el ventano: El clima cambia; las monarquías, no

el ventano: El clima cambia; las monarquías, no

: "El clima cambia; las monarquías, no

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Si la fuerza de una denuncia no violenta pasa por mostrar las contradicciones del poder –su falta de humanidad, su nula proporcionalidad–, la protesta de Greenpeace contra la pasividad de los gobernantes que participaron en la cumbre de Copenhague ha sido un triunfo. El contraste entre el fracaso climático y el éxito policial es notable. Ahora mismo, en la cárcel de un país democrático miembro de la UE, hay cuatro ecologistas incomunicados, encerrados cada uno en una celda de aislamiento. No pueden hablar con nadie más que con su abogado, y sólo en algunas ocasiones; se les acusa de penas que podrían suponer una condena de seis años de cárcel.

¿Su terrible delito? Juantxo López de Uralde, director de Greenpeace España, se puso un smoking; la noruega Nora Christiansen se enfundó en un vestido largo; el suizo Christian Schmutz se calzó una gorra de chófer. Armados con un tarjetón, en el que se presentaban como “los jefes de Estado de Greenpeace”, se colaron por la alfombra roja hasta la cocina de la reina de Dinamarca, hasta el interior del palacio, donde desplegaron una pancarta: “Los políticos hablan, los líderes actúan”.

Para variar, los políticos actuaron… contra la pancarta y los que la portaban. Y en su nombre también lo hizo la justicia danesa, que ha ordenado 21 días de prisión preventiva para los detenidos con el surrealista argumento de evitar que destruyan pruebas. Si en las próximas horas no prospera un recurso que han presentado, Uralde y sus compañeros no saldrán de la celda al menos hasta el 7 de enero. Contra ellos actúa como agravante una ley especial, similar a nuestro delito de injurias al rey. Y es que, a diferencia del clima, hay algunas cosas que no parecen cambiar nunca, como los privilegios de las monarquías."

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