JOSE ALFONSO SUAREZ DEL REAL: LA DECENA TRÁGICA DE LOS DD.HH. EN MÉXICO

LA DECENA TRÁGICA DE LOS DD.HH. EN MÉXICO

“Los derechos humanos se violan en tantas partes,
en América Latina, domingo, lunes y martes”
Víctor Jara

Por: José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

Para las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, la alternancia partidista significó un severo retroceso en los mínimos avances que se habían logrado introducir en la agenda del sistema político mexicano.
El abierto desprecio o la manipulación de esos derechos por parte de los gobiernos derivados de Acción Nacional sustentan la opinión generalizada de que en la materia, sus dos lustros al frente del gobierno federal, constituyen la Decena Trágica de los Derechos Humanos.
En materia de sexualidad,  el PAN, como vocero político de los conservadores y del poder clerical de nuestro país, sistemáticamente se han opuesto a la interrupción legal del embarazo, y en contubernio con el clero y el grupo conservador incrustado en las filas del PRI, impulsaron reversiones 17 constituciones estatales, entidades en los que la decisión de la mujer para decidir sobre su cuerpo se penalizó de forma tal que permitieran “blindar” la legislación local contra la posibilidad de adoptar medidas de vanguardia que se aprobaron en el Distrito Federal desde el año 2000.
La homófoba postura del panismo en torno a la diversidad sexual y a sus derechos, afloró con virulencia en dos momentos significativos en esta década. Primeramente cuando desde la Asamblea Legislativa se aprobó la Sociedad de Convivencia como un mecanismo jurídico que reconociera la relación de dos personas del mismo sexo, y posteriormente con la determinación de los capitalinos a reconocer el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
Si viene es cierto que los panistas se escudan bajo el lema de defender un Estado de Derecho, su doble discurso, hecho acciones de gobierno, les ha llevado a violar derechos básicos de las personas, como es el de la presunción de inocencia y las garantías procesales que ello implica, lo que les ha conducido al manejo faccioso de la justicia, como quedó demostrado desde el proceso enderezado a Andrés Manuel López Obrador para desaforarlo por intereses eminentemente electoreros, y el gravísimo caso del Michoacanazo, en el que se imputaron delitos a un grupo de servidores públicos, enturbiando con ello las elecciones del 2009.
Tales violaciones acreditaron la manipulación del sistema judicial, y reconfirmaron la flagrante violación al principio de presunción de inocencia y, en el último asunto, el exceso inconstitucional que significa el arraigo impulsado por Calderón, que permite a la autoridad detener por hasta 80 días a una persona inocente, para en ese periodo investigar y supuestamente acreditar las pruebas que demuestren la culpabilidad del arraigado.
Los panistas, y particularmente Calderón se ufanan en presumir su respeto hacia la libertad de expresión. Ese discurso se cae ante las evidencias del manejo faccioso de este derecho humano, como se acredita con los embates en contra de la revista Proceso y otros medios de comunicación que le son molestos al régimen reaccionario, así como con la modalidad de imputar delitos de delincuencia organizada a reporteros, como fue el caso de Ricardo Ravelo.
Calderón ha pasado por cualquier miramiento en torno al respeto a los Derechos Humanos y prueba de ello es su proclividad a la violencia y a la guerra no declarada bajo cuya nebulosa jurídica lamentablemente se suceden violaciones diarias a estos principios fundamentales.
Cuando el chileno Víctor Jara, asesinado por Pinochet el 16 de septiembre de 1973, afirmó que los derechos humanos se violaban en tantas partes, su esperanza de revertir en América Latina esta lamentable situación se ha venido cumpliendo. Lástima que en México, el país libertario y de avanzada que él conoció, la situación se haya invertido en tan sólo 10 años, a grado tal de que los derechos humanos de los mexicanos se violan no sólo lunes, martes y miércoles, como manifestó el cantautor, sino también el resto de la semana gracias al imparable autoritarismo de Calderón que no ceja en legarnos no una decena, sino una Docena Trágica en detrimento de los Derechos Humanos del pueblo mexicano.

¡AMLO 2012!