10 de septiembre de 2010

MEXICO LIBERTADES CIVILES: Gala ya tiene dos mamás legales

Gala ya tiene dos mamás legales: "
Gala tiene dos mamás, Janice Alba y Ema Villanueva. Una de las primeras parejas de lesbianas que se casaron en México, la primera ciudad latinoamericana que legalizó el matrimonio homosexual en diciembre del 2009 y permitió las adopciones homoparentales.


A sus 5 años, Gala Villanueva vive con total normalidad el hecho de tener dos mamás. M.S.

Pero la alegría duró poco, pues esta ley contra la discriminación provocó las iras de amplios sectores de la sociedad mexicana, aún muy machista y homófoba. El propio Fiscal del Estado, dependiente del gobierno federal, interpuso un recurso de inconstitucionalidad para frenar la ley por considerar que los matrimonios entre personas del mismo sexo violentaban lo dispuesto en la Constitución, la cual, en su opinión, protege el modelo tradicional de familia, sustentado en la base, únicamente, de hombres y de mujeres.

“No estaba leyendo la Constitución si no la Biblia”, bromea la activista Lol Kin Castañeda. Y se ríe ahora, porque finalmente el pasado agosto la Suprema Corte de Justicia no aceptó el recurso y avaló el matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales. Es la segunda ocasión en que un fiscal del estado, pierde un juicio vinculado con una reforma política polémica impulsada en la capital del país. La primera fue el año pasado cuando la Corte avaló la despenalización del aborto en las primeras 12 semanas de gestación.

“La Corte ha reconocido nuestros derechos plenos como ciudadanas y sobretodo ha reconocido a nuestras hijas e hijos en el seno de la familia, porque estas familias ya existen no es que se vayan a conformar a partir de la ley. Es un gran paso, fruto de toda la lucha social anterior”, asegura Janice Alba.  De hecho, su hogar es un ejemplo, hace 6 años cuando planearon tener a Gala se dieron cuenta que había una ausencia legal que impedía que ambas pudieran reconocer a su hija como propia. Solamente podía ser reconocida por la mamá biológica, Ema en este caso, y para que Janice pudiera asumirla como hija, Ema tenía que perder su derecho y cederla en adopción a su compañera. Aunque las dos ejercen igualmente de madres, no es hasta ahora, que Janice podrá reconocerla como propia ante la ley.


Janice Alba, Ema Villanueva y Gala Villanueva son una del millón de familias homoparentales que existen en México. M.S.

Y no es una cuestión meramente formal, Janice, quién cotiza en la Seguridad Social, no podía incluir a Ema ni a Gala como beneficiarias, ni recibir los útiles escolares que regala el gobierno para las madres y los padres trabajadores. Tampoco podía decidir sobre ninguna cuestión médica de la niña o entrar en quirófano en caso de operación. Si a Ema le hubiese pasado algo, Janice hubiese perdido cualquier derecho sobre Gala, porque delante de la ley, eran extrañas.

“Estábamos totalmente desprotegidas legalmente, ahora básicamente ganamos paz mental, porque antes estábamos siempre pensando, ojalá no nos pase nada”, subraya Ema.

En los próximos días, Janice, Ema y Gala irán al juzgado y con un simple trámite presentando el acta de matrimonio, Janice hará efectiva su condición de madre delante de la ley. Aún así quedan algunos obstáculos. El Sistema de Sanidad Pública, por ejemplo, aún no acepta los beneficiarios de matrimonios homosexuales.

“La discriminación viene encargada institucionalmente desde el presidente y el gobierno federal y no van a facilitar ningún proceso que dependa de ellos”, sostiene Lol Kin Castañeda.

De hecho, Janice, Ema y Gala podrán reconocer su diversidad familiar pero no el resto de familias del mismo sexo que viven en los otros 31 estados del país.

En Guanajuato o Ciudad Juárez, por ejemplo, no sólo no está permitido, sino que la gente salió a la calle a manifestarse en contra. Amplios sectores de la iglesia y de la derecha han protestado, hasta el punto que el arzobispo de Guadalajara acusó al alcalde de la ciudad de México de haber “maiceado” (sobornado) a los jueces de la Suprema Corte para que fallasen a su favor. “Esto es una aberración, que obedece a intereses internacionales que van por la línea del mal y que están empeñados en que la población del mundo disminuya, (…) y han lanzado una serie de medidas desde hace varios años como la anticoncepción, el aborto, el amor libre, la perversión de la niñez y la juventud, la píldora del día después, el divorcio exprés y el matrimonio entre homosexuales”. Y en este eje del mal, incluyó hasta al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. Además agregó: “¿quién en su sano juicio va a permitir que se entreguen en adopción niños a parejas de maricones y lesbianas?”


