y entrevista. Del oído y para el oído, la voluntad de la voz arma la representación. El periodismo de Monsiváis se impulsa como una invocación afectiva, gritos de éxtasis en la cresta del tiempo. La pluma como un micrófono, la página como una calle imaginaria que atraviesa por todos los barrios de la diferencia social y que sube y baja infatigable los peldaños de la pirámide. Escritura a control remoto, libros que son como vastos estudios de radio y de TV, adjetivos como reflectores, a veces la prosa como una videocasetera, el lenguaje de Monsiváis busca la historia, practica una gimnasia de la descripción destinada a dominar el tumulto, a describir lo innombrable: la masa en movimiento, esa ballena blanca que burla al cazador y lo seduce y lo engaña ¡Y cuántas veces no ha engañado la masa a Carlos Monsiváis! En los océanos de las manifestaciones, en el mar de los conciertos de rock, en los ríos humanos que desembocan en el eclipse, en el bíg-bang de las masacres, en el hoyo negro de la polémica, la-palabra-que-zumba-en-la-página-como-la-voz-en-la-radio ha acudido a la cita con la masa en movimiento. Ya se sabe: la fascinación por la masa funciona como un afrodisíaco revolucionario, la libido subversiva se despierta en el tumulto y el calor de la masa satisface la nostalgia por la comunidad destruida.

La escritura como frontera, la escritura como ciudad no impiden que Monsiváis sea familiar y aun provinciano. Provinciano porque su voz es la del niño que corre por las calles anunciando al pueblo que ya llegó el circo del progreso. Parece que Monsiváis siempre está registrando el advenimiento local de lo que sucedió hace mucho en la Metrópolis y que, al suceder aquí, nos universaliza y redime de nuestro aislamiento, nos conecta al sistema nervioso del consumo. Por eso tiene algo del juez triste que comprueba con desengaño cómo se llega inevitablemente tarde y en último lugar en la carrera del progreso. Pero en el rostro brilla también una ironía de pontífice que ha visto caer muchos imperios sexenales desde la inconmovible y santa sede de la asamblea universal y popular. Es claro, desde ese ángulo, que el supuesto provincianismo de Monsiváis funcione como un recurso retórico, como una astucia más de la crítica. La certeza de lo regional y provinciano de la realidad exterior presta consistencia a la objetividad impasible, a la imagen cosmopolita del locutor, da autoridad para repartir la baraja de la Historia --que es el verdadero juego, la gran diversión de una infancia fascinada por los héroes subrepticios e ilegítimos. Del mismo modo, resulta natural que al locutor estremecido por la llegada del espectáculo a la ciudad remota en que vive, le fascine igualmente la idea de la civilización, la idea de una cultura que no sólo puede practicarse independientemente del centro que la genera sino que precisamente comprueba su poder de sobrevivencia en ese ejercicio. Surge de ahí un Monsiváis civilizador, un urbanista, el hombre decidido a descubrir la ciudad en cualquier ritual bárbaro, un sacerdote profano que empuña la cruz urbana, la cruz de la Plaza y de las dos grandes avenidas que definen el centro de una ciudad, al mismo tiempo que avanza en línea recta hacia los altares del Estado. Entre tanto, en la superficie del discurso aflora la sociología como predestinación.

No sólo porque el cronista esté condenado a sobrevolara las masas desde un discurso totalizador y estratégico, sino porque la realidad misma en la prosa de Monsivais parece haber sido creada para justificar y desencadenar el análisis de lo social. La predestinación aflora también en otro de los recursos preferidos del cronista: la cita, la parodia o la paráfrasis bíblica, la referencia inevitable al Antiguo Testamento, el periodismo como  evangelización dan a la descripción monsivaística la fijeza de una comprobación. En la consistencia religiosa de este nacionalismo, los tiempos perfectos de las citas bíblicas contrastan con el presente, con el obsesivo indicativo de lo efímero, encerrándolo en un marco de leyenda falaz y de saga instantánea, prefabricada por la voz que, desde la radio, agita las paginas.

