28 de febrero de 2010

POR SOBREEXPLOTACIÓN AGRÍCOLA (LECHERAS COMO LALA) EN 20 0 30 AÑOS LA REGIÓN LAGUNERA SE QUEDARA SIN AGUA

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Espera a La Laguna un futuro sin agua


Un 95 por ciento del líquido se va en actividades agrícolas; para la especialista saltillense Rosario Sánchez Flores, aun cuando la gente tiene una percepción general de que existe un grave problema, no hay esfuerzo serio por parte de las autoridades para tomar las acciones conducentes


El tema es por demás preocupante y dramático: en un plazo de 20 a 30 años la Comarca Lagunera se va a quedar sin agua y, aunque la percepción general es que existe un grave problema, la verdad es que no hay ningún esfuerzo serio de las autoridades para realizar los estudios que permitan determinar el volumen de reservas del acuífero.

Es la opinión de la especialista saltillense Rosario Sánchez Flores, doctora en Planeación y Administración del Agua por la Universidad de Texas A&M, quien realizó una investigación sobre la problemática que aqueja a La Laguna, donde el 95 por ciento del agua se consume en actividades agropecuarias y existe una peligrosa y alarmante falta de información, además de un pesimismo generalizado que en nada ayuda para iniciar las acciones que puedan ayudar a revertir la situación.

“Se estima que de aquí a 20 ó 30 años La Laguna se va quedar sin agua, al menos para uso agropecuario, y lo más peligroso es la falta de información, sobre todo en lo relacionado con las condiciones del acuífero, porque en realidad no se sabe con exactitud cuánta agua hay, porque sólo se hacen estimaciones anuales, pero el real volumen de reservas es aún desconocido”, la experta, también licenciada en Relaciones Internacionales con Maestría en Asuntos Diplomáticos.

De acuerdo con su óptica, deja en claro que en esa región en “la sociedad hay un conocimiento general del problema y todo mundo sabe que existe, que es muy grave y que nos va a ir muy mal, pero también percibe que no hay nada que hacer para revertirlo y eso es lo más importante y preocupante de los resultados de esta investigación, que existe un marcado pesimismo.

“Y es que desde el punto de vista público, las autoridades lo ven y lo reconocen, pero hay muy poco potencial de cambio, e independientemente de la condición hídrica, eso es lo más grave, que saben que existe un problema, pero no conocen de qué tamaño es”, expresa Sánchez Flores y señala que tampoco se han dimensionado todas las complicaciones que podrían generarse si la escasez del agua llega a hacer crisis.

Enseguida la entrevista a Rosario Sánchez Flores sobre la situación que enfrenta la Comarca Lagunera en cuanto al abasto de agua.

-¿Qué se debe hacer? ¿Por dónde hay que empezar?

“Hay que utilizar los canales de comunicación, porque hay un serio desquebrajamiento en este aspecto, un hueco muy grande entre la Academia (los expertos investigadores) y las autoridades. Nadie confía en nadie, incluso la Iniciativa Privada, que tiene sus propias estimaciones, rara vez confía en las cifras y datos que genera la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y estamos hablando de una desconfianza enorme.

“Si la Conagua dice ‘tenemos un problema muy grave para los próximos 20 años’, los empresarios dicen ‘yo no he tenido problemas, y a mí mis pozos me siguen dando la misma agua de hace 20 años’, entonces hay una crisis de confianza y necesitamos volver a la parte básica que es la comunicación, invertir en ello y trabajar sobre una investigación integral, porque hay muy pocos datos sobre condiciones hídricas y técnicas del acuífero. La información proveniente de la investigación es nula.

“Entonces, ¿cómo le hacemos? ¿cómo los integramos? ¿cómo volvemos a confiar? ¿cómo nos podemos sentar a la mesa? Hay algunos estudios por acá, otros por allá, ¿y los expertos? Lo que está pasando, es que quienes proponemos somos muy pocos, ¿y por qué? Aquí es donde viene el problema inicial, la desconfianza, la falta de información y el hecho de que la gente no está motivada”.

