Nota frívola, pero no tanto: Telenovela de gran éxito descorre el velo del franquismo en España
Queda bien claro que en México estamos muy lejos de que la televisión, y menos las telenovelas, aborden temas específicamente sociales. Ya se sabe y como bien lo dijo Octavio Paz: "El olvido está del lado del poder".
¿Imaginan ustedes una telenovela que aborde los días del fraude electoral de 2006? Obviamente tendría que hacer referencia a los campamentos y sus noches (y días) de pasiones intensas, a la resistencia civil y los amores enlazados al grito de "voto por voto, casilla por casilla", a Oaxaca y sus barricadas, a las imbecilidades escupidas a mansalva por Fox, a los huevazos y mentadas al espurio...
Como ni Televisa ni Tvazteca parecen dispuestas a producir algo que no sean estupideces, mendacidades o francas mentiras, sugiero que desde ya comencemos a cambiarles el guión a sus taranovelas... van ideas:
Si usted es de las personas que no pueden vivir sin ver la tele, convierta a su tele en un juguete y mejor aún en
un juego compartido. ¿Cómo? Bien facil: apodérese usted del control remoto, tome la iniciativa y échele imaginación...
1. Sintonice su televisión en su programa favorito, o en el peor, para el caso es lo mismo. Baje el volumen completamente, contemple nomás los monitos, vea lo ridículos y absurdos que se ven moviendo la boca a lo guey.
2. Ahora y de preferencia con su esposo, con sus hijos, con la comadre, con los cuates... doblen los diálogos... ¡inventen su telenovela! Hagan decir a los monitos lo que ustedes quieren, no lo que ellos imponen.
3. Al principio del "doblaje" es difícil porque uno tiene la imaginación tan bloqueada que no se ocurre nada... calma, paciencia, alegría y verán que poco a poco recuperan su
condición huamana. ¡Improvicen! Inventen diálogos, por ejemplo:
- Anastasia Ximena: Tengo que ir hoy al campamento, me toca guardia, pero no tengo con quien dejar a Lorenzo Francisco... además tengo tantas ganas de estar contigo...
- Brandon Rafael: No te preocupes Anastasia Ximena, podemos llevarnos a Lorenzo Francisco, lo dejamos en uno de los talleres de arte, ahí con la Mariagna Pratts, y nos vamos tú y yo a vivir nuestro amor...
- Anastasia
Ximena: Pero... tenemos que cubrir el campamento Brandon Rafael, no es correcto que abandonemos a los compañeros...
- Brandon Rafael: Amor mío, no los vamos a abandonar... pero ¿has visto la casa de campaña que llevaron los compas del sindicato de actores chafas? La rentan por hora y dicen que hasta tiene yacuzi...
En fin, ustedes seguramente podrán armar mejor guiones que esta babosada.
4. Ahora haga lo contrario: suba el volumen pero quite la imagen, ponga la tele en negro. Escuche las babosadas durante unos minutos,
pero sin ver nada. Analice...
5. Ahora y en compañía de su familia, de la novia o el novio, de los chavos, de la pareja, del perro o de la vecina, ¡haga suya la escena y actúela! Por ejemplo, haga la escena imaginando que está usted en pleno zócalo enmedio de una pejeasamblea, grite consignas si quiere, y haga con su cuerpo lo que mejor le plazca, lo que le agrade, brinque, tírese al suelo, cante, baile... siga los diálogos de la taranovela como le venga en gana.
6. En las teles más modernas se pueden hacer muchos trucos, por ejemplo, congele la imagen en la escena que quiera de su programa favorito (o del más odiado). Ahora use recursos del cómic para que los gueyes de la pantallan digan lo que usted quiera: ¡póngales "globitos" diciendo lo que a usted le gustaría escuchar! Así puede usted armar su
"telecómic" y divertirse mucho con sus hijos.
7. Ah! y ya que hablo de los niños... ¡ayúdeles a estupidizarse menos con la tele! Si están como hipnotizados viendo su programa preferido (pongamos por pésimo caso, "El Chavo"), hable con sus hijos; pregúnteles por ejemplo... "oye, y El Chavo ¿por qué está bien viejo y sigue portándose como niñito baboso?" O bien, "se nota que la Chilindrina tiene diarrea, yo creo que porque vio en la tele al fecal".
En fin, invente usted sus medios, hágalos suyos, desacralice a la telera, rompa con el cerco informativo y cultural apropiándose de la tele, hágala un juguete, invente, ríase de sus locuras, ponga los personajes en situaciones inverosímiles o absurdas, ayude a sus hijos a salir de la hipnosis...
Si algún blogero creativo y hábil retoma esta idea, puede ir armando pequeños videos de apropiación telenovelera... un éxito sin duda.
Se trata de jugar. Se trata de liberar la palabra, de liberar la imagen. Se trata de liberar la imaginación!!
http://narracionesmexico.blogspot.com
Barcelona. Entre una interminable dieta cotidiana de talk shows llenos de "celebridades" y pésimas telenovelas sudamericanas, brilla en las pantallas chicas de España Cuéntame cómo pasó, crónica de una familia en los días de agonía del régimen del dictador Francisco Franco.
