5 de noviembre de 2010

EDOMEX TIERRA DE CAPOS ¿ESTE FUTURO PARA MÉXICO CON EL PRI?

Revista Emequis

Guillermo Rivera

01 de noviembre de 2010
Para el periodista mexiquense Francisco Cruz, autor de Tierra narca —libro
que acaba de entrar a circulación—, los hechos que han ocurrido en el Estado
de México desde 2005 han configurado una realidad preocupante: esa entidad
se ha convertido en un territorio en el que los diferentes grupos del
narcotráfico han encontrado refugio: en Huixquilucan, donde los hermanos
Beltrán Leyva y La Barbie eran los jefes; en Metepec, el municipio más rico
de la entidad, o en Luvianos, uno de los más pobres. Esos son algunos
ejemplos de lo que retrata.

El Estado de México se ha convertido en los últimos años en tierra franca
para los diversos grupos del narcotráfico que se disputan el país. “Tierra
narca” es una investigación publicada por la editorial Planeta en la que se
describe con detalle cómo las tierras mexiquenses han sido un refugio para
los líderes del crimen organizado, y su autor, Francisco Cruz Jiménez, dice
que para comprender cómo ocurrió esto hay que conocer a un personaje clave:
José Manzur Ocaña, quien fuera delegado de la Procuraduría General de la
República en esa entidad.



Manzur Ocaña no es cualquier ex funcionario. Posee uno de los apellidos más
ilustres del estado, pertenece al poderoso Grupo Atlacomulco. Es medio
hermano de José Manzur Quiroga, quien fue subsecretario general de Gobierno
en las administraciones de Enrique Peña Nieto y Arturo Montiel.



Hoy Manzur Ocaña es prófugo de la justicia por sus vínculos con el
narcotráfico. Él, dice Francisco Cruz, un experimentado periodista,
representa la clave para entender cómo desde el centro del poder mexiquense
se negoció con todos los cárteles.



– ¿No es exagerado decir que el Estado de México es “tierra narca”?



–No. El Estado de México tiene cinco de los 15 municipios más violentos y
más peligrosos del país: Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Naucalpan, Cuatitlán
y Ecatepec. Pero hay otros en los que quizá sin tanta violencia la
penetración del crimen organizado es muy profunda. Está Huixquilucan, por
ejemplo, que incluye Interlomas, la zona más rica del Estado de México. Está Metepec, en el Valle de Toluca, y que según datos de la ONU es el noveno
mejor municipio para vivir en México. También está Coacalco, el décimo
mejor.



Si hablamos de municipios pobres, tenemos a Luvianos, limítrofe con la
Tierra Caliente de Guerrero, donde se asientan los mayores laboratorios de
drogas sintéticas del país. Ahí, en Luvianos, Los Zetas controlaban la
nómina del ayuntamiento



–¿Cuáles son los indicios para sostener que el Estado de México es “tierra
narca”?



–Todo lo que aparece en el libro está documentado y respaldado con las
investigaciones del gobierno federal. En el Estado de México tienen
presencia todos los cárteles: La Familia, Los Zetas, el cártel del Golfo, el
de Sinaloa, el de Juárez, los Beltrán Leyva.



Además –continúa Cruz–, se ha convertido en una zona para lavado de
capitales. Desde 2002, el alcalde de Tejupilco lo denunció: había un exceso
de dinero, que se manejaba en recursos inmobiliarios. Es decir, lavado a
través de la compra de tierra. Nadie le hizo caso.



–¿Cuáles son las zonas más infiltradas?–



Son muchos municipios, son 125. Coacalco, para empezar. Está documentado. En
el Valle de Toluca está Metepec, donde en 1992 empezaron a llegar los
familiares de los grandes capos que estaban presos en Almoloya de Juárez,
municipio que se localiza a 20 minutos. Ahí vivían las familias de Ernesto
Fonseca Carrillo, Don Neto; de Rafael Caro Quintero, de Juan José
Esparragoza, El Azul. La presencia de Osiel Cárdenas está documentada
también. A partir de ese año, Metepec empieza a tener una bonanza increíble.