-¿Qué están haciendo las autoridades?

“Existen varios intentos en este momento, tanto del Gobierno Federal como del Estatal, pero a como está hoy la ley, los estados están un poco amarrados, y en ese aspecto Durango ha intentado meterse un poco, Coahuila también, pero llega un momento que se detienen y señalan ¿qué tanto me puedo meter al tema del agua del subsuelo, o al tratamiento?, pero legalmente están amarrados, yo no se que tanto, o si en realidad sea sólo una excusa para delegar la responsabilidad en otros, porque
por ejemplo, toda el agua residual recae en la responsabilidad directa del estado, y ahí si hay mucho que hacer, y el potencial para ahorrar también es estatal?”.

“En materia de Planeación Durango ha tenido mucha iniciativa, y en lo que es el tratamiento, pero no es suficiente, de hecho las estimaciones indican que aun reduciendo la sobreexplotación del acuífero, no
se va a recuperar, no va a ser suficiente para empezar a revertir el problema, debe ser mucho más del 50 por ciento, y de ahí la necesidad de empezar a dar pasos firmes, de realizar una planeación para ir avanzando de manera concreta”.

-¿Y las lluvias también son menos?

“Curiosa y paradójicamente está lloviendo, y la inundación ocurrida hace dos años —cuando bajó mucha agua del Nazas— es una muestra de ello y es algo que sí ha ayudado. Digo también paradójicamente, porque llueve así y se llenan las presas, la gente dice ‘¡ah, entonces tenemos suficiente agua, la presa está llena, ¿cuál es el problema? Y gasta más agua, la gente lo hace así en el día a día, y sin conciencia alguna.

“Pero tampoco hay planeación, ninguna autoridad ha recapacitado, ni reflexionado en la tesis de que cada 10 años en la Región Lagunera se realizan estudios. Existe la probabilidad, en un 50 por ciento, de que se presente una sequía que puede durar de cuatro a siete años, estimaciones que la gente, y quizá muchos de los funcionarios, desconoce”.

-¿Y en el sector de la agricultura qué se está haciendo?-

“En la agricultura se consume el 95 por ciento del agua de la Región Lagunera. Bueno, no sólo en la región, sino en todo el acuífero principal, y el 5 por ciento restante en la industria, donde el líquido es más caro, pero donde se presenta una mayor eficiencia, un mayor cuidado. Pero en las actividades agrícolas y agropecuarias, ahí no hay cuidado. Porque todavía, aun con todos sus problemas, se es más eficiente en el agua potable, en las áreas urbanas, que en la propia agricultura.

“Y es que como está subsidiada desde hace mucho tiempo en México, entonces su gasto no duele. Sí se dan casos de que se vuelven eficientes, pero por eficiencia del negocio, no por eficiencia hidrológica. No quiero pensar que no piensan, pero la verdad es que se vuelven cuidadosos, por aspectos de utilidades financieras, no por algún grado de sustentabilidad, y aquí es donde definitivamente el agua debería de ser mucho más cara para el empresario agricultor, y no lo es”.

-¿ Y en el sector social del campo, qué pasa?-

“Ahí se da una condición histórica, porque la agricultura y la tierra dependen del recurso, pero la verdad es que hay muy pocos ejidos y personalmente iba a visitarlos y me di cuenta que los campesinos, los ejidatarios, utilizan sus derechos de agua para venderlos o rentarlos, y sin embargo se la pasan reclamando el agua, pero no porque la necesiten, sino porque venden o rentan el derecho y con eso viven, de ahí que se presenta una distorsión total de la condición de escasez, y ni siquiera hay control sobre eso.

“Es grave porque en términos de sustentabilidad no hay trabajo, donde sí lo hay es para llevar agua potable a las casas, porque se ha creado infraestructura, limitada, pero
la hay, pero lo que sí no existe es una planeación a futuro; infraestructura, limitado pero lo hay; trabajo de tratamiento, limitado pero lo hay, pero no hay un trabajo de planeación, que es en lo que se tiene que trabajar”.

