23 de mayo de 2009

DESPLOME ECONÓMICO Y POLÍTICO DE GOBI...


DESPLOME ECONÓMICO Y POLÍTICO DE GOBIERNO Y
CLASE POLÍTICA


Pedro Echeverría V.


 


1. Se declaró en México que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 8.2% a tasa
anual en el primer trimestre del 2009, resultado mayor al 4% que se esperaba. El
dato de  menos 8.2% se debe al
debilitamiento de los sectores minería, electricidad, construcción y
manufacturas y de servicios, cuyo desplome fue de 9.9 y 7.8% respectivamente,
dijo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) Desde 1995 el
crecimiento económico no registraba una caída tan fuerte, cuando en el segundo
semestre de ese año, el PIB cayó 9.2% a tasa anual. La industria manufacturera
desencadenó la caída, al desplomarse 13.8%, seguida de la construcción con 7.7%.
Otras áreas afectadas fueron los servicios inmobiliarios y de alquiler y
transportes, correos y almacenamiento.


 


2. Los datos oficiales demuestran que la
economía de México en vez de crecer camina hacia atrás. Que la población en vez
de salir de la miseria ésta es cada vez más profunda. Los gobiernos panistas,
desde el año 2000, han (des) gobernado para terminar de destrozar la economía
mexicana. El PIB, en lugar de alcanzar el 6 % que necesita para mejorar la
economía, durante los seis años de Fox apenas alcanzó el 1.5 por ciento promedio
de crecimiento y con Calderón la situación ha empeorado. El decrecimiento del
PIB, de menos 8.2 por ciento en el trimestre pasado, es el más alto desde los
años de De la Madrid. La situación de inestabilidad es grave, pero al parecer
nada pasará por falta de una oposición de izquierda independiente y radical
capaz de movilizar a las masas.


 


3. Hace tres meses, ante
diputados y senadores, el multimillonario Carlos Slim había advertido: “No
quiero ser catastrofista pero, ante el colapso económico, el PIB se va a
desplomar, va a haber desempleo como no lo hemos visto desde los años 30, van a
quebrar muchas empresas chicas, medianas y grandes, van a cerrar comercios, se
verán locales cerrados por todos lados, los inmuebles estarán vacíos. Será una
situación muy delicada. No quiero ser catastrofista, pero hay que prepararse
para prever, y después no estar llorando”. Lo anterior me hace pensar que la
verdad también puede estar “en boca del carnicero” y que los gobiernos mexicanos
nunca han sido capaces para presentar programas preventivos que eviten estos
desastres como el que Slim esbozó en febrero.


 


4. Al parecer en México puede la clase
gobernante estar a punto de derrumbarse por las fuertes crisis, por los enormes
desfalcos, por su incapacidad para gobernar, pero no hay fuerza alguna que le dé
un punta pié o un simple empujón para que caiga. López Portillo no cayó en 1982
con motivo a la gran devaluación; tampoco De la Madrid en 1986 por la tremenda
inflación y endeudamiento. Salinas pudo tomar posesión en 1988 y en 1994 se
mantuvo en el gobierno a pesar del levantamiento zapatista y los asesinatos de
Colosio y Ruiz Masieeu. Tampoco Zedillo cayó por la devaluación de 1995 o por el
Fobaproa (el desfalco más grande a la nación) ni Fox por ladrón. Todos ellos,
deberían estar en la cárcel; sin embargo, andan libres gozando de sus enormes
riquezas.


 


5. Los gobiernos han destrozado,
destruido, desgraciado, la economía del país y nadie hace nada contra ellos.
López Portillo dijo en 1978 que nos correspondía “administrar la abundancia o la
riqueza” después de abrir multimillonarios mantos petroleros; tres años después
todo un desastre. Salinas dijo en 1994 que ya éramos país de primer mundo y que
el TLC había salvado a México; otro gigantesco desastre. Zedillo creó el
Fobaproa para enriquecer a millonarios y duplicó la deuda mexicana. Fox con la
lengua y las manos largas, junto a sus familiares, desfalcó la economía pública.
Calderón, además de profundizar el desempleo y la miseria, ha hecho crecer el
endeudamiento del país. Antes una devaluación traía importantes protestas, hoy
quizá hasta alabanzas al presidente.


 


6. Quizá lo mismo habría que decir de los
gobiernos yanquis como los de Reagan, los Bush, o Clinton; así como los de
Israel, el del inglés Blair o el del español Aznar que, a pesar de ordenar
bombardear a pueblos enteros, ocasionando miles de asesinatos o muertos, no
existe poder que los juzgue para llevarlos a prisión o para ponerlos en la silla
eléctrica. No hay que hacerse ilusiones, en el sistema capitalista los que
gobiernan y mandan son los empresarios y políticos; los que llenan las cárceles
por robar unas monedas para comprar que comer son los miserables. ¿Has pensado
acaso ver algún día a un gobernante tras las rejas sin que la clase política
(sus colegas) intervengan para apoyarlo? También entre los políticos corruptos
hay espíritu de solidaridad.


 


7. Para que la economía del país se componga
tiene que orientarse hacia los intereses de la clase trabajadora. Es a partir de
las necesidades de los productores directos y de su familia como se debe
organizar la producción, la distribución y el consumo de los productos En el
sistema capitalista la economía está bajo el mando del capital, del mercado, de
la generación de plusvalía y de la reacumulación de riquezas en cuantas manos.
Si no se rompe la contradicción entre el trabajo social (los productores
directos) y apropiación privada (los dueños que no producen) la economía
marchará siempre frenada y en crisis porque la inmensa mayoría de la población
trabaja pero no tiene para consumir. Por eso se ha dicho que la mayoría de las
crisis son de producción y consumo


 


8. Las izquierdas nos dedicamos a hacer
críticas, a burlarnos por las incapacidades de la burguesía para gobernar, a
repetir que nosotros tenemos la razón, a denunciar la corrupción y los robos de
la clase política, pero hasta hoy hemos sido –también nosotros- incapaces para
organizarnos y para expulsar del gobierno y del poder a quienes a diario saquean
las riquezas del país y mantienen a la mayoría de la población en la miseria.
Claro, no es nada fácil porque el gobierno controla al ejército, la policía, las
leyes, a los medios de información y el dinero, pero son muchos años -por mil y
un pretextos- que hemos dejado que nos sigan jugando el dedo en la boca. Quizá
es tiempo de reconocer autocráticamente esa realidad, encontrar nuestros errores
y avanzar.


 


pedroe@cablered.net.mx


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