19 de julio de 2009

MARTIN VELEZ: 2012, ABRIR LA MIRADA

"2012, ABRIR LA MIRADA.



Ya se aleja la espuma de la ola electoral del 2009. Los saldos están a la vista de quien quiera verlos. El gran perdedor es sin duda Felipe Calderón y su banda de chiquibabys encabezada por Germán Martínez; que a estas alturas andará guanajuatizando a una sufrida señora michoacana. Ojalá que esa señora, su mamá, no se deje.

La izquierda obtuvo el mejor resultado posible, tomando en cuenta que acudió a la cita dividida, con los enconos al rojo vivo; con sus diversas facciones disputándose entre sí los votos, así fuera para anularlos. Llegó a julio de 2009 habiendo recorrido una crisis que dura ya años, cuyo centro de disputa ha sido la dirección del PRD. Aun con todo lo anterior, el saldo electoral de las izquierdas ronda los 20 puntos porcentuales, quizá más, considerando que amplios sectores de votantes de izquierda decidieron anular el voto. En la mejor tradición masoquista y autoflagelante de la izquierda pudiera considerarse este resultado como muy pobre. Sin embargo, si se considera que el PAN, con todos los instrumentos presupuestales a la mano, con la PGR, con las televisoras y la radio operando a su favor obtuvo menos de 28%, entonces el resultado de las izquierdas, aunque malo, no es catastrófico.



Los chuchos llegaron al 2009 envalentonados. Los medios electrónicos alimentaron el encono de chuchos y shushos (los chuchos que niegan serlo) contra Andrés Manuel, ese dictadorzuelo. El argumento central de los chuchos ( y shushos), es que la línea de confrontación del Peje con el gobierno federal ahuyentaría a los votantes del PRD. Parece que se equivocaron, porque los votantes de izquierda se alejaron de aquellos candidatos que ofrecían una línea de colaboración con el gobierno federal. Por eso los candidatos chuchos no ganaron prácticamente en ningún lado. Entrarán a la cámara por la vía plurinominal, pero ya sin el envalentonamiento inicial, y en una clara posición de desventaja.



Andrés Manuel fue sin duda el personaje de la elección. Los Chuchos, Calderón y Beltrones; a través del TEPJF, con la chicanada de Iztapalapa, le pusieron en charola la oportunidad de mostrarse como un político sin par. La afirmación anterior pudiera parecer excesiva, no lo es. Sobresalir entre la degradada, pinchurrienta y corrupta clase política mexicana, no es mucho decir, de veras. Pudo Andrés Manuel contribuir para que PT y Convergencia conservaran el registro. El logro no es menor, porque de esta manera evita llegar al 2012 con la camisa de fuerza de un PRD secuestrado, por una izquierda al modo de la derecha.



Marcelo Ebrard salió bien librado. En un contexto de división perredista, con el barullo y la confusión que representó Iztapalapa, logró consolidar la gobernabilidad progresista de la Ciudad de México, cuya política social, orientada a la universalidad de los derechos, es el mayor y mejor logro de la izquierda electoral.



No obstante lo anterior, la elección también mostró que el acoso mediático al que ha estado sometido el Peje en particular, y la izquierda en general, ha rendido sus amargos frutos. Sobre la persona de Andrés Manuel y sobre los partidos y personajes de izquierda se ha construido un rechazo electoral que será difícil revertir. Por lo menos en el siguiente ciclo electoral.



La izquierda mexicana tiene en Andrés Manuel y Marcelo Ebrard a dos muy buenos precandidatos para el 2012. Cualquiera de ellos haría un magnífico papel, representando el proyecto de país y de gobierno de la izquierda. Sin embargo, es probable que no sea suficiente con presentar buenos candidatos; sobre los que se ha construido un rechazo entre los votantes.



Marcelo y Andrés Manuel han hecho público un pacto apalabrado entre ambos: el que llegue mejor posicionado al 2012 recibirá el apoyo del otro y será el candidato de la izquierda. Suena bien, pero ¿habrá otro personaje que, sin estar vigente en medios (y por lo tanto menos posicionado) pudiera resultar más competitivo que el Peje y Marcelo? ¿Podrá construirse un amplísimo frente electoral de las izquierdas, alrededor de un personaje que, al tiempo que concite un gran consenso social, sea inmune al rechazo electoral que ha sido construido sobre personajes y partidos de izquierda?



Me atrevo a poner un nombre en sus pantallas: JUAN RAMÓN DE LA FUENTE. Es solo un nombre. Tal vez con ese nombre se propicie un debate del que surjan otros nombres y otras posibilidades para enfrentar a la derecha que arroja, cada año, a más millones de mexicanos a la condición de pobreza alimentaria.