-¿Qué instituciones sí están trabajando en el tema de la sustentabilidad?-

“No hay un trabajo integral, sólo esfuerzos muy aislados. En La Laguna, el INIFAP (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias) tiene algunos estudios sobre lo que son los famosos ‘derechos ecológicos’, en el tema de ‘te doy dinero a cambio de que tú me des tu área, para que dejes de contaminar, para que dejes de dedicarte al ganado, para que las áreas de recarga del acuífero se protejan...

Pero como digo, son esfuerzos muy aislados, que chocan, que topan, y que ahí se dejan.

“Aquí lo más grave es que se presenta una especie de temor, como que nadie quiere reconocer, aceptar que existe un problema, y comunicarlo así a la población, a la sociedad, pero no, nadie se atreve a exponer el problema y las cosas como son, y mientras que eso no suceda, mientras que ninguna autoridad lo exponga clara y llanamente y de frente a los ciudadanos, nunca se atenderá de la manera que debe hacerse”.

-¿Qué hacen otros países en una situación similar, por ejemplo, Estados Unidos?-

“Sí está pasando en Estados Unidos y en otros países, porque esto es un problema mundial, pero la diferencia estriba en cómo se aborda y yo lo que veo en México, en mi país, es que se trata de un problema de transparencia, porque allá no hay miedo a decir las cosas, a manifestarlas, a darlas a conocer, a declarar ‘dentro de 20 años no va a haber agua, y te lo demuestro y aquí está’. Te dicen exactamente lo que está pasando, lo que dice la Ley, y los cambios que hay que hacerle a esa Ley.

“Allá son los mismos problemas, la diferencia es la forma como se encaran, como se atienden, porque allá no se vale engañar, y aquí como que tenemos miedo. Por ejemplo en Saltillo nadie sabe cuánta agua tenemos ahora, y todos quisiéramos saber. En La Laguna nadie sabe cuánta agua pudiéramos tener y cuánta agua nos queda.

“Y esa falta de transparencia y de claridad yo la viví cuando iba a hacer las entrevistas, la gente era muy meticulosa, muy temerosa —‘¿de dónde vienes? ¿quién eres? ¿a qué vienes?’— y se vuelve difícil y complicado obtener la información, cuando sería mucho mejor que la gente estuviera informada de lo que está pasando. Se subestima muchísimo”.

-¿Es caro un estudio, un análisis del acuífero? ¿Cuánto tiempo se lleva? ¿Por qué nadie le quiere entrar?-

“Un estudio serio de sustentabilidad del acuífero principal y de su hidrología no te llevaría más de dos años y no te costaría mÁs de 50 mil dólares, pero no se hace porque los puestos claves no están ocupados por especialistas y la falta de conocimiento retrasa mucho
más las acciones necesarias.

Por ejemplo, hace poco estaba asesorando a una persona que venía del Colegio de la Frontera Norte, estaba investigando el tema del agua en Saltillo, y me comentó que fue al Congreso del Estado con el diputado que encabeza la Comisión del Agua, y que le dijo ‘sabes qué, yo no sé nada de eso’. Entonces así nunca esperes encontrar la información que buscas”.

-¿Estamos muy mal o hay estados peor?-

“Hidrológicamente hablando cada estado tiene su bronca, y nosotros, Coahuila, en un 65 por ciento dependemos de la Cuenca del Río Bravo.

Aquí todo depende de las prioridades y del tiempo que tengas para hacer bien tu trabajo, cuando uno habla de agua, si eres Conagua en La Laguna, difícilmente vas a pensar mas allá de 10 años, porque tú piensas en el tiempo que te queda y en hacer bien tu tarea durante ese lapso”.

