NO CULPEN A JUAREZ

NO CULPEN A JUÁREZ

por Alejandro Alcocer Herrera.

            Soy Juarense, nacido, criado y formado en Ciudad Juárez, desde hace cuarenta y un años, comencé a respirar su aire, que en aquel tiempo olía a libertad, prosperidad y paz, durante mi infancia me llevaron al parque Borunda y a sus centros comerciales, disfruté de las mieles de los dólares de $12.50 me tocaron los tiempos en que las familias acudían a El paso a comprar los víveres, ya adolescente fui a los bailes en el leonístico y el Casino Juárez en los cuales los muchachos en su mayoría no fumaban siquiera y al salir de las fiestas nos aventábamos largas caminatas desde la Melchor Ocampo hasta el Villahermosa.

            Anduve de novio por toda la ciudad: en la Chaveña, la Fronteriza, México 68, Jilotepec, el granjero, Infonavits, Salvarcar y hasta en el campestre, casi siempre a pie o en camión hasta ya entrada mi edad universitaria, y nunca enfrenté un asalto o una agresión, ni escuché que a un amigo le hubiera sucedido.

            Traté con Cholos, Harpis, cheros y juniors por igual, y en ningún momento se hablaba de asesinar, asaltar o secuestrar, si, algunas cosas sucedían pero eran cosa ajena y distante, de hecho, cuando llegábamos a enterarnos de algún suceso, lamentábamos no haber estado allí en lugar de enfrentar lo aburrido de la vida.

            Tomé cerveza en discos (hoy antros) drive ins, y hasta en carros y en la esquina de mi calle, nunca el alcohol provocó en mi entorno alguna desgracia y cuando nos enterábamos de algo así era esporádico y por medio de la prensa.

            En la universidad, casi al final, conocí la cocaína, -sólo de vista- por un policía que llevó muestras para una conferencia sobre el tema, no había compañeros adictos ni sabíamos de alguna sobredosis.

            Tuve de vecinos a Judiciales, Aduanales, Empresarios que nunca utilizaron guaruras ni pusieron alarmas en sus casas, mi padre fue reportero de línea dura y jamás en Juárez manifestó temer por su vida, me gradué y comencé a litigar sin miedo jamás a que un cliente me amenazara o un demandado se vengara, me casé y adquirí algunos bienes modestos que no tuve que asegurar contra robo ya que nunca corrieron real peligro.

            En un desliz fui candidato a diputado y a pesar de mi enorme boca, nadie me la quiso callar ni fui amenazado, así dejé a mi ciudad hace nueve años siguiendo a una mujer y así la extrañé y visité durante algunos años hasta que todo empezó: Muerte, violencia, amenazas, ejecuciones, línea, chapo, represión, mas muerte, mas violencia, siedo, soldados, zetas, mucha mas muerte y mucha mas violencia.

            En la tele se hacen discusiones donde se culpa a la “descomposición del tejido social” , a la maquila, al alcohol a las drogas y sobre todo al entorno familiar….al entorno familiar ¡Que soberana pendejada! yo y todos los juarenses crecimos en ese entorno familiar que ahora culpan, ¿Qué quieren decir? Acaso un ovni ¿Vino y cambió a los padres de familia en un lapso de cuatro años? ¿Apareció el demonio y apretó el botón que cambió los valores familiares? claro que NO!!!-

            ¿Qué cambió? si los habitantes son los mismos, las calles son las mismas y Dios es el mismo ¿Qué hay diferente? Las autoridades, los funcionarios y hasta las leyes, no es casualidad que todo haya comenzado a partir de esos cambios, siempre ha existido la corrupción, pero nuestros actuales gobernantes le dieron un significado diferente: más voraz, más indolente, más moderno.

            ¿Guerra de Narcos? claro que la hay, pero ¿Quién la provocó? ¿Quién les dio permiso pensando que el grupo contrario se iba a conformar? ¿Descomposición del tejido social? –Que mamada- y ¿Quién lo descompuso? a quién no le importó la sociedad y decidió que se podían contratar chamacos como gatilleros, al cabo tenían permiso e impunidad, ¿Escuadrones de la muerte? y ¿Quién los financia? TODO APUNTA HACIA UN SOLO LUGAR. 

            Calderón es un usurpador, estamos todos de acuerdo, es un inepto y bastante malintencionado, tampoco podemos negarlo, pero al culparlo de todo a él, nos estamos olvidando de las otras autoridades, si, de las chiquitas, las que descansan y se ríen cuando la gente culpa al espurio, Exijámosles en sus últimos meses, que no se vayan sin arreglar lo que rompieron, que no se vanaglorien de sus “hechos y realidades” sino que afronten sus faltas y su corrupción, a todos los camaradas, compañeros o cualquier ente pensante les pido que no nos perdamos, a lo mejor si enfocamos bien la vista, ¿Quién sabe? podremos ver cambios.

DE TODOS

ALEJANDRO ALCOCER HERRERA

Y LA LUCHA SIGUE.

P.D. Aún que podría parecer una cuestión meramente personal, permítanme agradecer a todos cuantos leyeron, divulgaron y hasta publicaron mi anterior escrito (de nuevo acudo a ustedes) gracias a esa presión, no se me giró orden de aprensión, sin embargo, se ratificó el auto de vinculación a proceso ¿Qué se le va hacer? seguiremos en la lucha.

¡Es un Honor Estar con Obrador!