RESEÑA DE LOS CAMINANTES DE OAXACA QUE VIENEN EN CAMINO,

NOS ESCRIBEN OAXACOS CITRICOS:

Estimadas/os:

Luego de dos semanas en silencio volvemos. Ahora les envíamos un reporte de un conjunto de organizaciones de derechos humanos sobre la realidad de Oaxaca, de su capital como de gran parte de su territorio. Sus investigaciones y conclusiones son elocuentes. Difundan esta información, la campaña de descalificación, desinformación y linchamiento mediático continuará. Este movimiento ciudadano que ha conglomerado a fuerzas de todos los orígenes se halla en momentos cruciales. Con la información veraz e imparcial la opinión pública nacional puede comprender mejor el entramado oaxaqueño y no respaldar una "solución de fuerza", que nunca, jamás, es solución, sino todo lo contrario.

Mientras tanto, más de cuatro mil oaxaqueños avanzan, entre la fatiga del camino y la exultación política, hacia el centro del país, con el apoyo decidido de los lugares por donde pasan. En Yanhuitlán, donde comieron y durmieron anoche, la comida preparada por las mujeres del pueblo fue excesiva (un pozole mixteco -con su copete de mole- memorable). Quien quisiera podía repetir, dos, tres veces. Las frutas, el agua, las vendas, las pomadas (óxido de zinc), las pancartas cómplices ("Si puedes leer este mensaje, ya sabrás a quién agradecerlo: apoyamos a nuestros maestros"), los cohetes, les llueven a los marchistas en cada población visitada, en cada 30 0 40 kilómetros de recorrido diario.

Y mientras un herido más se suma a la larga lista luego de los disparos de la policía ministerial contra miembros de la APPO (varios de ellos muy beligerantes), el gobernador en vías de extinción, Ulises Ruin, aparece intempestivamente en el centro de la ciudad de Oaxaca, luego de semanas de estar entre el DF, entrevistas pagadas y un helicóptero. Un acto desesperado y delirante de provocación. Cuentan testigos que en su fugaz aparición pública había unos diez civiles por el quintuple de policías vestidos de civil. En fin. Su dimisión es irremediable, ojalá más pronto que tarde.

Un abrazo desde la Oaxaca de las barricadas, desde la Oaxaca incandescente,

Oaxacos Cítricos