27 de octubre de 2009

Diez Consejos para los Militantes de ...

Diez Consejos para los Militantes de Izquierda
Frei Betto
Resumen Latinoamericano
9 de enero del 2005

 
1. MANTENGA VIVA LA INDIGNACIÓN
Verifique periódicamente si usted es realmente de izquierda. Adopte el
criterio de Norberto Bobbio: la derecha considera la desigualdad social tan
natural como la diferencia entre el día y la noche. La izquierda lo enfrenta
como una aberración que debe ser erradicada.
Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus social-demócrata, cuyos
principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de
izquierda y, en caso de conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar
mal con los grandes.
2. LA CABEZA PIENSA DONDE LOS PIES PISAN
No se puede ser de izquierda sin "ensuciar" los zapatos allá donde el pueblo
vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus creencias y victorias. Teoría
sin práctica es hacer el juego a la derecha.
3. NO SE AVERGÜENCE DE CREER EN EL SOCIALISMO.
El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los
valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del
socialismo en el este europeo no debe inducirlo a descartar el socialismo
del horizonte de la historia humana.
El capitalismo, vigente hace 200 años, fracasó para la mayoría de la
población mundial. Hoy, somos 6 billones(*) de habitantes. Según el Banco
Mundial, 2,8 billones sobreviven con menos de US $ 2 por día. Y 1,2
billones, con menos de US $ 1 por día. La globalización de la miseria no es
mayor gracias al socialismo chino que, a pesar de sus errores, asegura
alimentación, salud y educación a 1,2 billones de personas.
4. SEA CRÍTICO SIN PERDER LA AUTOCRÍTICA.
Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar
piojo en cabeza de alfiler. Apartados del poder, se tornan amargos y acusan
a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dice Jesús, vemos el
polvo en el ojo del otro, pero no la viga en el propio ojo. Tampoco se
enganchan para mejorar las cosas. Quedan como simples espectadores y jueces
y, algunos, son captados por el sistema.
La autocrítica no es sólo admitir los propios errores. Es admitir ser
criticado por los(as) compañeros(as).
5. SEPA LA DIFERENCIA ENTRE MILITANTE Y "MILITONTO".
"Militonto" es aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los
eventos y movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno
de explicaciones y los efectos de sus acciones son superficiales.
El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona,
medita; valora de forma determinada su área de actuación y actividades,
valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.
6. SEA RIGUROSO EN LA ÉTICA DE LA MILITANCIA.
La izquierda actúa por principios. La derecha, por intereses. Un militante
de izquierda puede perder todo, la libertad, el empleo, la vida. Menos la
moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y representa. Le
presta un inestimable servicio a la derecha.
Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda. Es el sujeto que se
engancha apuntando, en primer lugar, a su ascenso al poder. En nombre de una
causa colectiva, busca primero sus intereses personales.
El verdadero militante - como Jesús, Gandhi, Che Guevara - es un servidor,
dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan vida. No se siente
humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar. Él no se confunde
con la función que ocupa.
7. ALIMÉNTESE EN LA TRADICIÓN DE LA IZQUIERDA.
Es preciso la oración para cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de
la pareja, "volver a las fuentes" para mantener encendida la mística de la
militancia. Conozca la historia de la izquierda, lea (auto)biografías, como
el "Diario del Che en Bolivia", y romances como "La Madre", de Gorki, o "Las
uvas de la Ira", de Steinbeck.
8. PREFIERA EL RIESGO DE ERRAR CON LOS POBRES A TENER LA PRETENSIÓN DE
ACERTAR SIN ELLOS.
Convivir con los pobres no es fácil. Primero, hay la tendencia de
idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los mismos vicios
encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que
los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas
privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida
digna. Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia.
Un militante de izquierda jamás negocia los derechos de los pobres y sabe
aprender con ellos.
9. DEFIENDA SIEMPRE AL OPRIMIDO, AUNQUE APARENTEMENTE ELLOS NO TENGAN RAZÓN.
Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar
de ellos actitudes que tampoco aparecen en la vida de aquellos que tuvieron
una educación refinada.
En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia
es que, en la élite, la corrupción se hace con la protección de la ley y los
bandidos son defendidos por mecanismos económicos sofisticados, que permiten
que un especulador lleve una nación entera a la penuria.
La vida es el don mayor de Dios. La existencia de la pobreza clama a los
cielos. No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de
los pobres.
10. HAGA DE LA ORACIÓN UN ANTÍDOTO CONTRA LA ALIENACIÓN. PUNTO OPTATIVO PARA QUIEN CREA. (Anotción mía lui Fer)
Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de
rezar para no oír el llamado divino que nos exige nuestra conversión, esto
es, el cambio del rumbo en la vida. Hablamos como militantes y vivimos como
burgueses, acomodados en una cómoda posición de jueces de quien lucha.
Orar es permitir que Dios subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar
así como Jesús amaba, libremente.

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