CHANGARRITO: Saldos de la Epidemia

Saldos de la Epidemia

¿Cuántas cosas quedaran en México luego de lo que estamos viviendo? De una u otra forma hemos quedado marcados, tal vez para siempre. En un proceso de transformación que inició como un plan preconcebido para salvar un barco que se hundía. Pero ese barco no es en el que vamos los mexicanos, sino es el barco de una pandilla de malandrines que están dispuestos a todo con tal de apoderarse del control de un país de más de 100 millones de mexicanos.

No lo voy a negar, sabemos de lo que es capaz la derecha yunquera o no de este país, son meras pintas descoloridas de la derecha histórica que un día manejó la Alemania nazi, la España franquista con sus campos de muerte, la que manejó las aberrantes violaciones a los derechos humanos en Centroamérica, la que vestida de catolicismo ofendió toda humanidad en Sudamérica, incluso la que sirvió a la guerra en los Balcanes. Esa derecha huarachuda y arrogante busca implantarse en México, la misma con sus dudas y contradicciones, en nuestras propias narices.

Una epidemia fuera de estación, que no causaría mayores sobresaltos en un país con ciertos niveles de seguridad social, fue el arma de manipulación masiva que esta camarilla decidió usar para esconderle a la opinión publica sus errores, sus desfalcos a los bienes nacionales, sus crisis económicas causadas por políticas torpes y mal hechas esconderle el nivel de dependencia a que han condenado a nuestro país del exterior; se vistieron de gel antibacteriales y cubre boca para convencernos que una epidemia casi bíblica invadiría nuestras casas, nuestro aire, nuestras redes sociales y de cohesión.

Dirigieron los misiles mediáticos a la población, de la que no guardan el menor respeto, dejaron que la prensa adicta al gobierno, servil, vividora de la publicidad oficial se diera carta blanca para esparcir rumores y verdades en una quirúrgica operación de desinformación, en un obvio plan de “libre prensa” y poca información oficial. Buscando convencer a la mayor cantidad de ciudadanos y gobiernos, incluso extranjeros de que éramos victimas desafortunadas de un ataque invisible, un ataque viral surgido de la nada, contundente y masivo que ponía en riesgo nuestras vidas.

Cerraron los espacios a la diferencia de opinión en el país, a su modo, la gran prensa escrita lucho por ganar las ventas que ya no tiene a través de encabezados fatalistas, falsos, mentirosos que miles y miles de ciudadanos creyeron a pie juntillas; aquí y en el extranjero. La epidemia mortal que rondaba nuestras calles, en una estira y afloja más que conocido de la desinformación. En el día dejaban a la prensa explotar la desinformación y por la noche llamaban a la calma, con un paternalismo caduco y servicial; luego al día siguiente volvían los encabezados fatalistas y exagerados maximizando notas de muertes, clausuras, cierres, “investigaciones” del gobierno espurio federal. Luego a la noche datos reciclados en conferencias que se creyó serian serenas para dar saldos a modo de la epidemia del día.

Afortunadamente o desafortunadamente del exterior llegaron los primero datos que contradecían al oficialismo mediático que desde el principio peleo por aumentar el número de fallecidos y por lo tanto el nivel de alerta y temor en los ciudadanos. Donde medios del interior del país se convirtieron en meras cajas de resonancia de los intereses salidos de los Pinos. ¿Por qué se permitió a la prensa falsear datos tan descaradamente? Números de infectados y fallecidos sin aclarar su condición y estado, se dejaron correr en los encabezados que ganaban records de ventas por unos días. El gobierno espurio tan dado a contrarrestar la difusión de datos que no le convienen permaneció en un cómplice silencio, la prensa consiguió datos que hablaban de epidemias mundiales. Los infectólogos perdieron la voz junto a los medios que no se atrevían a contradecir los informes que plagaban los medios.

Así que cuando salió el primer informe de la OMS alegando que el Tamiflu no servía para la epidemia “porcina” cuyo nombre se baso en un dato canadiense, luego se cambiaría la versión que si funcionaba, logrando Roche colocar más de 220 millones de dosis del hasta hace unos días inservible medicamento contra la Influenza tipo A según la OMS. El virus donde curiosamente se borró que también tenía rastros de aves, sin embargo el encabezado de “porcina” parecía que vendía más; ahora la OMS ha pedido que se cambie el nombre para ajustarlo a la realidad.

Mientras se reconoció en conferencia que solo 10 laboratorios del país tienen la capacidad de reconocer el A/H1N1, incluso la UNAM ha dicho que tiene la tecnología para desnudar por completo el virus, se reconoce que jamás se les pidió ayuda, las muestras sacadas quien sabe de donde, según reconoció el Secretario de Salud Córdova que mostro que esta en ese puesto para cubrir una plaza que se gano por nadie sabe hoy que meritos. No fue capaz ni siquiera de explicar porque se dejo a la prensa nacional e internacional jugar con encabezados de más de 159 muertos a causa de la “epidemia”, encabezados que causaron crisis internacional.

