15 de diciembre de 2010

Las frágiles mujeres fuertes de Israel - periodismohumano

Las frágiles mujeres fuertes de Israel - periodismohumano
Un grupo de la asociación Mujeres del Muro lee la Torá junto al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén.

Miembros de la asociación Mujeres del Muro lee la Torá junto al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén.

“Sois benigno, Señor eterno, Dios nuestro, Rey del Mundo, que no me has hecho mujer…”. Cada mañana, numerosos judíos practicantes bendicen a Dios en su rezo del Adom Olam por haberles salvado de la esclavitud, por haber evitado que cayeran en la idolatría y por alejarlos del estigma de ser mujer, esos seres sometidos, cuya única misión sobre la tierra es engendrar nuevos hijos del pueblo elegido. No todos los judíos recitan esa letanía, no todos creen a pies juntillas que ser mujer no es más que una deshonra. No. Pero lo cierto es que en Israel la religión se entremezcla tanto en la vida que acaba por hacerse ley, y todo lo toca, todo lo condiciona. Aunque formalmente aún no se haya declarado un “Estado judío”, Israel lo es en la práctica, y son las mujeres las que más sufren esa realidad en sus derechos, su vida privada y su desarrollo personal. Ese dibujo de la mujer israelí fuerte, firme, emprendedora, capaz de pilotar un caza, se difumina con otras cualidades, menos visibles, pero igualmente reales: las de la mujer denostada, aprisionada por la religión, minimizada por una sociedad masculina.  La mujer que choca contra el techo de cristal, que no toca poder, que no ocupa puestos de relevancia, pero que pelea por ello. Las frágiles mujeres fuertes de Israel.

Gila Adahan, abogada, asesora a mujeres para lograr el divorcio.

Gila Adahan, abogada jerosolimitana, asesora a mujeres para lograr el divorcio.

Las mujeres, que son el 51% de la población total del país (esto es, algo más de tres millones y medio de personas), ven especialmente vulnerados sus derechos en el campo de la familia. Arrastran la obligación general de casarse por un rito religioso, ya que el matrimonio civil no se contempla y, además, sólo se puede llevar a cabo con el consentimiento del rabino, pero los problemas aumentan en el caso de que la pareja se quiera romper. Gila Adahan, abogada de Jerusalén especializada en divorcios, explica que las separaciones se rigen por las leyes del Talmud, de los siglos IV y V. “Sólo el hombre puede conceder el divorcio y tiene que entregárselo por escrito personalmente a la mujer”. Esa cláusula da lugar a un fenómeno denominado como “mujeres ancladas” (agunot), que no logran el divorcio si el marido no quiere, si el esposo la abandona sin redactar ese documento obligado o incluso si está físicamente impedido y no puede firmarlo de su puño y letra. La solución, explica la letrada, pasa por una larga espera, ya que la media para lograr el divorcio en Israel es de diez años, según las ONG, y de dos, según el Gobierno. Hay chicas que se buscan una solución intermedia: pagan a sus esposos para que las dejen separarse. “No es extraño que renuncien a la vivienda o a la manutención de los hijos por lograrlo. Llegan a una verdadera desesperación”, añade.


LEER MAS


http://periodismohumano.com/mujer/las-fragiles-mujeres-fuertes-de-israel.html



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

#Dontriananews gracias por escribirnos