Y así se amontona una leyenda sobre otra. Es la crónica, no como construcción sino como ruina, cada libro una Babel demolida piedra por piedra, cada reportaje un testimonio de la ciudad destruida. El constructor es un destructor: con las pirámides destruidas de la historia oficial levanta iglesias para el happening del apocalipsis. Más allá, es curioso ver cómo contrasta en la prosa de Monsiváis el anhelo enunciado de la civilización con la construcción bárbara y barroca de un discurso impetuoso y exuberante y que prolifera como una vegetación tropical sobre la ciudad. Es en este contraste donde se manifiestan mejor los límites de su proyecto, su índole por decir así doméstica. El sociólogo es al mismo tiempo el artesano ideológico y sentimental que fabrica un nuevo álbum del hogar donde los procesos de la aculturación y de la transculturación son leídos a la luz de una épica proletaria o, más precisamente, universitaria. Porque entre las minorías y las masas, Monsiváis no sólo ha elegido la universidad, sino curiosamente la universidad de masas. Su prosa aparece como un fenómeno literario comercial cuando en realidad su verdadero valor sólo podría ser histórico y político. Vemos en él al santo que baja del altar y sale a la calle y se que & en ella deslumbrado por el carnaval a riesgo de ser confundido con cualquier judas de cartón, con cualquier maniquí. La universidad, la sociología, la racionalidad, la lucha por la justicia son los disfraces que hacen pasar a este santo por un hombre común y le proporcionan los harapos periodísticos con los cuales oculta su verdadera condición, su condición principesca de poeta, de hombre cuya devoción es en última instancia el lenguaje. Es este recato el que lo  bliga a ser un escritor provinciano, es decir un periodista. Pero es esta coquetería con el lenguaje la que hace de él un hombre de mundo, es decir un escritor, un periodista mágico, un aventurero que guía a las masas hablándoles con un micrófono en la mano.

Todo estaría bien, si no tuviésemos el temor de que, a su vez, a él también lo fascinan los altoparlantes, las grandes bocinas que conducen al rebaño hacia el Estadio.

El Estadio, el escenario. La memoria de Monsiváis pertenece a la geografía y no a la historia y, entre todas las geografías a la geografía sentimental. Dibuja el mapa de las efusiones sentimentales nacionales cuyos puntos de referencia son los actores y los cantantes, los políticos y los artistas. En ese mapa aparece la geografía como un inventario de lugares comunes que cobran sentido a través de la autodidáctica sentimental de una sociedad abandonada por la cultura. Personajes, actores legendarios, tipos y prototipos, esta comedia masiva habla invariablemente de los desposeídos en una forma característica.

Es verdad que los pobres atraviesan la prosa de Monsiváis, pero también es verdad que nunca la podrán atravesar los niños, que la crónica monsivaítica es el jardín prohibido del gigante egoísta, y que en ella la literatura está amurallada tras la Historia y las buenas causas. En la grabadora del escritor costumbrista, en la página fluorescente del periodista ácido brilla por su ausencia la persona. La miseria de la cultura en México descrita por Carlos Monsiváis estriba en que en ella no hay lugar para las personas -a menos que se petrifiquen antes en el baño monumental de una Historia en litigio. De ahí que su crítica a la miseria espiritual esté marcada por la ambigüedad y que tan pronto la celebre como la condene.

En esa ambigüedad reconocemos el gran poder de destrucción de este escritor que es uno de los grandes arquitectos del México contemporáneo.

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FALLECE CARLOS MONSIVAIS - MUERE CARLOS MONSIVAIS

SME denuncia Explota tres veces registro de luz frente a Palacio Nacional la incapacidad de CFE

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LIBERTAD HERNANDEZ LANDA, JUSTICIA: PEDERASTIA Y MIGUEL ANGEL YUNES, UN ANTECEDENTE MAS

César Augusto Vázquez Chagoya
www.enlaceveracruz212.com.mx
vazquezchagoya@prodigy.net.mx
23 de MAYO de 2010