-¿Y volviendo al tema de la agricultura, qué va a pasar con la cuenca lechera?-

“Dentro de 20 años el agua va a costar mucho más que la leche, sí, porque al paso que vamos, eso es exactamente lo que puede llegar a suceder.

Será entonces, cuando ya lleguemos a la paridad, o cuando sea mucho más alto y costoso generar un litro de agua que de leche, cuando nos empecemos a preocupar, pero mientras que sea más productivo el negocio lechero, las cosas van a continuar igual, sin que nadie haga conciencia del grave problema que se está presentando”.

-¿Qué los empresarios lecheros no han sido advertidos del problema?-

“Claro que conocen el problema y claro que tienen sus estudios, porque si alguien sabe esa condición son ellos, si alguien sabe cuánta agua queda en La Laguna son ellos. Lo saben y lo conocen perfectamente, y una muestra muy clara de eso es lo que está invirtiendo Lala en su División Alimentos, donde ya tiene mas recaudación y más ingresos que en la División Lácteos, y lo ha dicho públicamente: ‘Cuando se acabe el agua, simplemente nos movemos y ya’”.

-¿Es cuestión de cultura? ¿Es cuestión de honestidad?-

“Te voy a dar un ejemplo: aquí en México nadie ha hecho nada para conocer cuál es el impacto del cambio climático a uno y otro lado del Río Bravo y Estados Unidos ya lo hizo y no costó más de 30 mil dólares; y acá, de este lado, no se si se enteraron, pero la Auditoría Superior de la Federación o la Secretaría de la Contraloría de la Federación ha dicho que desconoce dónde quedaron 500 millones de dólares que donó el Banco Mundial para el estudio del cambio climático en México.

“Así como lo están oyendo, se desaparecieron, nadie sabe dónde están, se han perdido, y sobre el tema se entrevistó a varios investigadores de la UNAM y han manifestado que se hubieran abordado 10 investigaciones de gran importancia y trascendencia con una cantidad de esas dimensiones”.



Hay un problema de transparencia

Rosario Sánchez Flores, especialista en Planeación y Administración del Agua, desnuda la real situación que se presenta en el tema del agua potable en Saltillo, “porque aquí hay un grave problema de transparencia, porque no hay otra forma de meterse, no hay forma de llegar, pues Aguas de Saltillo es una empresa privada y hasta el Municipio tiene problemas para llegar a donde está la información, la cual no es pública.

“Lo que Agsal coloca como información disponible, no es lo que nosotros necesitamos saber. Es muy sencillo darse cuenta que no existe voluntad, ni siquiera el más mínimo intento por avanzar en materia de sustentabilidad, porque es muy claro que no existen campañas de ahorro del agua, y si ustedes recuerdan la última campaña intensa, que yo me acuerde se dio en los años 80, pero aquí no hay nada de eso”, expresa.

La profesional saltillense apunta que “no sabemos tampoco cómo está el acuífero y hasta qué grado se está dando la sobreexplotación, tampoco conocemos si existen estudios reales, quién los hizo, qué resultados arrojaron, y no hay manera de llegar hasta el punto donde se puedan conocer datos, cifras, estadísticas, números y aspectos que nos indiquen qué se debe hacer, por dónde debemos de caminar”.

-¿ Y la Planta Tratadora de Aguas Residuales de Saltillo?-

“Pues está trabajando, pero al paso que está creciendo la ciudad, su capacidad será para cinco años, tiempo en el cual vas a requerir de una segunda planta”.

-¿Coincides con la apreciación de que las próximas guerras serán por agua?-

“Definitivamente que no, porque pienso todo lo contrario, que el agua por su importancia para el ser humano, será motivo de conciliación, y ahí está el ejemplo de Israel y Jerusalén (sic), que en lo único que han logrado ponerse de acuerdo, a través de esa historia de grandes diferencias, es en un tratado de agua, porque ahí sí reflexionaron, que si comparten una cuenca y si uno llega a tener problemas, serán los mismos problemas del otro”.



¡Es un Honor Estar con Obrador!

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