VULNERABILIDAD LA PALABRA ECONOMICA PARA MEXICO

Estabilidad macroeconómica, vulnerable
Clara Zepeda Hurtado
Lunes, 1 de junio de 2009

* Crisis financiera cobra la factura en cuentas fiscales y en reservas.
* Blindaje, insuficiente para enfrentar la fuerte recesión, dicen expertos.
* Recorte al gasto inhibe el crecimiento; habrá un estancamiento de 8 años.


· Blindaje insuficiente de la macroeconomía
La crisis financiera está soltando los hilos de la estabilidad macroeconómica de México, pues los costos de no haber alcanzado reformas de fondo y sólo paliativos transitorios hace unos años pasan la factura a las cuentas fiscales.

Lo efímero de la reforma fiscal y de la energética pone en evidencia, ante la crisis internacional, que México no sólo vivirá un prolongado periodo de estancamiento económico, sino que no tiene los fondos anticrisis suficientes para mantener un blindaje efectivo.

Mantener un déficit cero era un colchón para utilizarlo en momentos de crisis; al hacer uso de este blindaje, el cual es insuficiente, dado el golpe de la recesión económica, el país va a quedar desprotegido y tendrá que volver a iniciar un periodo de disciplina fiscal, que será costoso.

Édgar Camargo, economista en jefe para México de Bank of America Securities-Merrill Lynch (BAS-ML), precisó que el margen de maniobra de México es muy limitado, ya que los ingresos públicos son el gran pendiente.

Por lo pronto, hay algunas soluciones, pero el gobierno se tendrá que enfocar en cuál será la menos dolorosa, afirmó Eduardo Ávila, subdirector de Análisis de Monex Grupo Financiero. Mientras tanto, redujo el gasto, que políticamente es una medida muy dolorosa.

"Con esta estrategia hay un pequeño margen de maniobra, por lo que el segundo paso sería completar con mayores rangos de endeudamiento y ya como un tercer plan, de cara a 2010, poner sobre la mesa una reforma tributaria que prevea el tema del IVA generalizarlo, sería la cadena de actuación del gobierno para que evite un golpe más severo a las finanzas públicas", consideró.

Sergio Kurczyn, director adjunto del Departamento de Estudios Económicos de Banamex, aseveró que el recorte al gasto limita la efectividad de la estrategia gubernamental anticíclica, al posponer algunos programas de infraestructura.

"La reducción de las erogaciones se aplicará precisamente en medio de la recesión económica. Si bien no afecta rubros importantes para el crecimiento y el desarrollo social, inversión pública, una caída del gasto es un elemento inhibidor del crecimiento económico", dijo.

Falta dinero y no se sabe de dónde saldrá, precisaron analistas, por lo que las opciones para los próximos trimestres se concentran en mayores impuestos, más endeudamiento, reducción en el gasto o la combinación de los tres anteriores.

La última recesión en México fue en 2000-2001, y la compartió con EU. La economía mexicana tardó aproximadamente cerca de unos seis años en recuperarse, se vivió un periodo de expansión y volvió a caer en recesión.

Ávila detalló que la profundidad de esta recesión estaría alcanzando los mínimos de la anterior, pero lo grave es que el último desplome económico fue relativamente relajado.

"México se enfrentaría a un periodo de estancamiento de cinco u ocho años, debido a que no se acababa de recuperar de la última recesión cuando cae en otra mucho más profunda y con consecuencias más drásticas", alertó.

Lucha por el crédito

El deterioro en las condiciones crediticias para los países complicará aún más el escenario de inversión y de crédito, resaltó Édgar Camargo.

"Ante las estrategias de incentivos fiscales, los países han presionado sus finanzas públicas, por lo que quizá incurran en el endeudamiento; no obstante, la astringencia crediticia hará competir a los países por obtener financiamiento."

Tras estas presiones, sería prudente que México comenzará a buscar una fuente de impulso interna para su economía, recomendó Camargo, ya que el motor de la demanda externa permanecerá apagado o limitado en su crecimiento en los próximos años.

En estos momentos, sienten los analistas, se recrudecerán las presiones provenientes de la fragilidad en las finanzas públicas y el magro crecimiento proyectado a 2010.

El tema de preocupación en estos momentos ya no es la profundidad del golpe, sino más bien la naturaleza de la recuperación.

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