Una pareja gay a las puertas de la Suprema Corte mientras ésta decidía sobre el recurso de inconstitucionalidad a la ley que permite el matrimonio homosexual en la capital. Nueve de los once magistrados votaron a favor de la no discriminación. AP Photo/Miguel Tovar

Estas palabras no son una anécdota. Son realmente graves en un país donde, aunque impera la laicidad, la Iglesia Catlólica tiene una enorme influencia. México es el segundo país de América Latina, después de Brasil, con más agresiones homófobas. De acuerdo a la Relación de Crímenes por Homofobia documentada por la Asociación Letra S, se registraron 628 asesinatos por homofobia, del año 1995 a 2008. Sin embargo, se estima que esto sería un subregistro y que por cada crimen denunciado se cometen otros dos, elevándose la cifra a 1884.

Y sin llegar a los asesinatos, las agresiones físicas menores o verbales son cotidianas. “Hay una profunda violación sistemática a nuestros derechos, violaciones sexuales apelando a fines terapéuticos, migraciones forzadas, expulsiones escolares,… todos los días hay situaciones que te marcan la piel”, narra Castañeda. Con este contexto social, las declaraciones públicas del Cardenal se agraban. “Pueden salir a decir barbaridades que generan una violencia colateral en términos sociales y apelan a la libertad de expresión. Pero el ministerio de interior está siendo complice de esta impunidad y de la violencia que generan” continua Castañeda.

“Las personas que tienen cierta repercusión social deberían ser conscientes que sus palabras repercuten en personas reales, con familias, y exacerban el odio y generan más división e intolerancia”, agrega Ema. De hecho, ella y Janice me cuentan que al principio dudaron si hacer pública su familia homoparental por miedo a que no le pasase nada a Gala. Sin embargo aseguran que finalmente el hecho de visibilizarse ha tenido el efecto contrario. “No sólo no hemos tenido problemas sino que desde que decidimos dar la cara, la gente nos felicita como familia”, explica Alba. Y es que hay que verlas. Gala tiene los ojos y  la tez de Ema y la tozudería de Janice. A sus cinco años aprende a leer y escribir en español y en inglés de la mano de Ema, pues decidieron educarla en casa. Las tres son ateas hasta la médula y vegetarianas por convicción. Cuando le preguntas a Gala que quiere ser de mayor le vienen mil ideas a la cabeza pero sobretodo quiere ser defensora de animales. De hecho, a sus cinco años ya es toda una activista. No se pierde una sola movilización contra el maltrato animal y este año pintó su propia camiseta: “Yo no me como a sus amigos”, decía según me cuenta rodeada de un perro, dos gatos y una cobaya.

“Somos una familia basada en el amor como cualquier otra, nuestros hijos nos demuestran día a día que son niños plenos, que no están frustrados, no tienen ningún padecimiento de actitud o de conducta, ni dudas con su identidad de género”, subraya Janice.

Y es que Gala es la primera que sabe explicar muy bien su realidad. “Tengo dos mamás, igual que otros niños tienen mamá y papá, o sólo una mamá, o dos papás y dos mamás”, me cuenta mostrándome el dibujo de su familia que ha hecho mientras yo hablaba con sus madres. Así, aprendió la palabra lesbiana desde que nació y ella lo vive de manera natural. “Es una descripción de sus madres como si fuera que una tienen el pelo oscuro y la otra no. Nuestros hijos saben explicar la diversidad en el parque, en la escuela, cuando les dicen: – no tienes papá, -no, pero tengo dos mamás, y fulanita tampoco tiene papá vive con su mamá sola o con su abuela”, agrega Janice.

Hay que tener en cuenta que el modelo de familia nuclear está en crisis en occidente. En México, ya en el 2005, representaba sólo el 68,9% según las cifras del Consejo Nacional de Población y la tendencia era a disminuir.  Aunque no hay números exactos de las familias homoparentales, las organizaciones sociales calculan que hay aproxidamente un millón en todo el país.

Sin embargo, Alba, Villanueva y Castañeda ven lejano aún que todas estas familias se vean reconocidas, más allá del DF.


Sólo el Distrito Federal permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque esto sienta un precedente, la apertura es mucho menor en el resto del país. AP Photo/Miguel Tovar

“Tendría que haber una lógica de homologación en todas las leyes que son excluyentes. De momento están sentados losprecedentes. Las mismas necesidades que tiene una familia de gays o lesbianas aquí, las tienen las del resto de estados, pero hay mucho miedo”, resume Castañeda.

Y más escépticas se vuelven cuando les pregunto si creen que un día se llegué a explicar las diferentes tipos de familia en la escuela tal y como se hace en España en la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Aunque aseguran que todo es posible y que esta ley también les sorprendió. De momento ellas van a seguir exigiéndolo con su pedagogía diaria. “Dar la cara es la mejor manera de que la gente entienda y se sensibilice a una esta realidad que no es nueva, pero que pocas veces se abordaba”, concluye Janice. Ella y Ema tienen una bandera del movimiento LGTB en la fachada de su casa con un documento que explica la normalidad de su familia, pero al vecindario no le hace falta leerlo. Al verlas nadie dudaría que son la familia ideal.
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¡Es un Honor Estar con Obrador!

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