Una casa ahí puede costar hasta 2 millones y medio de dólares; tiene 24
residenciales triple A.



En el norte, Coacalco. En el sur, Luvianos. En Valle de Bravo se ha visto
paseando a El Chapo Guzmán.



En el Valle de México está Huixquilucan, que incluye Interlomas, donde está
documentada la presencia de los hermanos Beltrán Leyva; de Édgar Valdez, La
Barbie, quien tenía ahí su cuartel general… Él estaba viviendo en Lerma, un
municipio conurbado con Huixquilucan. Desde ahí operaba. ¿Eso no dice nada?



–La matanza en 2008 de 24 personas en La Marquesa es un punto fundamental.



–Se habló de una tortura muy salvaje y se dijo que los cadáveres sólo tenían
el tiro de gracia. Pero informes de las procuradurías estatal y General de
la República consignan que los cadáveres tenían en total 90 disparos. Nunca
se comprobó que eran narcomenudistas ni que habían construido un narcotúnel
en Mexicali o en Tijuana.



Ellos eran homosexuales –aclara el autor de Tierra narca– y vivían en
comunidad en una vecindad de Huixquilucan. Fue un crimen de odio que ejecutó
un escuadrón de la muerte liderado por La Barbie, quien controlaba a la
policía de Huixquilucan. El autor material fue Raúl Villa Ortega, que tenía
una empresa de seguridad que daba servicio a la PGR en aeropuertos y
aduanas; los cabecillas del escuadrón eran dos o tres comandantes de
Huixquilucan.



Francisco Cruz se refiere a Marco Antonio Ramírez Cervantes, comandante de
la policía de Huixquilucan, quien escoltaba al convoy que realizaría la
matanza de supuestos albañiles en La Marquesa.



De acuerdo con la averiguación previa PGR/SIEDO/ 302/208, varios de los
elementos de la policía y de la Dirección de Seguridad Pública de
Huixquilucan, gobernada por Adrián Fuentes Villalobos, entonces priista
y hoy diputado local por el Partido Verde, participaron en la masacre.



De hecho, las autoridades arraigaron al entonces director de Seguridad
Pública de Huixquilucan, Pedro Jaime Chávez, por estar vinculado a estos
hechos y a otros relacionados con el narcotráfico.



Los nexos de la policía eran evidentes e implicaban presuntamente a la
familia del alcalde. “Alejandro Castañeda, ex supervisor de la policía de
Huixquilucan, fue detenido en octubre de 2008 con un millón y medio de pesos
y equipo de radiocomunicación para dar coordenadas de aterrizaje en pistas
clandestinas, dijo trabajar para el hermano del actual alcalde de
Huixquilucan, Adrián Fuentes”, publicó Reforma el 14 de noviembre de 2008.



–¿Qué significa que el Estado de México sea “tierra narca”? –se le pregunta
a Cruz.



–Es un problema nacional, pues a través de personajes con apellidos de
abolengo y la PGR, dependencia responsable del combate al narcotráfico, se
sembró la semilla para hacer de esa entidad una tierra narca.



Aquí gobierna uno de los que quieren gobernar al país. Cuando Enrique Peña
Nieto termine su gobierno, el 15 de septiembre de 2011, habrá ejercido un
presupuesto cercano al billón de pesos, pero enfocado a su campaña
presidencial, a su figura. ¿Y el tema de la seguridad? Se le olvidó. Se
deslindó. Hay que conocer a las personas que nos quieren gobernar. Si ellos
no saben lo que pasa, es muy grave. Si están infiltrados, es peor. En
algunos municipios del estado los narcos ya no son un poder paralelo: son el
verdadero poder –concluye Francisco Cruz.

¡Es un Honor Estar con Obrador!

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