Queda bien claro que en México estamos muy lejos de que la televisión, y menos las telenovelas, aborden temas específicamente sociales. Ya se sabe y como bien lo dijo Octavio Paz: "El olvido está del lado del poder".
¿Imaginan ustedes una telenovela que aborde los días del fraude electoral de 2006? Obviamente tendría que hacer referencia a los campamentos y sus noches (y días) de pasiones intensas, a la resistencia civil y los amores enlazados al grito de "voto por voto, casilla por casilla", a Oaxaca y sus barricadas, a las imbecilidades escupidas a mansalva por Fox, a los huevazos y mentadas al espurio...
Como ni Televisa ni Tvazteca parecen dispuestas a producir algo que no sean estupideces, mendacidades o francas mentiras, sugiero que desde ya comencemos a cambiarles el guión a sus taranovelas... van ideas:
Si usted es de las personas que no pueden vivir sin ver la tele, convierta a su tele en un juguete y mejor aún en
un juego compartido. ¿Cómo? Bien facil: apodérese usted del control remoto, tome la iniciativa y échele imaginación...
1. Sintonice su televisión en su programa favorito, o en el peor, para el caso es lo mismo. Baje el volumen completamente, contemple nomás los monitos, vea lo ridículos y absurdos que se ven moviendo la boca a lo guey.
2. Ahora y de preferencia con su esposo, con sus hijos, con la comadre, con los cuates... doblen los diálogos... ¡inventen su telenovela! Hagan decir a los monitos lo que ustedes quieren, no lo que ellos imponen.
3. Al principio del "doblaje" es difícil porque uno tiene la imaginación tan bloqueada que no se ocurre nada... calma, paciencia, alegría y verán que poco a poco recuperan su
condición huamana. ¡Improvicen! Inventen diálogos, por ejemplo:
- Anastasia Ximena: Tengo que ir hoy al campamento, me toca guardia, pero no tengo con quien dejar a Lorenzo Francisco... además tengo tantas ganas de estar contigo...
- Brandon Rafael: No te preocupes Anastasia Ximena, podemos llevarnos a Lorenzo Francisco, lo dejamos en uno de los talleres de arte, ahí con la Mariagna Pratts, y nos vamos tú y yo a vivir nuestro amor...
- Anastasia
Ximena: Pero... tenemos que cubrir el campamento Brandon Rafael, no es correcto que abandonemos a los compañeros...
- Brandon Rafael: Amor mío, no los vamos a abandonar... pero ¿has visto la casa de campaña que llevaron los compas del sindicato de actores chafas? La rentan por hora y dicen que hasta tiene yacuzi...
En fin, ustedes seguramente podrán armar mejor guiones que esta babosada.
4. Ahora haga lo contrario: suba el volumen pero quite la imagen, ponga la tele en negro. Escuche las babosadas durante unos minutos,
pero sin ver nada. Analice...
5. Ahora y en compañía de su familia, de la novia o el novio, de los chavos, de la pareja, del perro o de la vecina, ¡haga suya la escena y actúela! Por ejemplo, haga la escena imaginando que está usted en pleno zócalo enmedio de una pejeasamblea, grite consignas si quiere, y haga con su cuerpo lo que mejor le plazca, lo que le agrade, brinque, tírese al suelo, cante, baile... siga los diálogos de la taranovela como le venga en gana.
6. En las teles más modernas se pueden hacer muchos trucos, por ejemplo, congele la imagen en la escena que quiera de su programa favorito (o del más odiado). Ahora use recursos del cómic para que los gueyes de la pantallan digan lo que usted quiera: ¡póngales "globitos" diciendo lo que a usted le gustaría escuchar! Así puede usted armar su
"telecómic" y divertirse mucho con sus hijos.
7. Ah! y ya que hablo de los niños... ¡ayúdeles a estupidizarse menos con la tele! Si están como hipnotizados viendo su programa preferido (pongamos por pésimo caso, "El Chavo"), hable con sus hijos; pregúnteles por ejemplo... "oye, y El Chavo ¿por qué está bien viejo y sigue portándose como niñito baboso?" O bien, "se nota que la Chilindrina tiene diarrea, yo creo que porque vio en la tele al fecal".
En fin, invente usted sus medios, hágalos suyos, desacralice a la telera, rompa con el cerco informativo y cultural apropiándose de la tele, hágala un juguete, invente, ríase de sus locuras, ponga los personajes en situaciones inverosímiles o absurdas, ayude a sus hijos a salir de la hipnosis...
Si algún blogero creativo y hábil retoma esta idea, puede ir armando pequeños videos de apropiación telenovelera... un éxito sin duda.
Se trata de jugar. Se trata de liberar la palabra, de liberar la imagen. Se trata de liberar la imaginación!!
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