MARCO HISTORICO: El 7 de agosto de 1998, apareció muerta en la Ciudad de México la doctora Libertad Hernández Landa, entonces directora del Programa de la Mujer en el gobierno del estado de Veracruz. Su cuerpo mostraba muestras claras de tortura y de haber sido violada. Los autores de tan grotesco crimen viajaban en un taxi del estado de Veracruz que abandonaron cerca del lugar de los hechos.
La noticia en Veracruz causó consternación y rabia. Libertad era conocida en el medio académico, político y social. Era gobernadora del Club Rotario. Antropóloga social que había hecho magnificas relaciones a nivel internacional con organismos no gubernamentales, quienes condenaron los hechos.
En Xalapa y en varias ciudades del mundo se hicieron manifestaciones pidiendo justicia, pero todo quedó en la impunidad.
En 1997, Miguel Ángel Yunes Linares había renunciado a la secretaria general de Gobierno para irse al PRI estatal donde perdió 107 alcaldías y renunció. Los siguientes hechos que se narran por el secretario particular de Libertad Hernández, sucedieron cuando Miguel Ángel no tenía ningún cargo, pero estaba cerca de incorporarse como asesor del entonces secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco.
El testimonio de Fidel Cuellar Cázares se da 12 años después de los hechos. Cuellar no sólo escribió su testimonio por escrito si no que grabó un video donde responsabiliza de la muerte de Libertad Hernández Landa a Miguel Ángel Yunes Linares. Ambos documentos, están en esta columna. VAN LAS PALABRAS DE FIDEL:
Mi nombre es: Fidel Cuellar Cazares soy originario de Tamaulipas; allí nací pero desde los 6 años de edad, viví en la Ciudad de Xalapa, en donde cursé mis estudios de primaria, secundaria y preparatoria.
Actualmente tengo 40 años de edad
(Estuve casado en la ciudad de Xalapa)
Trabajé en tres áreas de gobierno del Estado. En Seguridad Pública como informador político; en Gobernación también como informador político; y el último trabajo fui Secretario Particular de la Dra. Libertad Hernández Landa, en ese entonces Directora del Programa Estatal de la Mujer, del Gobierno de Veracruz (1997-1998), con sede en el callejón de Rojas, en la ciudad de Xalapa, Ver.
Me inicié como su secretario particular en el mes de febrero de 1997 y mi trabajo como tal, concluyó en el mes de octubre de 1998 dos meses después de la violación y asesinato de la Dra. Libertad Hernández Landa, ocurrido el 6 de agosto de ese mismo año en la ciudad de México, D.F., una vez que cerré sus oficinas personales, guardé y entregué a quien correspondían, la mayor parte de los documentos de ella.
Aproximadamente dos meses antes de su brutal asesinato y violación, la Dra. Libertad Hernández Landa había declarado ante los medios de comunicación en la ciudad de Xalapa, que haría una denuncia pública y formal ante la UNICEF, sobre las redes de prostitución infantil y abuso sexual infantil que existían en el estado de Veracruz, en las que participaban altos funcionarios, empresarios y políticos muy reconocidos, del Estado de Veracruz.
La Dra. Hernández Landa mantenía contacto directo con los relatores de la UNICEF, desde 1993, según ella lo comentaba, desde que era directora del Organismo No Gubernamental “Alternativa Callejera”. Ella, como presidente de su organización, fue invitada a principios de 1997, por una relatora especial de la UNICEF para que le ayudara en su visita oficial que realizaron al Puerto de Veracruz y Xalapa, para estudiar la prostitución infantil en el estado de Veracruz.
De esas visitas, se emitió el documento ¬¬“¬¬Informe de la Relatora Especial sobre su misión a México en relación con la cuestión de la explotación sexual comercial de los niños”, expuesto en el foro de la misma UNICEF realizado del 10 a 21 de noviembre de 1997. En dicho documento se encuentra su nombre como referencia de su participación.
Dos meses antes de su asesinato, en la declaración hecha por la Dra. Hernández Landa, sobre la violencia, abuso a los niños y principalmente niñas que prostituían a la fuerza en el estado de Veracruz, hizo mención que las ciudades donde más se presentaban estos casos eran, en primer lugar Xalapa, segundo Veracruz Puerto, tercero Coatzacoalcos, cuarto Córdoba; y algunas otras ciudades.
También había precisado que había gente muy importante, tanto políticos como empresarios, principalmente en Xalapa y el Puerto de Veracruz. Inmiscuidos como responsables y como clientes de dichas redes.
Los testimonios que ella fue recogiendo poco a poco, fueron de aproximadamente diez niñas y dos niños, algunos de los cuales, señalaban abiertamente que fueron violados y dieron algunos nombres concretos; dos de ellos de empresarios fuertes del puerto de Veracruz y de dos políticos que en ese entonces eran muy importantes.