Martín Vélez"


AQUÍ LE RESPONDE A MARTÍN NUESTRA QUERIDA AMIGA SIQUE:

Estimados compañeros:

La reflexión de José Martín Velez resulta oportuna en tanto tenemos que seguir luchando para que nuestro país vaya saliendo de la mierda gubernamental en la que está inmerso. La salida solo puede ser hacia la izquierda.

En función de las propuestas de quienes podrían ocupar el cargo ejecutivo, mismo que por las condiciones de nuestro país será de enorme dificultad, me permito darles mi humilde opinión:

Los principales problemas y del que se derivan casi todos los demás son la corrupción y la falta de justicia social. Bajo la administración de Calderón, México cuenta con seis millones más de pobres.

Juan Ramón de la Fuente es un profesionista que ha sabido ejercer sus cargos con eficiencia y no dudo de que sea honesto. Sin embargo, es un hombre ligado a la academia que se mueve bien dentro de la burguesía pero que está alejado del pueblo. No creo que comprometiera su imagen en función de depurar a la clase política aunque fuera algo, ni tendría la valentía para enfrentar a las fuerzas de la derecha, no renunciara al establisment burgués al que finalmente pertenece y las causas populares que son las más urgentes están fuera de su ámbito.

Marcelo Ebrard es un político comprometido que quiere hacer las cosas bien y tampoco dudo de su honestidad. Me parece mejor que Juan Ramón de la Fuente. Sin embargo creo que a veces le falta un poco de templanza y firmeza para actuar, seguramente porque se asusta y le tiene miedo al ataque. Así le ocurrió con Tláhuac, con el News Divine y con el virus AH1N1.

Andrés Manuel López Obrador es el candidato más confiable para comenzar a sacar a México de la difícil situación en que se encuentra por las siguientes razones:

1) Es honesto.
2) Es valiente y se enfrenta a los adversarios.
3) Es un luchador social de toda su vida.
4) Es la persona que más conoce México. Ha estado en todos los municipios del país.
5) Es el político de mayor convocatoria.
6) Esta cerca del pueblo.
7) Es el político de mayor experiencia y conoce los movimientos de todas las fuerzas políticas del país.
8) Es el líder que mejor encaja en el actual contexto de América Latina.
9) Es el político que más se ha preocupado por nuestra soberanía, la cual se ha ido perdiendo y ya se encuentra en serio peligro.
10) Es el político que mejor conoce nuestra historia, lo cual es muy importante para no volver a cometer los mismos errores.
11) Es un político creativo. La creatividad será muy necesaria por la complejidad de los problemas políticos en los que nos encontramos.

No nos olvidemos de que lo que más urge es defender la soberanía, que el pueblo empiece a recibir lo que le pertenece y que nuestro país se integre a la lucha que están librando casi todos los pueblos de América Latina. Abrir nuestra mirada es también ver el horizonte que se vislumbra en el cual la verdadera independencia de los países latinoamericanos comienza a consolidarse y los modelos económicos se están cambiando y están siendo construidos desde una democracia participativa, eso es lo que necesitamos, una democracia participativa.

Es hora de pensar en los pueblos, en la enorme pobreza de nuestro país, en la terrible injusticia social. Creo que sólo AMLO es capaz de semejante reto. Hoy más que nunca sigue siendo válido su slogan, "Por el bien de todos primero los pobres".

Alejémonos de la mentalidad politiquera y abramos nuestra mirada cimentándonos en principios y convicciones. Es muy cierto que la campaña mediática contra AMLO pudo haber provocado un rechazo electoral en algunos sectores, pero esa misma será utilizada contra el candidato de la izquierda, por principio, los medios son propiedad de la derecha.

Creo que si empezamos ahora una campaña en contra de los medios que son el ejército más eficaz con el que cuenta la derecha podríamos desarmarlos y anular su furia. Ese es el enemigo a vencer. Para ello se requiere sin duda mucha organización y creatividad para construir redes comunicacionales en toda la República.

La lucha está en tener una ideología clara de principios y convicciones, en organizarnos y en combatir el ataque mediático. Y sobre todo, en la unión, si no nos unimos es imposible. "El pueblo unido jamás sera vencido".

Para mi, sin duda, López Obrador es el candidato idóneo para estar a la altura de las circunstancias. Y eso sería sólo el comienzo de la lucha que nos espera. Lula da Silva se presentó como candidato desde 1989 y fue derrotado en las elecciones tres veces, hasta que lo logró en 2002. López Obrador ganó desde la primera vez que se presentó como candidato, así que es posible que pueda ser presidente, es lo mejor que tenemos y no debiéramos desperdiciarlo. Irnos por otros que si bien harían mucho mejor papel que los que van a presentar el PRI y el PAN, de todas formas serían mediocres en relación con los cambios que necesitamos.

Saludos cordiales.

Sique

¡Es un Honor Estar con Obrador!

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