Debacle política y organización alternativa

Cada vez es más manifiesta la tosudez y la escasa inteligencia para el ejercicio político por parte de Felipe Calderón y su equipo (o su banda). Parecía que Gómez Mont era lo menos torpe que tenía a su lado, pero ya entró de lleno al club de la soberbia que pretende sostener lo que nadie puede creer; del oprobio en su sacrificio por lealtad a Calderón, por encima de la supuesta lealtad que un "gobernante" se supone que debe al pueblo de México, y de la estupidez política manifiesta al participar del acuerdo secreto con Peña Nieto, al ocultarlo y aducirlo absurdamente ante el público como un "secreto profesional" cuando sin decir por qué renunció al PAN; pretendiendo una dignidad que no tiene sustento en sus acciones o el despliegue de "hombre honorable" nada menos que ¡ante los priistas!, que exigen y demuestran su honorabilidad en más de 80 años de corrupción, traiciones, trinquetes, transas, asesinatos, etc., etc. El "honor" ante la mafia que ha podrido al país.  

Aunque no quiera él, ni Calderón, Gómez Mont es un lastre más para este debilitado pseudogobierno que podría colapsar en cuestión de meses. Hasta sus más rabiosos defensores iniciales de televisión, radio y prensa como Oscar Mario Beteta, Ciro Gómez Leyva y Ricardo Alemán, están ya deslindàndose y se han pasado oportunistamente -como son- al terreno de la crítica, al igual que muchos otros de los archiconocidos "levantacejas" televisivos que tanto se han burlado y denostado a los actores políticos inconvenientes para el régimen. Si le queda un poco de dignidad Gómez Mont renunciaría; pero si no, se mantendrá hasta el final para hundirse en la debacle calderonista.

De César Nava casi no hay nada que agregar a lo que ya se ha dicho este viernes 5 de marzo en la televisión, la radio y la prensa. No creo que Calderón cometa una torpeza mayor manteniéndolo como "presidente" del PAN, para terminar con lo poco que queda de credibilidad social en ese partido y contribuir al mayor desgaste de toda la clase política desde la época de Antonio López de Santa Ana. Esta crisis puede llevar a un caos mayor del que ya tenemos o dar la oportunidad de que surjan nuevas organizaciones políticas y sociales alternativas con ética y arraigo social; una oportunidad para que el pueblo mismo, cada vez mejor organizado y con inteligencia se prepare y logre sustituir de una buena vez a esta casta política que ya es insoportable.

Es evidente que Calderón se desgasta cada vez más. De hecho, el mismo pacto secreto y su contenido son una muestra fehaciente de su debilidad, de su desesperación política, de su torpeza, de su incapacidad. Eso mismo se hace más patente al ordenarle a César Nava y al PAN concertar alianzas desesperadas con el PRD, el PT y Convergencia. No atina una. El PRI lo chamaquea una y otra vez, mientras que el PRD en su proceso de hundimiento acelerado (después de haber alcanzado su máxima votación histórica apenas en 2006), lo mismo que el PAN, también se ve desesperado buscando alianzas que le permitan seguir disfrutando del presupuesto en la mayor proporción posible. Ni el PRD ni el PAN, ni el PT, ni Convergencia, ante la baja de su votaciòn sufrida en 2009 tuvieron la capacidad de reflexionar, hacer una revisión de sus fallas y corregir rumbos. Están ya tan entrampados en el sistema orquestado por el IFE con base en el COFIPE, que no pueden detenerse, se hunden en el lodo y a cada movimiento desesperado se hunden más. No es que el PRI crezca, lo único que hace es mantenerse vìa su histórico manipuleo corporativo mientras el PAN y el PRD se hunden. Se abrazan en la desesperación y se hunden más juntos, mientras el PRI se solaza capoteándolos, mostrándoles de tanto en tanto sus colmillos. Peña Nieto y la mafia que representa se frotan las manos preparàndose para hundir sus colmillos sobre el pueblo en las próximas elecciones, particularmente la de 2012.

¿Y los demás actores: el pueblo mismo? Cunden organizaciones alternativas, surgen movimientos de toda índole, otros nada más contemplan o se deprimen ante el terrible espectáculo ofrecido por priistas, panistas y perredistas. También hay desesperación y tensión social por que no se ven suficientes alternativas que sean viables. AMLO está desgastado por el bombardeo mediático y por la excesiva concentración en su persona con la dependencia en él de muchos de sus seguidores. A AMLO le faltó convocar a la organización popular, a la creatividad social, pareciera que esto está fuera de su horizonte y el de su equipo más cercano. A él se le presenta como el único guía y salvador, lo que le ha valido mucha crítica y desgaste, haciéndolo único responsable de los errores cometidos. No se ve que puedan rectificar, pero hay un potencial grande si lo hicieran.

Necesitamos cambiar de la época de los caudillos y de las manipulaciones partidistas para promover la organización del pueblo como un todo, a través de consejos en los que se formen equipos eficaces de trabajo y siempre se tomen decisiones colegiadas. Los aciertos o los errores no dependerán de una sola persona, sino del colectivo mismo; sin asambleísmo, sino muy bien organizado. Para una nueva Revoluciòn, para lograr la Independencia de México, se requiere cambiar nuestro paradigma presidencialista, caudillista, por uno nuevo en el que el equipo y el colectivo propicien la captación, desarrollo, impulso y aprovechamiento social de los talentos de todos los mexicanos, de todos los latinoamericanos, de todos los humanos. Por supuesto que esto es posible, no está tan lejos. El primer paso es intercambiar nuestras ideas ir generando consensos sobre nuevos paradigmas que articulen y nos ayuden a tener cada vez más confianza entre unos y otros de los que andamos en búsqueda del cambio social y deseamos superar está amarga etapa priista, panista, perredista lo antes posible. Si nos decidimos y nos impulsamos mutuamente quizá logremos organizarnos y, entre todos, alcanzar ese sueño. En esta perspectiva unificadora y organizadora, potenciadora, estamos empeñados en el MTS.

Hay que seguir exigiendo la destitución de Calderón para buscar un gobierno interino de verdadera transición, cada vez urge más.

Saludos cordiales

Marco Eduardo Murueta