GUADALUPE LOAEZA:CONTRA EL MURO

DEL REFORMA:

Guadalupe Loaeza
Contra el muro


De niña cuando la monja quería castigarme con toda su autoridad, sin levantar la mirada hacia donde me encontraba, ordenaba: "¡A ver... tú, niña...! ¡Ponte contra el muro y allí te me quedas hasta que te llame!" Varias veces, durante la primaria, me enviaron contra el muro. Lo recuerdo muy bien. Además de que el castigo resultaba muy humillante, el hecho de estar mirando durante más de media hora un muro, medio amarillento, húmedo y que por añadidura olía a cal, me hacía sentir muy vulnerable frente a mis compañeras. Estaba segura de que mientras yo les daba la espalda, ellas se reían de mí y hasta murmuraban cosas desagradables sobre mi persona.

Los muros son horribles, separan, discriminan y humillan a los que se encuentran en el territorio contrario. El muro de Berlín, construido en 1961 a causa de la diferencia económica entre las dos Alemanias, provocó muchas muertes, mucho odio, separaciones y rupturas familiares, pero sobre todo humillaciones. Cuando por fin cayó en 1989, todo el mundo estaba feliz, por fin los alemanes se unían. La caída del muro significaba la derrota del comunismo y la del imperio soviético. Finalmente este muro no sirvió para nada. Incluso hoy los alemanes lo recuerdan con cierta frustración...

La Muralla China, por su parte, se construyó en defensa de las invasiones de los mongoles. Es la muralla más larga del mundo. Se construyó en muchas etapas y con diversos materiales. A pesar de la muralla, el territorio chino fue invadido varias veces. También existe una valla todavía en construcción entre Israel y Cisjordania. Esta valla tiene como objetivo, a decir del gobierno israelí, evitar la penetración de terroristas a su territorio.

En los sesenta en nuestro país, se hablaba de una organización de extrema derecha llamada precisamente "MURO" (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación). Éste era un "muro" ideológico (como el Yunque). Sus seguidores (o porros) se dedicaban, entre otras cosas, a amedrentar y a golpear a todos aquellos que consideraban enemigos. Muchos periodistas y estudiantes de izquierda fueron sus víctimas.

Citaremos, igualmente, el cuento de Jean-Paul Sartre titulado "Le mur" en donde se habla del paredón contra el cual serían fusilados tres personajes durante la Guerra Civil Española. El autor se refiere también en su obra a ese muro que divide a la sociedad por ideologías y que diferencia a los optimistas de los pesimistas.

Y claro, al hablar de muros, queremos hablar especialmente de aquel que quieren construir en la frontera entre México y Estados Unidos. Qué ingenuos son los legisladores norteamericanos, sobre todo los republicanos, que piensan que un muro es la solución al problema de la migración. Los 283 que votaron a favor, contra los 138 que se opusieron, están convencidos de que este muro detendrá a muchos y muchos indocumentados. Un muro de mil 200 kilómetros no podrá detener a aquellos cuya única esperanza es ir a trabajar del otro lado, sobre todo cuando en su país el salario mínimo por día representa 5 dólares, cantidad que ganarían del otro lado, por hora. No, este muro no los podrá detener porque si en algo se han especializado nuestros indocumentados es en enfrentar retos. En otras palabras, un muro a ellos no les impedirá atravesar la frontera, a pesar de todos los riesgos. Me pregunto: "Bueno y ¿quién les construiría ese muro?" Qué paradoja, porque los únicos que podrían hacerlo son los indocumentados.

Hace unas horas el presidente Bush firmó el documento que autoriza el gasto de mil 200 millones de dólares (1 millón de dólares por kilómetro de muro) para su construcción. ¡Qué vergüenza la nuestra y la suya! ¡Qué vergüenza para Fox y todos sus secretarios de Relaciones Exteriores que no supieron llegar a acuerdos para evitar este monstruoso error!

¿Acaso Bush no insistía en decir que "México es un amigo de Estados Unidos, México es nuestro vecino... y por eso es tan importante para nosotros el destruir barreras y los muros que pudieran separar a México de Estados Unidos"? ¿Y acaso Fox y Jorge Castañeda no nos prometieron "la enchilada completa"? Tengo la impresión de que el ex secretario de Relaciones Exteriores le tomó el pelo al pobre de Fox. El Presidente le creyó, he allí su error.

A las y los mexicanos nos han puesto contra el muro. A Fox y a Derbez también los han puesto contra el muro. Allí están los dos con la cola entre las piernas y con cara de "¿y yo por qué?". No, nunca nos habíamos peleado con tantos países como ahora. Nunca como ahora nuestra política exterior se había encontrado tan deteriorada. Como bien dice uno de nuestros colegas: "La reforma migratoria estaba ya en un ataúd, construido en parte por nuestros propios errores y deficiencias. Lo único que hizo el senado estadounidense fue poner los clavos en la tapa del sueño fallido de Vicente Fox". Por otro lado hemos de decir que para haber sido castigados de este modo, todo ha sido obra de dos: la intransigencia, el racismo y el miedo del otro lado. Y la incapacidad, la negligencia, la falta de visión, pero sobre todo, la irresponsabilidad de este lado. Si no hemos sido capaces de crear oportunidades de trabajo a nuestros compatriotas, si ante esta desproporcionada solución mandamos una miserable notita diplomática que decía: "De manera respetuosa, pero clara... que la construcción de dicha valla lastimará la relación entre los dos países y no es la solución para resolver la seguridad en la frontera entre ambas naciones...". ¿Nada mááááááás? ¿No pudo haber sido una nota que mostrara un poquito más de indignación y de total rechazo? ¿Acaso no se trata de una notita como la que seguramente hubiera podido mandar esa alumna tan indisciplinada a la directora de su colegio para que ya no la mandaran contra el muro a la que nos referimos al principio de nuestro texto? Por más que diga Derbez: "es un asunto en el que quieren desperdiciar 6 mil millones de dólares. Encuentro mucho más prudente e inteligente que ese dinero se utilice para ayudar al desarrollo de países en construcción de infraestructura y que mejorara la competitividad de Norteamérica y no en construir muros que al final van a ser derrumbados en un X número de años". Después de leer lo anterior, nos preguntamos luego, ¿por qué nos quejamos?


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