Precisamente en países donde sus sistemas de salud aportados por el estado podían caer ante la pandemia desinformativa venida de México, tras unos pocos días los discursos y explicaciones en Estados Unidos, España, Inglaterra llamaron a la calma, mientras empezaban a descubrir el mapa viral, del nuevo invitado a los encabezados de prensa, un bicho que es una mutación de la que sí es una asesina en potencia cada año, la Influenza estacionaria, que ahora sabemos mata a decenas de miles de ciudadanos del mundo sin fallar un solo año y que hasta hoy no había causado mayor atención. Ante los informes que el irresponsable gobierno espurio dejo trascender a los medios internacionales, falseados por completo, sus propios virólogos y especialistas están formando cuadros reales de dispersión en sus países, de contagio y de gravedad de la crisis. Llamando a la calma y a NO CREER LOS ENCABEZADOS FATALISTAS VENIDOS DE MEXICO, así de sencillo.

Como trascendió en un largo artículo del diario Los Ángeles Times, donde una serie de especialistas de plano reconocieron que el síndrome viral nuevo no era más agresivo que la Influenza estacional, que ahora sabemos cobra la vida de 36mil ciudadanos norteamericanos cada año. Y donde se da a conocer que a pesar de haber varios casos dispersos por la nación estos son tan distanciados entre sí que aseguran que tras varias semanas apenas se podría contar con mil casos, lo que habla de la baja gravedad del mal.

España se sumó a desmenuzar esos informes tremendistas de México, y se pregunto abiertamente ¿Por qué muere la gente en México? Buscando desacreditar esos informes que inundaron las redacciones internacionales, dejando al sistema de salud de México convertido en un asco informativo e ineficiente. La gente muere en México porque cualquier epidemia de influenza fuera de temporada nos pone al límite, rezaron en España los diarios, pero ¿fue así?

¿No se trato simplemente de la magnificación de un problema para ocultar otro? La caída de los índices industriales, del trabajo, de las ventas en todos los rubros del país, la quiebra total que ya amenaza el 7 por ciento a la baja, traduciéndose en inversiones que huyen y ciudadanos que engrosan las filas del desempleo. Hoy nuevamente 3mil millones de dólares están a la mano de estos ladrones que se han repartido por 9 años los excedentes y los impuestos de todos los mexicanos (si usted no paga IVA tal vez pueda decir que no paga impuestos).

En salarios inimaginables para un país de América y varios de mundo, con regalías y seguros inconcebibles para 50 millones de pobres de este país, un saqueo legalizado a través de subsidios y créditos fiscales a los empresarios que hoy claman por más dinero para salvar sus traseros “aventureros” en el extranjero con los dólares, pero que corren a los pinos cuando el aire económico les falta; salvar a los amigos y compadres, como Molinar Horcasitas dando contratos a sus cuates y amistades desde el IMSS, con una lista de tranzas y robos que llenarían libros, donde los panistas se han convertido en toda una institución de la legalización del saqueo.

El engaño dio en blandito con muchísimos periodistas que no se atrevieron a ser lo que deben ser CRÍTICOS, se dedicaron en los grandes medios a repetir lo que era políticamente correcto, convencer a la población y a sus redacciones de los datos tergiversados que salían de los centros de control del país, con gobernadores que se empeñaron en ser amigos del pueblo, olvidando que parte de la seguridad de sus gobernados es poder trabajar para comer y dar alguna seguridad a sus familias, jefes políticos que se sumaron a la ralea de voceros gratuitos del sistema llamando a “seguir las recomendaciones para su protección” convirtiéndose en espejos de las declaraciones de un espurio que ignoró los llamados a la cordura de todo el mundo que reportaban una mera epidemia casi benigna en sus fronteras y no podían creer los informes tergiversados desde México. Estoy seguro que Córdova dirá en unos días que hubo errores de información, claro, tomara la culpa para sí, eso es el estilo de gobernar de esta camarilla, tal vez renuncie, tal vez se vaya avergonzado tras la crisis que sus desinformaciones dejaron implantada en el subconsciente; pero lo que si se es que los ciudadanos van a dudar cuando realmente una pandemia, que no es imposible, pueda ocurrir en el país.

Medios se solazaron con notas como “infectados en todo el país” pero se negaron a reproducir el primer recuento de solo 7 víctimas relacionadas con el virus por más de 3 horas, mientras el mundo la reproducía, aliviado de la reconsideración. Callaron desde el sábado pasado cuando la gente de la OMS dijo que en México la gente moría de males adjuntos a la epidemia, cuando se considero de SUAVE por su baja agresividad y mortandad en el exterior, callaron vilmente esa parte de los informes ¿porque? Acaso la orden fue no contradecir los encabezados que no lo dudo fueron autorizados desde gente cercana al gobierno. Ocultaron datos reales de propagación y virulencia pero sacaron encabezados como “llegaran 5 millones de cubre bocas al DF”, volviendo a activar las alertas nacionales. La prensa esta tocada, en lo personal no estoy dispuesto a volver a gastar un solo centavo en conseguir un diario, mejor pagar ese costo en la internet, por lo menos tengo más oportunidad de información y no en creer en una redacción que lucha por ser vocería de un “tiranía sanitaria “como fue llamada este día la administración espuria federal. Si es claro que los medios chayoteros dirán que “así vendían periódicos” pero ¿Y el gobierno espurio porque jamás contradijo la desinformación? Antes bien, cuando se hizo referencia a que en las conferencias no se usaba el trapo en la cara, los Secretarios se presentaron en la próxima con el aditamento del miedo colocado. ¿Y no hacen caso de los medios? Que raro.


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