Después de estas declaraciones, la Dra. Libertad empezó a recibir amenazas de muerte por vía telefónica. A razón de esto, ella me pidió que constantemente la acompañara a diversos actos, o que no me le separara cuando andaba en la calle, por que expresaba que tenía cierto temor de que algo le pasara.
Al mismo tiempo, según me consta, ella empezó a guardar determinada documentación de los casos que había ido entrevistando.
Recuerdo bien que el día 22 de junio de 1998, acompañé a la Dra. Libertad Hernández Landa a desayunar al restaurante “El Chalet”, que se encontraba ubicado en ese entonces en la avenida Circunvalación, cerca de la avenida 20 de noviembre en la ciudad de Xalapa, Ver. (No sé si aún siga ahí porque tiene años que no vivo en Xalapa);
Cuando desayunábamos, allí llegó en ese momento el Lic. Miguel Ángel Yunes Linares, acompañado del Lic. Juan Herrera Marín, en ese tiempo Subsecretario de Gobierno y que estaba al frente del Consejo Estatal de Seguridad Pública, quien se sentó en una mesa aparte y el Lic. Miguel Ángel Yunes se sentó en nuestra mesa sólo.
Se sentó en la mesa, y saludó a la Dra. Libertad y sin decir nada más, le dijo: MIRA LIBER (así le llamó él a la Dra., en diminutivo de LIBERTAD), TÚ ERES DE LAS MUJERES MÁS VALIOSAS E INTELIGENTES DEL ESTADO, NO ANDES DECLARANDO QUE AQUÍ EN VERACRUZ Y PRINCIPALMENTE EN XALAPA HAY PROSTITUCIÓN INFANTIL, YA QUE ESE TIPO DE DECLARACIONES PERDUDICAN LA IMAGEN DEL GOBIERNO Y DE SU GENTES.
La Dra. Le dijo a Miguel Ángel Yunes Linares que por qué le preocupaba a él sus declaraciones, si Yunes no era funcionario público, ni trabajaba ya en el Gobierno de Chirinos
Además le respondió que ella había declarado sólo la verdad y se basaba en denuncias que habían hecho niñas y niños, algunos en compañía de su mamá o papá; a los cuales habían violado y que ella tenía grabaciones y documentos de esas denuncias y que estaba esperando tener una reunión con personas de la UNICEF (Organismo Internacional), para hacer entrega del material existente que mostraba la realidad de los niños y niñas que habían prostituido “gente sin escrúpulos y aprovechando su poder” (así textual lo dijo, lo recuerdo bien) en el estado de Veracruz.
Fue cuando los dos, tanto la Dra. Libertad como un servidor, vimos que el Lic. Miguel Ángel Yunes se enojó muchísimo, se puso rojo,  rojo, y muy molestó le dijo a la Dra. Libertad que le pedía que no se atreviera a involucrar a personalidades de la política o empresarios, ya que si lo hacía se atuviera a las consecuencias que podían ser graves para ella o su familia.
En ese mismo momento la Dra. Libertad Hernández, me dijo… “Fidel, creo que Miguel Ángel Yunes va a querer hacer algo en contra mía o de mis hijos, ya sabes que es un tipo muy violento y agresivo, está loco, y es capaz de todo, seguramente ya sabe que tengo datos de que él y su gavilla (amigos) han hecho actos deshonestos con menores de edad“.
Por la tarde de ese mismo día 22 de junio de 1998, me dijo la Dra. Libertad Hernández Landa que la amenaza que le había hecho en la mañana Miguel Ángel Yunes Linares ya se lo había comentado a su esposo, el Dr. Luis Rodríguez Gabarrón, a su hermana María Anelú Landa, así como a la Lic. Dulce María Sauri Riacho, en ese entonces Directora Nacional del Programa de la Mujer; y que también lo había comunicado a la representante de la (UNICEF) en México.
Me comentó que estas dos últimas personas, les pidió que vieran la forma de que Miguel Ángel Yunes no fuera a perjudicarla a ella y mucho menos a sus hijos, ya que ella sabía de lo de Yunes Linares era capaz de hasta matarla.
Durante todo el mes de julio, la Dra. Libertad Hernández me comentó que seguía siendo amenazada por teléfono y que ya había tomado previsiones al mover hacia algunos lugares específicos, algunos documentos suyos de declaraciones de niños y niñas que eran pruebas claras y denunciaban con nombres y apellidos a sus violadores.
En ese entonces, poca gente daba atención al tema denunciado por la Dra. Libertad Hernández, ya que estaban las elecciones de 1998. El PRI sentía que recuperaría el poder con Miguel Alemán Velasco; la etapa final del proceso electoral estaba en pleno apogeo, y finalmente las elecciones fueron el domingo 2 de agosto de 1998.
Cuatro días después de las elecciones en el estado, la Dra. Libertad Hernández Landa viajó a la Cd. De México el 6 de agosto de 1998.
Platiqué con ella un día antes, ya tarde y me comentó que viajaría sola, ya que su hijo llegaría de España y pasaría a recogerlo al aeropuerto después de asistir al seminario internacional denominado “Nuestras Niñas: derecho a la equidad desde la infancia”, celebrado en el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien era convocante junto con el DIF nacional.
