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| | Se entera que mataron a su esposo al volver de protesta vs violencia | | | Rocío Gallegos
El Diario | 16-03-2010 | 00:54 | Local | | | Justo cuando regresaba de exigir justicia por los asesinados y desaparecidos en esta frontera, durante un foro realizado en la Ciudad de México, a Kaori Flores, una activista social, le mataron a su esposo en un bar en el suroriente de la localidad. “Es una burla de la vida esto... no puede ser”, afirmó incrédula la mujer mientras era recibida por familiares y amigos en el crucero de Vicente Guerrero y López Mateos, a donde la mañana de ayer, cerca de las 11:30 horas, llegó el autobús en el que viajaron. Ahí, en la vía pública, la abrazaban y le daban el pésame por la muerte de su esposo, Jahaziel Gutiérrez Márquez, una de las tres víctimas mortales de un grupo armado que irrumpió la madrugada de domingo en el interior de bar-billar Pocket’s, ubicado en la calle Palacio de Mitla y avenida de Las Torres. “Fui a pedir justicia y esta justicia recibí”, afirmó la mujer, mientras fuma apresuradamente su cigarrillo bajo la ligera llovizna que a esa hora caía sobre esa zona de la ciudad. Su marido era conserje de una primaria, la Ignacio Zaragoza, tenía 26 años y ahora, dice, ya no estará para ver crecer a su hija, de un año tres meses. “A mí carnal le dieron en el mero corazón”, dijo entre sollozos Fabián, hermano menor de Jahaziel, que ayer acudió por Kaori al céntrico crucero. Ahí le comunicó a su cuñada los detalles del incidente, los problemas que tenían para que les entregaran el cuerpo, debido a que hasta el mediodía de ayer no lo liberaba el Servicio Médico Forense, y dónde sería velado. “Por qué, por qué ocurre esto, él era un buen hombre, fue como mi papá” afirmó Fabián, de 17 años, al hablar de su hermano. Comentó que Jahaziel estaba con su mamá y como a eso las 12 de la noche del sábado decidió irse a su casa, pero cuando vio que en el estacionamiento del bar había carros de sus amigos decidió llegar un rato. “Me dicen que llegó, empezó a saludar y unos minutos después empezaron los balazos, supuestamente iba contra unas personas que estaban en el área VIP, pero dispararon a toda la gente”, narró consternado por las circunstancias. Kaori no daba crédito a la historia, caminaba de un lugar a otro, no paraba de fumar y hablar por teléfono, quería saber cómo estaba su hija, quien en esos momentos estaba con su abuela materna. Ella forma parte de la agrupación Casa de la Cultura de Todos y Todas. Cansada de los que ocurre en Juárez y convencida de que la gente tiene que hacer oír su exigencia de justicia, dice que decidió sumarse al grupo de organizaciones civiles, madres de víctimas de la violencia y desaparecidos que viajaron a la Ciudad de México para participar en el Foro por Madres que se llevó a cabo la tarde del viernes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cuando regresaban, justo en su trayecto hacia Ciudad Juárez, recibió la noticia por una llamada a su celular. “No puede ser, esto es una burla del destino” repitió mientras respondía preguntas de la prensa que en esos momentos estaban en el lugar para recoger impresiones de las personas que viajaron al foro. Con un timbre de rabia en su voz y sin derrama lágrimas, mencionó que sus sentimientos son una mezcla de enojo, dolor y coraje. A poca distancia, en silencio se encontraban familiares de otras víctimas de la violencia, así como miembros de los grupos de la sociedad civil que acudieron a la capital del país a exigir justicia, un alto a los homicidios y abusos de militares, así como el retiro de militares de las calles de esta ciudad. “Mi madre no a dormido, la tiene muy afectada la muerte de mi hermano”, dijo Fabián, quien triste cuestiona, sin que reciba respuesta, “¿Cómo es posible que esto ocurra?, ¿Por qué?”. Hasta ayer las autoridades Ministeriales que llevan el caso mantenían en reserva y sin avances las indagatorias de la balacera en el interior del bar-billar. | |
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