A TODAS Y TODOS LOS TELEFONISTAS

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A todas y todos los telefonistas:

Está por concluir nuestra XXXI Convención Nacional Ordinaria Democrática y, sin duda, el tema central ha sido el del Acuerdo Marco y la Carta de Intención. Se nos ha dicho que el único cambio sería con respecto a la jubilación de los de nuevo ingreso, o más bien, la falta de jubilación, puesto que sólo tendrían Afore. No es verdad. Si checan el texto, verán que se habla de establecer “nuevas condiciones de trabajo en Telmex”. Es natural. ¿Por qué habría de interesarle a la empresa la jubilación de personal que a lo mejor ni entra a trabajar porque de hecho lo tienen contratado como tercero, con sueldos bajísimos y casi sin prestaciones ni estabilidad laboral?

Es claro que lo que verdaderamente le preocupa es NUESTRA jubilación, a la que considera como “pasivo laboral”, es decir, como una carga, como un peso muerto, como si no fuera una deuda que contrajo con nosotros y que hemos venido pagando en cada revisión de contrato, puesto que TODAS las cláusulas se contabilizan para hacer el costeo de la revisión.

Dicho en otras palabras: no se otorgan mayores aumentos o prestaciones con el argumento de que entonces se elevaría mucho el costo del CCT. Incluso, se ha llegado a manejar que Telmex podría declararse en quiebra si no aceptamos el Acuerdo Marco. Pues que se declare, y que nos la entreguen para manejarla como cooperativa. A lo mejor lo hacemos tan bien como los compañeros de Pascual y hasta logramos mayores ganancias, mejores sueldos y prestaciones y trabajo para nuestros hijos. Veamos si es cierto que los Slim se van a desprender de la empresa que los ha vuelto multimillonarios…

Por cierto, nuestro patrón dijo que era kafkiano y absurdo el plantón en Reforma, que sólo buscaba hacer oír la voz de quienes queremos una república verdaderamente democrática, verdaderamente justa y verdaderamente al servicio de los mexicanos y no de grupos rapaces que son diestros en asignarse pensiones de 52 millones de pesos anuales (los ex-presidentes) o de un poquitito menos (los ex-ministros de la Suprema Corta y del TRIFE). Lo verdaderamente kafkiano y absurdo es tener al tercer hombre más rico del mundo en un país con 80 millones de pobres, que van desde los absolutamente miserables hasta los que sobrevivimos cargados de deudas y preocupaciones.

Tan la importa a Carlos Slim conservar Telmex que ha readecuado el Consejo de Administración y la Dirección General para que la Empresa pueda competir eficientemente con el duopolio televisivo, tan cercano a Marta Sahagún y al que Calderón le debe la Presidencia.

Y ante esto, ¿qué hace nuestra dirección sindical? Apanicarse, como dice Fox. Nos pide lastimeramente que aceptemos, tal y como lo hizo cuando la Concertación, en que el gobierno y Slim planteaban prácticamente el establecimiento de un nuevo CCT rasurado, sin nuestras prestaciones más importantes, en vez de impulsar una campaña de defensa de lo que arduamente conquistamos con años de lucha, huelgas, despidos, sanciones y demás. Sucede que nos hacen parar, aunque nos descuenten, y nos sacan a la calle en movilizaciones de apoyo a otras organizaciones (lo que no es incorrecto ni está mal), pero cuando proponemos lo mismo para defender nuestro CCT, entonces nos castigan de diversas maneras a los departamentos que no aceptamos el Acuerdo Marco.

Se supone que la obligación de una dirección sindical es dirigir. Cuando ya no es capaz o no quiere hacerlo, pierde su razón de ser. Hemos visto cómo, después de treinta largos años de permanencia, se han agotado la imaginación, el poder de convencimiento, la capacidad de organización. Hemos perdido aliados sindicales y políticos importantes y ya es común en todos los medios encontrar críticas de todo tipo a una dirección que casi alcanza la longevidad de la de Fidel Velásquez. ¿Cómo nos puede hablar de modernidad quien no permite ideas y personas nuevas? ¿Qué autoridad moral para hablar de democracia puede tener quien es experto en organizar elecciones de Estado, es decir, controlando todos los recursos, impidiendo la organización de planillas independientes, sancionando las disidencias, fustigando a quienes no están de acuerdo y que encima llama prehistórica y rudimentaria a la izquierda que quiere construir un país más justo y que cuenta con el apoyo de millones de ciudadanos libres y concientes? Por cierto, por si existe la tentación de darle un apoyo oficial a Fel-IP (por el apoyo que le han dado los grandes patrones), cabe recordar que para eso tenemos Estatutos, y que nuestro sindicato agrupa trabajadores de todos los partidos, de todas las orientaciones políticas y que votaron por todos los candidatos, y que merecen respeto y por eso nadie debe pronunciarse a favor de ninguno de los partidos políticos.

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS TELEFONISTAS: Estamos viviendo un momento de gran peligro. Dicen que ceder un poco es capitular demasiado. Si ahora aceptamos que se abra la Cláusula de la Jubilación a cambio del espejismo de vacantes que jamás se cubrirán, viviremos para lamentarlo. ¡NI UN PASO ATRÁS EN LA JUBILACIÓN!