A media tarde, del jueves 6 de agosto, la Dra. Libertad Hernández me llamó por teléfono, a las oficinas del Programa Estatal de la Mujer, cuando yo estaba atendiendo algunas personas, conocidas suyas; y me hizo saber que ya había terminado el foro, y que iba al aeropuerto por su hijo Ruy.
Fue la última vez que la escuché.
Por la noche, su esposo me llamó preguntándome si sabía algo de la doctora, porque su hijo ya está cansado y preocupado de la espera y ella no aparecía.
Al día siguiente, 7 de agosto por la mañana, me vuelve a llamar su esposo y me comenta que al parecer, la Dra. había aparecido muerta en el DF.
Él, junto con la hermana de la Dra.; y el hijo de ella, se encontraron en la CD. De México a fi de reconocer el cadáver. Fueron momentos muy difíciles, porque mucha gente me llamaba preguntándome si era cierta la información que estaba circulando ya en algunos medios, y entre conocidos y amigos de ella.
Pasaron los momentos difíciles del velorio y del sepelio, al que por cierto, nunca se apareció el Lic. Miguel Ángel Yunes a dar el pésame. No sé qué hubiera pasado ni cómo hubieran reaccionado su esposo, su hijo y sus familiares, sobre todo su hermana que estaban bien enterados de las amenazas de muerte que le hizo Miguel Ángel Yunes Linares a la Dra. Hernández Landa.
Muchas organizaciones civiles, publicaron desplegados en la prensa local, exigiendo el esclarecimiento de los hechos. También se hicieron muchas marchas demandando castigo a los culpables.
Recuerdo muy bien que la Lic. Dulce María Sauri Riancho, hizo unas declaraciones en los medios nacionales, en las que decía algo así de que “de que sirven tantos espacios ganados por las mujeres, si el peligro está en la calle”. O algo parecido. Entonces recordé que ella sabía bien que estaba pasando. Recordé las amenazas de muerte que el Lic. Miguel Ángel Yunes Linares le había hecho a la Dra. Libertad Hernández Landa, en mi presencia.
Recordé muchas cosas, y me fui a la ciudad de México. Sabía que no había sido una violación ni un asesinato cualquiera, como lo estaban haciendo ver los medios de comunicación.
Entendí que los días eran perfectos para cometer un asesinato, como el de la Dra. Porque el estado de Veracruz estaba en la efervescencia política por el triunfo de Miguel Alemán. Era un tema que dolía a muchas personas y a muchas organizaciones civiles, pero era un tema que se olvidaría pronto, porque la llegada de Miguel Alemán como gobernador, daba esperanzas de muchos cambios a casi todos los veracruzanos.
Con Chirinos habíamos vivido años de mucha represión, persecución policiaca, abuso de poder, encarcelamiento de líderes y campesinos de la zona norte del estado, no había día que no hubiera una protesta en la plaza Lerdo de Xalapa. Recuerdo que un día, la misma Dra. Libertad Hernández comentó que la gente de Veracruz había sido muy inteligente y que había tenido mucha suerte porque había impedido que Miguel Ángel Yunes lograra haber sido candidato a gobernador por Veracruz.
Recuerdo muy bien que un día, cuando se platicaba del encarcelamiento de Dante Delgado, me dijo que Miguel Ángel Yunes nunca debía de ser gobernador de Veracruz, porque estaba ligado a mucha gente mafiosa. Ella era muy contundente en sus frases y me dijo: Yunes es un peligro para Veracruz y sería una fatalidad para los veracruzanos.
Tenía claro que la grilla política era el mejor humo para olvidar el asesinato de la Dra. Así que el día 10 de agosto, dos días después de su sepelio, me trasladé a la CD. de México, D.F., a tratar de saber si las autoridades de la procuraduría del D.F., ya habían sabido o tenían indicio alguno sobre el homicidio de la Dra. Libertad Hernández Landa.
A través de un contacto personal, el día 11 de agosto logré entrevistarme con el Lic. Julián Bullnes Solórzano, en ese tiempo director de Homicidios y Robos de Vehículos de la Procuraduría General de Justicia del D.F. Cuando supo a lo que yo iba, me dijo que me dejara de andar preguntando sobre el homicidio de la Dra. Libertad Hernández Landa, ya que ellos habían logrado saber que había gente importante de la política en Veracruz, inmiscuidos en el homicidio y violación de la Dra. Libertad Hernández Landa, que el supuesto taxi ya había aparecido y no era tal, sino que era un vehículo Tsuru que había sido robado en el Estado de Veracruz.
Me dijo además que estaba yo muy joven, que tenía una vida por delante, que no me metiera en líos o peligros, ya que si esa gente importante se enteraba que yo andaba preguntando sobre lo que le había pasado a la Dra. Libertad Hernández Landa, podrían haberme o pasar algo y que mejor me olvidara de eso.
