19 de julio de 2010

MANTO PURPURA: El Cardenal Norberto Rivera debe pagar por encubrir a pederastas: Sanjuana Martínez

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El Cardenal Norberto Rivera debe pagar por encubrir a pederastas: Sanjuana Martínez


Guadalajara, Jalisco.- ¿Cómo fue la investigación para realizar este libro y que complicación encontraste?


– El abuso sexual de sacerdotes es un tema que siempre me había interesado desde que fui corresponsal en Europa y trabajé información en el Vaticano, donde supe de las primeras víctimas del pederasta Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. A partir de ahí me adentré en la problemática de este cáncer que carcome los cimientos de la iglesia católica, y me comprometí a seguir estos asuntos.


Me desplacé a Estados Unidos; en ese país ha imperado la justicia porque llevan 20 años trabajando a favor de las víctimas. Existen organizaciones como la red de sobrevivientes de abusos sexuales de los sacerdotes que está haciendo un excelente trabajo para acoger a las víctimas y guiarlas en su recuperación, porque las víctimas de abuso sexual de sacerdotes no se recuperan hasta que empiezan a hablar y a ver la posibilidad de justicia.


Las dificultades dentro de la investigación y todo este trabajo periodístico son parte de los gajes del oficio en México. Me enfrenté a la auto censura por parte de un medio de comunicación, que por fuerza pasa por una revista "inmaculada", en donde no hay autocensura, pero como dicen "no conozco ninguna redacción en donde no se oculte información y donde no se decida publicar esto o lo otro"


Para mí fue un decepción muy grande, y decidí utilizar otro de los medios que tenemos los periodistas que es la publicación de libros. Esta especie de libros mediáticos que en otros países han resultado extraordinarios y que en México apenas empiezan a colar las editoriales, lo cual celebro muchísimo.



– ¿En algún momento tuviste más dificultades para este trabajo?


– Principalmente en las fuentes con respecto a la iglesia; no hay acceso a los archivos de la iglesia. La jerarquía católica mexicana niega el acceso a la información, a pesar de que está en las leyes mexicanas. Además de una dificultad extrema después para que la investigación, ya convertida en libro, pudiera salir a la luz pública en los medios de comunicación. Me han hecho 30 entrevistas, de las cuáles se han publicado la mitad. Supongo que son procesos de auto censura o de censura, porque el cardenal Norberto Rivera es un hombre muy poderoso. La iglesia católica en México es una institución, pero el cardenal y el sacerdote Nicolás Aguilar deben pagar por esos delitos.



–¿Cómo fue el proceso de acopio informativo?


– Localizar a las víctimas para recoger los testimonios de la gente afectada por la pederastia clerical, luego acudimos a organizaciones y despachos jurídicos que apoyan a las víctimas, interponiendo demandas, realizando investigaciones judiciales. Posteriormente me senté a escribir. Creo que soy una periodista disciplinada y gocé, disfruté muchísimo este trabajo. Pero fue muy doloroso, porque esos testimonios estaban llenos de sufrimiento, de mucha indignación. Creo que, todo periodista que se digne ejercer libremente el periodismo debería retomar temas significativos, que son considerados tabúes en México y que me parece absolutamente inaceptable



– ¿Cuánto tiempo te abarcó el libro?


– El libro ya más o menos estaba estructurado. Yo esperé porque puse en contacto a la víctima Joaquín Aguilar con la red de sobrevivientes de abusos sexuales de sacerdotes. Ellos a través de los abogados le preguntaron que si estaba dispuesto a interponer una demanda en contra del cardenal por conspiración a la pederastia. Esa demanda se tardó unos meses y ya quería sacar mi libro. Yo esperé a que se interpusiera esa demanda, porque es un hecho inédito en la historia mexicana, por primera vez se demanda a un cardenal por delitos relacionados por abuso sexual de sacerdotes.


Lo terminé a finales de octubre del 2006 en Monterrey. El libro lleva 35 mil ejemplares vendidos en 15 días (a principios de diciembre) y estoy pensando hacerle una carta al cardenal para agradecérselo. La distribución no ha tenido problemas hasta ahora, aparentemente se ha distribuido perfectamente en el interior de la República y en las librerías. Lamentablemente (surgieron) las intimidaciones de la iglesia, las amenazas de muerte telefónicas, los seguimientos en coche, que todo esto forma parte de un intento, siempre para perjudicar al mensajero para que el mensaje no llegue.


¡Es un Honor Estar con Obrador!

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