Alma, Hugo, Beatriz, Nasnia, mexicanos en Canadá y compañer@s del
grupo:
Le extenderé las felicitaciones a los chavos brasileños que
organizaron el acto, ellos fueron quienes planearon toda la acción
con escasos nueve días de anticipación. Solamente se les expuso la
propuesta y se les confirmó la visita de Fecal, ellos discutieron
la posibilidad de participar y así lo hicieron.
Media hora antes de reunirnos en la Plaza de los Tres Poderes, y con
la intención de confirmar la presencia de Fecal en el almuerzo que
le ofreció Lula, pasamos enfrente del Palacio de Itamaraty: justo en
ese momento estaban extendiendo la alfombra roja en una edificio que
ya mostraba la bandera mexicana en su entrada.
Diez minutos después de que Fecal entró a Itamaraty, y después de
una asamblea en donde se expusieron con detalle los últimos
acontecimientos en relación a Oaxaca, a Atenco y a la resistencia
civil contra el fraude electoral, entramos como "hijos de vecino" a
Itamaraty caminando sobre la alfombra roja para así poder ocupar el
vestíbulo de tan diplomático edificio.
La seguridad, por supuesto, que se quedó boquiabierta frente a tal
desfachatez. Se nos invitó a protestar afuera, pero preferimos
hacerlo adentro. Mientras algunos compañeros extendían mantas con
la leyenda de "Atenco, Oaxaca, Chiapas: autonomía popular", o el
símbolo de la resistencia argentina-rosarina contra la dictadura
militar -condensado en una bicicleta-; otros colocaron una caldera
que esperaba ansiosa el plato a cocinarse: un monigote con la cara
de Fecal. La policía, por su parte, intentaba coordinarse con el
cuerpo diplomático de Itamaraty buscando una salida a tan incómodo
evento que, probablemente, le causó una cierta indigestión
al "invitado" de Lula.
Dos estudiantes de la Universidad Nacional de Brasilia, con
paliacate rojo en cara a la manera zapatista, leían la carta
destinada a Calderón y Celso Amorim rodeados por un emotivo coro que
repetía cada una de las palabras leídas por los activistas de Ação
Rebelde Dignidade Candanga. Al concluir la lectura coral de la
misiva incómoda, se realizó el ritual canibal-festivo-
cocinando a Fecal en caldera de cartón, un círculo de pies y voces
bailaba y cantaba alrededor de la caldera y sus cocineros.
Después del ritual, y a cuarenta minutos de haber entrado en
Itamaraty, el cuerpo diplomático brasileño accedió a recibir la
carta a través de una comisión de tres personas a quienes se les
avisó que ésta sería enviada a la embajada mexicana. Fecal nunca
apareció. De esta manera, viendo cumplido el objetivo trazado al
planear el acto, los manifestantes salimos entusiasta y
pacíficamente del Palacio para reunirnos en frente de Itamaraty.
Como último acto, se decidió prenderle fuego a la caldera y a su
contenido, capaz que la mala vibra de tan ilustre personaje
condenaba a un país hermano a la desesperanza y al garrote.
Bueno, es una crónica un poco más completa que la primera que
envié.
Los chavos que organizaron el acto se reunieron, como todos los
viernes, para discutir sus asuntos internos, ahí hicieron una
evaluación crítica del acto en donde coincidieron en que fue un
evento exitoso.
Autocrítica mía: dificultad para enviar la información escrita y
visual al concluir el evento. Esto queda para los siguientes
eventos internacionales de protesta contra Fecal.
Corrección.
Escribí el viernes:
"Una pena que La Jornada -solo Notimex- estuvo presente a pesar la
divulgación del acto."
Debe decir:
"Una pena que La Jornada NO estuvo presente a pesar la divulgación
del acto, solo Notimex estuvo."
Saludos y quedo debiendo el video, pienso que estará listo en dos
días.
javier
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