Me quedé helado. Sucede entonces que era mentira que el suceso se dio en un taxi de la ciudad de México, sino que había sido violada, ultrajada y asesinada en el interior de un vehículo Tsuru blanco, con placas del estado de Veracruz, el cual tenía reporte de robo desde días antes.
A los dos días siguientes, el 14 de agosto, de nuevo a través de un contacto personal, logré entrevistarme con el Dr. Luis de la Barreda Solórzano, entonces Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del, D.F., y le platiqué que había ido a la Procuraduría General de Justicia del D.F., y lo que me habían dicho y me dijo que él también, me recomendaba que dejara de andar haciéndole al investigador y que mejor me regresara a Veracruz a vivir tranquilo, ya que si las cosas estaban como me las habían dicho en la Procuraduría General de Justicia del D.F., es porque así eran.
Me regresé a Veracruz el día 15 de agosto de ese año de 1998, enojado, frustrado, confundido, dolido por cómo las mafias tienen tanto poder para protegerse entre ellas.
Eran pocos los días que habían pasado tras el asesinato de la Dra. Libertad Y decidí regresar a las oficinas del Programa Estatal de la Mujer, para proceder a la entrega de las mismas, a quien el entonces Gobernador designara como la sucesora.
Recuerdo muy bien que era un viernes, ya por la tarde noche, y que era el 21 de agosto de 1998, cuando el Lic. Miguel Ángel Yunes Linares llegó personalmente a las oficinas del Programa Estatal de la Mujer, ubicadas en el Callejón de Rojas, justo a un costado de palacio municipal Xalapa., y sin decir media palabra, acompañado de dos personas se metieron directamente al privado de la Dra. Libertad y rápidamente empezaron a sacar varias cosas, cajas, folders, documentos.
Yo me sorprendí de momento, por la rapidez con la que actuaron, pero me repuse y le dije que porque se llevaban las cosas me dijo que eso no me importaba, y que si yo decía o sabía de cosas de lo que la Dra. Libertad andaba inventando, sobre la prostitución infantil en Veracruz me iba a pesar, que tuviera mucho cuidado en lo que yo llegara a decir sobre el tema de la Dra. Libertad Hernández Landa, y que mejor me callara porque ella no era ni de mi familia y que si no me callaba me podía pasar lo que a ella.
Yo creo que no estuvieron más de cinco minutos en las oficinas. Las dos personas que lo acompañaban sacaron todo tan rápido que creo que ni siquiera voltearon a verme. Y así como entraron se fueron.
Todo esto se lo comenté al Dr. Luis Rodríguez Gabarrón, esposo de la Dra. Libertad, y él me dijo que justo dos días antes, el 19 de agosto, el Lic. Miguel Ángel Yunes Linares lo había amenazado muy fuerte, y le había dicho que se cuidara de andar declarado algo o sobre alguien relacionado con la prostitución infantil y lo relacionaba con el homicidio de su esposa.
También me comentó el Dr. Luis Rodríguez Gabarrón, esposo de la Dra. Libertad que Miguel Ángel Yunes Linares le dijo que dejara de andar participando en las marchas que hacían algunas personas como grupo no gubernamentales.
Entendí que no había mucho que hacer. Tenía claro que Miguel Ángel Yunes Linares estaba totalmente relacionado con la violación y asesinato de la Dra. Libertad Hernández Landa. Cerré las oficinas, entregué las llaves a una de las gentes que colaboraba en las mismas, y recogí y guarde cosas personales de la doctora.
Es por eso que decidí dejar el Estado de Veracruz e irme fuera, antes de que Miguel Ángel Yunes Linares, cumpliera sus amenazas en contra mía, dejando familia y o que había logrado como ciudadano y ser humano.
Hace un par de años, volví a Xalapa por unos días, y decidí tirar muchas cajas que tenía como archivo muerto en un cuartito en el que viví hace tiempo y que había decidió venderlo. Cuál sería mi sorpresa al encontrar algunas fichas de trabajo de la Dra. Libertad en las que había señalamientos muy claro de algunos niños y niñas quienes reconocían al Lic. Miguel Ángel Yunes Linares como su violador y a quien los llevaba a algunas fiestas o reuniones para que tuvieran sexo con otras personas.
Dichas fichas las hago llegar junto con este documento.
Pido por favor proteger mi nombre e integridad. Porque sé por las razones expuestas, que a partir de ahora, mi vida corre peligro, porque el Lic. Yunes es capaz de mandar a matar.
Las razones de esta denuncia, es que yo estoy muy enfermo y aunque temo por mi vida, se que por mi enfermedad puedo no vivir muchos años. Y porque creo además, que como lo dijo un día la Dra. Libertad,Miguel Angel Yunes es un peligro para Veracruz.

