4 de septiembre de 2010

EL CHAPO NO ES PERSEGUIDO POR EL "VALIENTE CALDERON" ¿ACASO EL NARCO DEL SEXENIO?

El Chapo’ no es prioridad para Calderón


Ramón Alberto Garza (Reporte Índigo)
04-Septiembre-2010
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Reporte Índigo cuenta con 26 fichas estratégicas contra el crimen, las cuales demuestran que el Gobierno de Felipe Calderón tiene sólo interés en otros delincuentes



Durante los cuatro años de gobierno del presidente Felipe Calderón, se ha dicho en medios nacionales e internacionales, como The Economist, BBC y NPR, de Washington, que ha habido una preferencia hacia Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Lo reflejaba la cantidad de detenidos de un bando y otro. Lo mostraban los expedientes abiertos contra altos funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Federal por su presunta complicidad con ese grupo de narcotraficantes. Pero hasta ahora no existía una prueba fehaciente de ello.

Hoy Reporte Índigo tiene en su poder 26 de las fichas de prioridades estratégicas en la lucha contra el narcotráfico que fueron definidas por la SSP Federal el primer año de gobierno de Felipe Calderón, las cuales fueron revisadas por la Secretaría de Gobernación en el año 2007.

De acuerdo a esos documentos, cuya autenticidad fue verificada, desde el inicio de su llamada “guerra” contra la delincuencia, el Gobierno Federal tuvo el propósito de favorecer a Joaquín Guzmán Loera y a sus principales socios: Ismael “El Mayo” Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, e Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal.

En los casi cuatro años de “guerra” contra el narcotráfico, los responsables de la lucha contra el crimen organizado se han referido a una “estrategia”, pero nunca han dicho cuáles son los blancos ni quién la diseñó.



Entérese ahora

El 1 de diciembre de 2006, el segundo presidente al manado del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, tomó posesión.

En el primer discurso que pronunció como jefe del Poder Ejecutivo en el Auditorio Nacional
-escenario del mundo del espectáculo en México-, anunció que la prioridad número uno de su gobierno era restituir la seguridad pública. Cuatro días después, declaró formalmente la “guerra” a la delincuencia organizada, lo que se convertiría en el principal ariete de su gobierno para ganar aceptación en una sociedad urgida de legalidad.

“Tengan la certeza de que mi gobierno está trabajando fuertemente para ganar la guerra a la delincuencia, de que se aseguren y respeten los derechos de cada quien, los derechos de propiedad y de inversión, de que se combata sin tregua la corrupción y se resguarden los derechos patrimoniales, de vida y de libertad de todos”, afirmó Calderón enfático el 4 de diciembre de 2006 en una reunión con empresarios.

Lo que nadie se explicaba era por qué había decidido enfrentar al crimen organizado valiéndose de los mismos servidores públicos que habían fracasado en esa tarea durante el sexenio de Vicente Fox: Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna.

El primero era secretario de Seguridad Pública con Fox, y Calderón lo nombró procurador General de la República, cargo del que salió agotado por sus pugnas con García Luna, todas nacidas de la desconfianza.

Al segundo, que era jefe de la Agencia Federal de Investigación (AFI), con múltiples expedientes abiertos por la presunta complicidad de sus mandos con el narcotráfico, lo designó titular de la SSP Federal.

Desde el arranque del gobierno actual, la expresión “guerra contra el narcotráfico” se convirtió en la más recurrente de los discursos presidenciales.



Inician operativos

El 11 de diciembre de 2006 inició el primer movimiento de tropas del Gobierno Federal con la puesta en marcha del Operativo Conjunto Michoacán, en el que se desplegaron 7 mil elementos del Ejército Mexicano, la Marina, la PFP y la AFI para tratar de controlar un estado que entonces prácticamente estaba en manos del Cártel del Golfo.

El Mando militar de esa primera batalla fue el general Manuel García Ruiz, quien fue nombrado por el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván.

Por parte de las fuerzas civiles, el responsable del operativo fue Gerardo Garay Cadena, designado por el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna.

Garay Cadena está preso en el penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, desde diciembre de 2008. Fue acusado de colusión con la organización criminal de “El Chapo” Guzmán Loera, uno de los narcotraficantes a vencer en esa supuesta guerra.

“He dicho y reitero, es un problema tan arraigado en nuestro país y tiene tan hondas raíces, que requiere tiempo, tomará mucho tiempo, tomará recursos económicos, importantes recursos económicos, lo que toma una guerra de esta dimensión, costará, como ha venido costando desde hace dos años, y seguirá haciéndolo, por desgracia, vidas humanas.

“Pero tengan la plena seguridad, amigas y amigos, que el Estado mexicano, su gobierno, están firmemente decididos a librar esa batalla y no descansar hasta que recuperemos las plazas, las calles y las ciudades para que sean de los mexicanos y de los ciudadanos”, afirmó Calderón el 27 de abril de 2007.

¿Quién fue el artífice de la estrategia contra los capos mexicanos? Es algo que el presidente jamás ha explicado. Lo que es un hecho es que desde un inicio, la estrategia del Gobierno Federal fue diseñada para favorecer a “El Chapo”.

Joaquín Guzmán Loera es considerado uno de los narcotraficantes más ricos y poderosos del mundo desde finales del sexenio de Vicente Fox.

Su nombre aparece en la Lista Consolidada de Objetivos Prioritarios de la Unidad Especial de Control de Drogas contra la Delincuencia Organizada del Departamento de Estado de Estados Unidos, pero la administración de Felipe Calderón no lo tiene como uno de sus blancos prioritarios.

El propio Mandatario ha dicho que se combate a todos los cárteles y capos por igual. Pero los documentos revelan que no es así.

A mediados de 2007, la SSP planteó la estrategia de combate al narcotráfico basada en unas “líneas de investigación” que fueron definiendo las prioridades estratégicas.

Reporte Índigo tiene las fichas elaboradas para cada objetivo o blanco a capturar. Esas fichas contienen datos sobre los perfiles de los narcotraficantes, incluyendo sus relaciones familiares y sentimentales. En algunos casos, se precisan domicilios, modelos y placas de vehículos.

El criterio para clasificar la importancia de los objetivos está definido de dos formas. La primera es la posición dentro de la estructura criminal, que puede ser A, AA y AAA, siendo A la menos importante y AAA la más importante.

La segunda es la prioridad estratégica, que puede ser 1, 2, 3, siendo la primera la más importante, y la 3 la menos importante.

Según la información de esas fichas, la SSP no fijó como prioridad estratégica número 1 la captura de Joaquín Guzmán Loera, Ismael Zambada Niebla, Juan José Esparragoza Moreno e Ignacio Coronel Villarreal. Lo anterior, pese a reconocer que sí tenían una posición AAA dentro de su estructura criminal.

A los cuatro se les ubicó en el nivel 2 de prioridad estratégica. Es decir, no había gran interés por capturarlos.

En cambio, con los líderes del Cártel del Golfo, las prioridades se definieron de forma muy distinta. Desde 2007, Ezequiel Cárdenas Guillén, hermano de Osiel Cárdenas Guillén, y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, su segundo al mando en el cártel con un nivel AAA en la estructura criminal, tenían nivel 1 de prioridad estratégica.

¡Es un Honor Estar con Obrador!

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