El pasado 27 de abril el grupo paramilitar UBISORT -ligado al gobierno de Ulises Ruíz- emboscó una caravana de observación que llevaba alimentos y medicinas al municipio autónomo de San Juan Copala, sitiada desde hace varios meses. En el ataque fueron asesinados Beatriz Cariño y Jyri Jaakkola.
De acuerdo con las declaraciones hechas por Ulises Ruíz en referencia a la emboscada sufrida por una caravana de observadores que se dirigía al municipio de San Juan Copala, “de lo que se trató fue de un enfrentamiento con el grupo de activistas, cuyos integrantes no sabemos quiénes son realmente; sabemos que hay extranjeros (pero) no sé si sean turistas, si vengan de paseo o si vengan a hacer un trabajo de activismo” y añade “las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) seguramente van a arrojar como resultado qué tipo de calidad migratoria tienen estos extranjeros que están participando de forma muy rara en un evento donde se registró un enfrentamiento”.
Comúnmente uno conoce a la gente por su discurso y después por su acción, pero en el caso de Jyri Jaakkola la mayor parte de los mexicanos lo conocieron porque murió en una emboscada de grupos paramilitares, gritándole a los compañeros que se salvaran y fue encontrado protegiendo el cuerpo de Beti Cariño, también asesinada en ese evento. Entonces sus acciones nos hablan sobre su valor humano...
Con toda la desinformación que existe y las declaraciones oficiales no sería de extrañarse que la gente se pregunte ¿qué hacía este extranjero en México? Después de la indignación y la tristeza, la impotencia y la rabia que nos deja su muerte y las palabras mentirosas de quienes dicen que su actividad era “misteriosa” fue el mismo Jyri el que dejó pistas sobre sus sueños y esperanzas.
¿A qué vino Jyri? Vino para aprender, porque sabía de los movimientos autonómicos en México, de las comunidades que día a día viven fuera del capitalismo demostrando que otros mundos son posibles. Vino no a colectar experiencias personales o viajar, sino a mostrar su convicción de que la solidaridad consiste en colocarse uno mismo en el lugar del otro. Vino a buscar aquellas esperanzas que le permitieran a Europa imaginarse diferente, construir una cultura distinta nacida desde lo que son.
Vino a contarnos sobre su lucha por la acción por la justicia climática y participó en Oaxaca como parte Dialogo Climático de los Pueblos. Nos mostró fotos de las marchas en Copenhague, de la represión, de la gente.
Su asesinato pareciera decir que no hay esperanzas... pero es un espejismo porque su muerte nos revela también el valor que los seres humanos pueden tener, que la solidaridad existe, que hay cosas por las que vale la pena vivir, que cuando se impone la muerte aun queda quien decide arriesgarse por el otro.
En sus propias palabras “...vemos que el tiempo puede ser el correcto para tratar de revolucionar cosas y realizar los sueños, es tiempo para lo real...alguna clase de inspiración y tal vez la esperanza de un mundo alternativo puede ser traída desde cualquier sitio lo cual puede ser valioso y honorable”.
Se puede decir mucho sobre el trabajo de Beti Cariño y recientemente la actividad de Jyri en México y antes en Finlandia, es casi imposible para cualquier persona honesta y sensible no coincidir de alguna forma con ellos. Sabemos que hay quien busca un posicionamiento político en estos momentos difíciles, llevándose con ello la posibilidad de reconocernos en las luchas honestas. Por eso es imprescindible saber reconocer quienes son nuestros muertos, no porque los conocimos sino porque coincidimos en la lucha, porque nuestros muertos nos dan identidad, nos enseñan, nos unen, son los que nos dan esperanza y fuerza para el futuro.
Con profundo respeto para Beti y Jyri, nunca olvidaremos.
EL CAMBIO ESTA EN TI Y EN MI....EL SENDERO DE VERACRUZ, ROMPIENDO EL CERCO INFORMATIVO.http://elsenderodeveracruz.blogspot.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
#Dontriananews gracias por escribirnos