2 de octubre de 2006
EL TELETON,OTRO GRAN NEGOCIO DE TELEVISA Y BANAMEX
NOS ESCRIBE OSCAR:
Que gusto que los senderusfecalis originales todavía existen. Hoy por
casualidad encontre un "blog de Kikka" y le mandé una información que
consideró útil publicar; y aprovechando que ahí encontré de nuevo al sendero
original de fecal, también comparto con ustedes esto que ojalá les guste!!!
(está calientito) Reciban Saludos, Seguimos en lucha.
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EL TELETÓN.
OTRO GRAN NEGOCIO DE TELEVISA y BANAMEX.
El Teletón es uno de los negocios más exitosos en los últimos años para
Banamex y Televisa, que ha tomado a la mercadotecnia y a la buena voluntad
del pueblo como impulso principal. Este negocio ha dejado atrás su motivo
primordial de ayudar y ahora es un negocio muy jugoso.
En México este es uno de los eventos masivos que deja más dinero que en otro
país, digamos que aquí nos venden fácil la idea de que debemos ser generosos
con los demás. La verdad de todo es que las empresas hacen un enorme negocio
al aparecer en un horario estelar con el mayor rating de la televisión, y lo
que las empresas buscan es precisamente esa imagen hipócrita de filántropos
humanitarios, cuando en realidad se están haciendo publicidad a muy buen
precio. Más que apoyar una causa justa, alimentan la mercadotecnia que mueve
a la gente para donar una cantidad que es aparentemente duplicada por los
organizadores del evento.
El Teletón le ha servido a grandes medios y grupos corporativos,
principalmente a Televisa y Banamex, para construir credibilidad, que en los
actuales tiempos es muy necesario para ellos y que agrega un alto valor
intangible para sus empresas. Entendamos de una vez que detrás de todo este
movimiento hay una intencionalidad comercial y económica, pues los medios al
participar en el Teletón, lo que están construyendo es la credibilidad que
realmente no tienen y ésta, a su vez, se refleja en una ampliación de la
cartera de clientes y en ventas mucho más elevadas.
Televisa cobra muy bien a los participantes “solidarios” de esta cruzada por
los niños con discapacidad. De esta forma, ante los ojos de los
televidentes, los medios están cumpliendo una función altruista y
humanitaria, pero internamente la lógica que se impone en la empresa es más
bien de ambición por dinero. Televisa convirtió la influencia humanitaria de
la madre Teresa de Calcuta y Diana Laura Riojas viuda de Colosio en un
concepto mercadotécnico, en un negocio y una acción masiva gracias al
respaldo de los grupos económicos más importantes del país, los mismos
grupos que impusieron a quien se les dio la gana en el gobierno de México.
Ahora resulta que los empresarios quieren la unidad nacional y la
participación social por una causa noble que comprometió desde el principio
el apoyo y respaldo de grandes personalidades del espectáculo, como la
hipócrita de Lucero y el “brillante” periodista ex televiso Guillermo
Ortega, entre otros que todos conocemos.
El Teletón es todo un negocio que involucra solo a artistas del canal de las
estrellas, presentadores faltos de audiencia, bancos, negocios, empresarios,
y miles de mexicanos de buena voluntad. Esta campaña de las empresas solo
puede tener éxito con la influencia de Televisa, las “celebridades” que lo
promueven, la culpa y lástima que Televisa nos hace sentir al manipular
nuestros sentimientos con las historias de niños y jóvenes con capacidades
diferentes, y la idea de que solo nosotros los podemos ayudar.
En el Teletón todos los empresarios millonarios apoyan la iniciativa de
caridad pues eso les ayuda a mostrar hipócritamente una cara más amable en
un mundo en el que la brecha entre ricos y pobres se hace cada vez más
profunda. Somos los pobres los que además de donar, compramos determinados
productos adheridos a la campaña en apoyo. Los ricos disponen de las cámaras
en foros de televisión, que muestran lo buenos y generosos que son, a pesar
de que ellos tiran apenas unas migajas de sus enormes fortunas.
El Teletón además, ha servido para que hasta ahora el gobierno se
desentienda de una obligación que compete en lo fundamental al Estado,
atender a los niños discapacitados de escasos recursos, y para promover la
imagen de México como un país bueno y solidario en el que se puede invertir
con atractivas ganancias. La verdad es que en el último año, los mexicanos
nos hemos vuelto más intolerantes, racistas, clasistas e individualistas,
como consecuencia de las actitudes irracionales de quienes para fin de año,
nos piden unidad y solidaridad. El Teletón ha ayudado mucho, pero también ha
hecho más ricos a sus creadores y promotores con el dinero del pueblo. La
ambición por el dinero nos ha pedido superar la meta fijada cada año, y es
que cada año que han invertido en este negocio de los medios les ha dejado
ganancias multiplicadas para invertir el siguiente año en Televisa, solo que
olvidan que la gente sigue viviendo con el sueldo de hace años y la
manipulan en la época del año menos difícil para donar por la causa.
Que el Teletón 2006, año del fraude, sea solo responsabilidad de los
empresarios irresponsables y que ellos se encarguen de soltar todo el dinero
que les quedó aún después de apoyar a Calderón y que no le exijan al pueblo
que done lo que el gobierno le va a ir quitando los próximos seis años. La
meta siempre es superada en los momentos de aparente tensión para presionar
al pueblo a ir al banco, pero ellos tienen todo controlado para que
finalmente la lana sea donada y si no es de la gente, ellos la tienen que
poner. Ni modo de quedar mal ante todos y no superar la meta que ellos
fijaron; después de toda esta información veraz me atrevo a proponer y
promover el BOICOT AL TELETÓN 2006, que toda la lana la pongan los corruptos
que apoyaron el fraude en México.
Con todo respeto y apoyo a quienes se han beneficiado y lo harán, de los
CRITS TELETÓN, no dejo de reconocer la importancia de este evento por su
causa original, pero que ahora entiendan de una vez que se cometió un gran
error al atentar contra la libertad del pueblo. Todo lo que he argumentado
es cierto y no lo he dicho por ofender a nadie ni por hacer a un lado la
prioridad de dar la mano a quien la necesita de corazón, lo que no me parece
es que apoyemos el negocio de unos cuantos por encima del dolor de mucha
gente. Propongamos que el Teletón no sea televisado y que los donadores sean
anónimos para que deje de ser comercialmente atractivo y legítimamente
humanitario.
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