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EPIGRAMA DE MORDAX: Epigrama anulista

Si así suena la palabra, ¡imaginen el sentido!

Cancún, QR. El Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) advirtió que casi un tercio de los ciudadanos elegidos para ser funcionarios de casilla en este municipio se han negado a participar en los comicios del próximo 4 de julio, lo cual puede generar las condiciones para que la elección en Cancún se anule (La Jornada, 100619, Se niega a participar el 27% de insaculados en Cancún: Ieqroo).

Cuando el orden ya se ha roto,
es mejor que no especules.
Para que no te insaculen,
decide anular tu voto.
Por este medio te llega un epigrama de Plinio Mórdax de cada seis. El resto los puedes ver en http://epimordax.blogspot.com Y cuando nos visites, no te salgas sin dejarnos un comentario en el chatbox de la derecha… del blog, por supuesto.

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Martín Esparza SME informe sobre asistencia a la OIT

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Video 1



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Video 3

PETICION DE AYUDA A OBAMA Y RECIBE MUJER DETENCION DE SU MARIDO

Solicitud de mujer a Obama conduce a detención de migrante
 
Associated Press | 19-06-2010 | 11:15 | Internacional
 
Nueva York– Una mujer que escribió al presidente Barack Obama pidiendo ayuda para resolver el problema de inmigración de su esposo obtuvo una respuesta que no esperaba: agentes federales se presentaron en su casa de la ciudad de Nueva York y llevaron a su esposo a la cárcel. Funcionarios dijeron a el rotativo New York Times que la carta de Caroline Jamieson al mandatario fue reenviada por error a una unidad de prófugos de inmigración. Después de que el diario averiguó sobre el caso, el hombre, Herve Fonkou Takoulo, fue liberado.
Takoulo es un ingeniero de Camerún. Ingresó legalmente a Estados Unidos, pero se le ordenó salir del país cuando un juez rechazó su solicitud de asilo político. Ahora tiene una segunda solicitud de residencia pendiente con base en su matrimonio en el 2005 con Jamieson.
No obstante, la orden de deportación sigue vigente.


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BUITRES DEL IMPERIO VATICANO ARREMETEN CONTRA SARAMAGO ¿EXTRAÑAN LA HOGUERA DE LA INQUISICION VERDAD?

Arremete El Vaticano contra Saramago

EFE | 19-06-2010 | 11:59 | Internacional


El Vaticano– El diario vaticano "L'Osservatore Romano" arremetió hoy contra el recién fallecido escritor portugués José Saramago, al que dedica un artículo en el que lo define como un "populista extremista" de ideología antirreligiosa y anclado en el marxismo.

El día después de la muerte del literato, el rotativo vespertino de la Santa Sede publica un duro obituario bajo el título "La omnipotencia (presunta) del narrador", firmado por Claudio Toscani y en el que repasa la vida del Premio Nobel de Literatura 1998, quien fue muy crítico con el catolicismo.

"Fue un hombre y un intelectual de ninguna admisión metafísica, hasta el final anclado en una proterva confianza en el materialismo histórico, alias marxismo", reza el artículo.

