18 de enero de 2010

MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA: Relevos en la SEP. | Diario.com.mx

Relevos en la SEP. | Diario.com.mx:

Relevos en la SEP
Miguel Angel Granados Chapa
Perdiodista |
17-01-2010 | 21:16 | Opinión |

Distrito Federal– Si se mide a los protagonistas del relevo de la semana pasada en la Secretaría de Educación Pública por su preparación profesional y su experiencia académica y administrativa, se evidencia una disminución de calidad, una pérdida de rango en la Subsecretaría de Enseñanza Media Superior y en la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas.

De la subsecretaría salió Miguel Székely Pardo y entró en su lugar Miguel Ángel Martínez Espinosa. De la Unidad fue despedido Jorge Santibáñez y lo sustituye Francisco Ciscomani. Los funcionarios salientes son doctores en sus ramos: después de obtener su licenciatura en el ITAM, Székely se doctoró en desarrollo regional en la Universidad de Oxford. Santibáñez lo hizo en la de Estrasburgo, luego de graduarse en matemáticas en la Universidad Nacional. Martínez Espinosa es licenciado en derecho por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y Ciscomani es también abogado, de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey. Székely trabajó para el Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo antes de ser subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación en la Sedesol de donde la secretaria Josefina Vázquez Mota lo llevó a la SEP. Santibáñez fue profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias y después investigador, director y presidente del Colegio de la Frontera Norte. Martínez Espinosa fue coordinador y luego titular de la Secretaría de Educación de Jalisco bajo el gobernador Enrique González Márquez, de 2005 hasta la semana pasada. Ciscomani fue secretario de acuerdos y abogado del Instituto Federal de Acceso a la Información hasta que su presidente, Alonso Lujambio pasó a la SEP en abril pasado y lo hizo acompañarlo como jefe de la Unidad de Coordinación Ejecutiva.

Si en la Secretaría de Educación Pública se aplicaran para la selección de su personal ejecutivo los criterios formalmente vigentes para el ingreso y promoción en la carrera magisterial, o para ser director de escuelas de bachilleres. Más ampliamente, si se observaran las normas relativas al servicio público de carrera, es claro que Székely y Santibáñez obtendrían con ventaja sobre sus sucesores los cargos de los que han sido desplazados. Luego entonces, no es por mejorar la gestión de sus áreas respectivas que se les ha sustituido. Como en casos así no se hacen explícitas las razones de la remoción, podemos hacer conjeturas sobre los móviles que produjeron ese relevo, el primero que practica Lujambio desde que reemplazó a la ahora coordinadora de los diputados panistas.

La renovación de los cuadros a las órdenes de un secretario de estado es lógica y comprensible. De modo que en sí misma la mudanza no genera interés ni suscita interrogaciones. Se entiende también que un jefe requiera un vínculo personal con sus colaboradores, provocador de confianza. Eso explicaría el nombramiento de Ciscomani, colaborador de Lujambio en el IFAI, pero es insuficiente para desentrañar los motivos de las dos remociones y la designación de Martínez Espinosa. Hay que indagar en el terreno político para hallar las causas que buscamos.

El desplazamiento de Székely y Santibáñez pudo haber sido provocado por la mala opinión que de ellos tenía el sindicato magisterial y su presidenta, Elba Ester Gordillo. Luego entonces, su sacrificio se haría en aras de la buena relación (si de ese modo benévolo, y no complicidad, queremos denominar el entendimiento entre autoridad y sindicato). Los que se fueron no eran gratos al SNTE porque buscaban contener excesos de esa agrupación.

También puede ocurrir que Lujambio requiriera las plazas para un objetivo político partidario o uno político personal o una combinación de ambos. El talante del nuevo subsecretario autoriza a pensar en estas posibilidades. Es miembro de una familia panista de antigua presencia en Guadalajara. Miguel Ángel Martínez Cruz, padre del nuevo subsecretario, lo es también de Roberto Martínez Espinosa, inopinadamente propuesto por la Suprema Corte y elegido por el Senado como integrante de la sala regional capitalina del Tribunal Federal Electoral. Su hermano Miguel Ángel siguió en los primeros años de su carrera los pasos paternos, en una regiduría (aunque no en Tlaquepaque sino en Guadalajara) y en una diputación local, cargos que desempeñó Martínez Cruz, lo mismo que, dos veces, una diputación federal.



¡Es un Honor Estar con Obrador!

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