17 de noviembre de 2010

ISRAEL PREMIA A SOLDADOS QUE DISPARAN A PALESTINOS. UN CASO MAS DEL SIONISMO GENOCIDA

Ibrahim Ibn Yusuf - El anti Hasbará: Seguimiento de caso: disparo al pie
Seguimiento de caso: disparo al pie
Cuando se les presenta evidencia de fechorías israelíes, especialmente del Ejército, siempre se puede contar con que los traficantes de hasbará dirán que:

1) esas acciones lamentables, pero aisladas, salen a la luz porque en Israel hay libertad de expresión; y
2) Israel investiga a las pocas manzanas podridas que hacen cosas malas.

Superficialmente, parecería que sí. Si se informan los crímenes, es porque a alguien se le permitió informarlos; y en efecto se inician procesos contra los soldados o colonos que se portan mal.

Empero, siendo el Medio Oriente lo que es, siempre es saludable apuntar a un nivel un poco más profundo de análisis. Y al hacerlo, surgen dos preguntas: ¿le gente realmente es libre de informar de las acciones criminales del Ejército israelí... o sufren consecuencias? Y los casos que se abren contra soldados que cometen crímenes ¿terminan en condenas?

Para tratar de contestar estas preguntas, decidí investigar un incidente del que ya hemos hablado en este blog: el disparo al pie de un palestino vendado y esposado por parte de un soldado israelí en el mes de julio. No es el único crimen del Ejército israelí que me consta, pero soy medio haragán y aproveché este caso del cual hay mucha información disponible.

¿Quién denunció el disparo? Una niña palestina, que filmó el incidente con una cámara que le había dado su escuela para filmar una fiesta estudiantil. Le entregó el video a B'Tselem, un grupo de derechos humanos israelí financiado por iglesias y organizaciones de izquierda europeas.

Bien. Lo filmó y la historia llegó a los titulares. Pero ¿fue encomiada por el Estado de Israel... o por lo menos dejada en paz?

Ehm, no. Desde el día en que filmó la acción criminal, su casa ha recibido diariamente disparos de las Fuerzas de Defensa Israelíes, las mismas que "hacen todo lo humanamente posible por no herir a civiles". Como se lee en su testimonio:

"Desde que se emitió mi video, los soldados disparan contra nuestra casa todo el tiempo." Las ventanas rotas y agrietadas en el frente del edificio confirman su historia. "Cuando dejamos las ventanas abiertas, lanzan gas lacrimógeno también".



Hay una foto de la niña en su casa:



Nótese el agujero de bala en la ventana en el centro de este detalle ampliado:



De modo que tenemos aquí que la "libertad de expresión" israelí significa que si uno desenmascara al Ejército y no tiene la fortuna de ser judío, la casa de uno recibe disparos. Exactamente como en esas seudodemocracias donde no se cierran diarios, pero los periodistas "contreras" sufren extraños accidentes.

Pero ¿qué fue del comandante que ordenó el disparo y por lo tanto enfrentó la implacable maquinaria investigativa de las Fuerzas de Defensa de Israel? Ciertamente, fue procesado. Pero ¿lo encarcelaron, o lo echaron del Ejército?

Ehm, nuevamente no.

Omri Burbag --tal el nombre de la bestia-- fue removido del comando del batallón, transferido a otro puesto y juzgado en la corte militar bajo el relativamente intrascendente cargo de "conducta impropia".

¿A qué otro puesto? Bien, pasó a comandar la rama motorizada del centro de entrenamiento para la guerra terrestre cerca de Ashkelón. Ver aquí (hebreo).

Así es: el comandante que ordenó dispararle a un prisionero está ahora entrenando a otros soldados.

La conclusión parecería ser que los palestinos no pueden desenmascarar libremente los crímenes de guerra israelíes; y que si bien se inician procesos contra los soldados criminales, estos no derivan en condenas. Lo que destruye otros dos mitos de la Hasbará.

Agradecimiento: Jews sans frontières.


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