"Colocado lúcidamente en la parte de la cizaña en el evangélico campo de grano, se declaraba insomne por el solo pensamiento de las cruzadas o de la Inquisición, olvidando el recuerdo del 'gulag', de las purgas, de los genocidios, de los 'samizdat' culturales y religiosos" , prosigue.

El texto repasa la producción literaria del portugués, analizando también su novela "El Evangelio según Jesucristo" (1991) , una obra "irreverente" que supone un "desafío a la memoria del Cristianismo de la que no se sabe qué salvar" .

"Por lo que respecta a la religión, atada como ha estado siempre su mente por una desestabilizadora intención de hacer banal lo sagrado y por un materialismo libertario que cuanto más avanzaba en los años más se radicalizaba, Saramago no se dejó nunca abandonar por una incómoda simplicidad teológica" , afirma el artículo.

"Un populista extremista como él, que se había hecho cargo del porqué del mal en el mundo, debería haber abordado en primer lugar el problema de todas las erróneas estructuras humanas, desde las histórico-políticas a las socio-económicas, en vez de saltar a por el plano metafísico" , prosigue.

El artículo de "L'Osservatore Romano" asegura que Saramago no debería haber "inculpado, incluso demasiado cómodamente y lejos de cualquier otra consideración, a un Dios en el que nunca había creído, por la vía de su omnipotencia, de su omniscencia, de su omniclarividencia" .

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Día 55 de la huelga de hambre

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SME Humberto Montes de Oca informe sobre la OIT 18-06-2010




Martín Esparza SME su informe sobre asistencia a la OIT



Martín Esparza despide a Roberto Hernández 47 días de huelga de hambre 18-06-2010



Ricardo Pérez 49 días de huelga de hambre SME pasa lista a los huelguistas 18-06-2010



Ricardo Pérez 49 días de huelga de hambre SME pasa lista a los nuevos huelguistas 18-06-2010



Hija del compañero Cayetano con 55 días en huelga de hambre dedica palabras a los huelguistas en lucha 18-06-2010

GOMEZ MONT DESACREDITA INVESTIGACION DE LA CNDH SOBRE ASESINATO DE NIÑOS A MANOS DEL EJERCITO

Investigaciones de la CNDH est�n descontextualizadas: Gomez Mont


Investigaciones de la CNDH están descontextualizadas: Gomez Mont
W Radio | Junio 18 de 2010


Por Arely Sánchez

México.-La recomendación elaborada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre la muerte de los niños Martín y Brayan Almanza Salazar está descontextualizada, advirtió el secretario de gobernación, Fernando Gómez Mont.

En conferencia de prensa, el encargo de la política interna del país insistió en que la propia CNDH ha admitido que en sus investigaciones no contó con todas las versiones acerca de los hechos ocurridos el pasado 3 de abril en Tamaulipas en los que se vio involucrado el ejército y que terminaron con la vida de Brayan de cinco años de edad y su hermano Martín de 9 años.

"Tendremos que ver cuál es la función de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en este caso, pero si ella misma acepta que no pudo hablar con todas las evidencias y tener acceso a todas las evidencias, yo lo único que he dicho es, independientemente de cualquier cosa, el hecho de que esté descontextualizada, de que sólo haya tenido acceso a parte de la evidencia, es un hecho que no debe ser ignorado a la hora de valorar sus conclusiones".

El secretario de Gobernación insistió en que si la CNDH no cuenta con todas las declaraciones sobre los hechos es porque no puede conocer las indagatorias que hace la autoridad en este tipo de investigaciones, pues así lo ha dispuesto la ley.

Aseguró que ello es un problema de diseño normativo, pues el Congreso de la Unión determinó que las averiguaciones previas son secretas, ya que dicha secrecía tiene el objetivo de no alertar al culpable y no estigmatizar al inocente.

Respecto a la posibilidad de que miembros del ejército haya alterado la escena del crimen de los pequeños Brayan y Martín, el secretario de Gobernación insistió en que ello pudo haberse debido a las precauciones tomadas por los militares para cerciorarse de que la agresión por parte de los criminales habría terminado.

Tenemos que buscar ciertas reglas de disciplina mínima, que a pesar de que sin dejar de reconocer la necesidad de esas maniobras no alteren las escenas del crimen, las escenas de los hechos para que los peritos puedan realizar sus labores.

Pero yo creo que es un problema en cualquier caso de falta de entrenamiento, no de dolo o de mala intención.


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