Entran agentes armados a Pensiones y cierran escuela
Blanca Carmona
El Diario | 16-04-2010 | 00:02 | Local
Agentes de los tres niveles de Gobierno sembraron pánico entre alumnos de la primaria Abraham González y derechohabientes, al ingresar fuertemente armados al edificio de Pensiones Civiles de Gobierno del Estado, y al prácticamente cerrar el plantel educativo en busca de los responsables de dos crímenes registrados ayer, casi de forma simultánea, en avenidas principales.
Enfermeras y pacientes sufrieron severas crisis nerviosas al ver que al inmueble de Pensiones ingresaban hombres portando fusiles de asalto, y al creer que se trataba de sicarios. Incluso se escucharon gritos indicando “a’i vienen los matones”.
A su vez estudiantes de nivel básico se quedaron encerrados en sus aulas al distribuirse elementos policiacos en las inmediaciones del plantel educativo. Al observar el despliegue de individuos armados los maestros determinaron retrasar la salida de los escolapios.
Todo se generó tras el asesinato del agente estatal Víctor Hugo Galaviz, acribillado con un arma AK-47, “cuerno de chivo”, y con otra calibre .223.
Un inusual despliegue de agentes se efectuó en la avenida Plutarco Elías Calles y el Paseo Triunfo de la República. Se corrió la voz de que los responsables de la ejecución se habían escondido en Pensiones, por lo que federales, municipales, y un gran número de agentes de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado se introdujeron al inmueble.
Sin dar aviso a las autoridades del nosocomio y abruptamente los agentes estatales vestidos de civil entraron al estacionamiento y luego a la recepción.
Al ver a los armados, en antesala decenas de pacientes se levantaron a toda prisa de sus sillas y trataron de refugiarse en los cubículos, mientras que las enfermeras y demás personal hicieron lo mismo, porque sin que se especificara de dónde provino la voz de alerta alguien gritó “a´i vienen los matones”.
Esa expresión provocó que varias mujeres rompieran en llanto a la vez que trataban de refugiarse.
Al mismo tiempo en el estacionamiento de Pensiones Civiles varios adultos mayores se asustaron al ver a los policías armados. Algunas personas fueron ayudadas por los agentes a evacuar el lugar.
Los elementos buscaron a los criminales entre los vehículos estacionados e incluso en los contenedores de basura, pero sin resultados positivos.
Luego los oficiales continuaron la inspección en el hotel aledaño, El Paseo, también sin dar con los homicidas.
A la vez que agentes estatales revisaban el edificio de Pensiones, federales y municipales se distribuyeron afuera de la primaria Abraham González sin tomar en cuenta que el plantel aún estaba ocupado por menores estudiantes.
Minutos más tarde, al regresar la calma, los padres de familia recibieron a sus hijos y a toda prisa se retiraron del lugar.
Los homicidios
Aproximadamente a las 12:15 horas se registró el primer asesinato en la calle Pedro Rosales de León, a un lado del centro comercial Galerías Tec.
Los primeros datos indican que desde la avenida Tecnológico, a la altura del Tec, el ocupante de un vehículo Corolla modelo 2004 con matrículas de Texas BP1R086, era perseguido por un grupo de sicarios.
Unos metros después de dar vuelta a la Pedro Rosales de León la víctima, Héctor Calzada Junior, de 20 a 25 años de edad, fue alcanzado.
El vehículo presentó unos cuatro impactos de bala, y dos personas que viajaban con él, una del sexo femenino y otra del masculino, resultaron lesionadas. A bordo de ambulancias de la Cruz Roja resguardadas por agentes municipales y federales fueron trasladadas a recibir atención médica.
Los disparos contra Calzada Junior provocaron miedo entre otros guiadores que circulaban por el área y al tratar de ponerse a salvo se registró un choque múltiple.
El conductor de un automóvil Toyota color negro con placas nacionales EDH5706 de Chihuahua fue impactado directamente por el vehículo que ocupaba Calzada Junior; a su vez éste golpeó contra otra unidad que iba sobre Pedro Rosales de León en una dirección de poniente a oriente, igual que el automotor de la víctima fatal.
También el Toyota negro se impactó contra una camioneta Quest modelo 2004 con registro 320SDM7, cuya ocupante iba saliendo del estacionamiento de un centro comercial con dos niños a bordo.
Además, una camioneta Lincoln 2003, estacionada junto a la entrada del aparcamiento, recibió un golpe.
Tres de los automovilistas también resultaron lesionados y fueron trasladados a recibir atención médica.
Una media hora después del asesinato de Calzada Junior, un helicóptero de la Policía Federal descendió sobre un terreno baldío ubicado en la esquina de Tecnológico y Pedro Rosales de León, pero lo único que logró el aterrizaje fue levantar una gran polvareda y basura, pues el área está totalmente cercada con malla ciclónica, y aunque los federales trataron de romperla para llegar a la escena del crimen, no pudieron y terminaron por retirarse.
Antes, unas cuatro pick ups, ocupadas a su máxima capacidad por agentes federales, partieron del punto en busca de los responsables del asesinato, con el dato de que los homicidas viajaban a bordo de una camioneta Sport Track al parecer color guinda.
Cerca de las 13:00 horas se reportó el asesinato de un agente adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Vida de la Subprocuraduría estatal.
El servidor público fue baleado en la intersección de la calle Humberto Lara Leos y Paseo Triunfo de la República, cuando se encontraba acompañado por una mujer y a bordo de un vehículo oficial.
El agente caído recibió unos seis impactos de bala calibres .223 y 7.62 por 39.
“Al arribar a la escena del crimen, se tuvo a la vista una pick up Silverado, modelo 2009, color gris, en cuyo interior se localizo el cadáver de quien en vida llevara por nombre Víctor Hugo Galaviz, en una posición sedente (sentado), del lado del conductor”, indica un comunicado de personal de la Subprocuraduría.
Datos extraoficiales indican que el nombre real del elemento es Víctor Hugo Tovar Galaviz, cuyo padre fue torturado, mutilado y asesinado en el 2008 frente a las instalaciones de Estación Cuauhtémoc, en donde también fue dejada una manta en la que lo acusaban de ser un extorsionador.
“En el lugar se fijaron y embalaron por parte de peritos en Criminalística de Campo, seis elementos balísticos, de calibres .223 y 7.62 x 39, mismos que fueron enviados previa cadena de custodia al Laboratorio de Balística Forense”, se agrega en el documento.
Anoche trascendió que la acompañante del elemento se encuentra grave de salud
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