“Cocoa”, el otro michoacanazo
Álvaro Delgado
Luisa María Calderón, la hermana del presidente, faltó a su palabra. Se había comprometido a no tener presencia política durante este sexenio. No obstante fue secretaria de Elecciones del PAN michoacano, puesto desde el que empezó a construir su pretendida candidatura al gobierno de Michoacán. Eso no sólo lo dicen sus opositores, sino también un militante panista y compañero de Cocoa en el CEN blanquiazul: Marko Cortés Mendoza.
Antes y después de la toma de posesión de su hermano Felipe como titular del Ejecutivo, el 1 de diciembre de 2006, Luisa María Calderón Hinojosa hizo público su compromiso y el de su familia de no participar en política durante todo el sexenio para no ser tildados de “hermanos incómodos” por traficar con el poder presidencial.
“El presidente es uno solo y acordamos que estaríamos fuera del espacio político y público”, declaró la hermana mayor de Calderón el 7 de diciembre de ese año, en una conferencia que impartió en Veracruz tras inaugurar las oficinas municipales del Partido Acción Nacional (PAN) en Xalapa, en lo que fue su último acto público antes de irse de “hippie” a España.
Reveló que los hermanos Calderón Hinojosa hicieron ese pacto desde 2003, cuando Felipe decidió buscar la candidatura presidencial y el escándalo de los hijos de Marta Sahagún, dijo, mostró que los mexicanos creen que la Presidencia de la República no debe extenderse a familiares ni a cónyuges.
“El hoy presidente estaba pensando y trabajando en su proyecto como precandidato. Platicamos de este daño que estaba pasándole al presidente (Vicente Fox) y de que el Poder Ejecutivo es de un sola persona, y entonces acordamos los hermanos que estaríamos fuera del espacio político y público.”
Pero esa promesa la olvidó la hermana mayor de Felipe Calderón y, desde septiembre de 2008, se hizo nombrar secretaria de Elecciones del PAN en Michoacán, cargo del que ya se separó y que fue plataforma para su pretendida candidatura al gobierno de ese estado.
Las críticas a su desbordado activismo por ser supuesta operadora de Los Pinos en el estado –aunque ella se define como “la mano que le da la mano a su hermano como hermano”– no han provenido sólo de los partidos opositores, sino ahora también de Marko Cortés Mendoza, el joven senador que comparte con ella un asiento en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.
“Son cosas que deben honrarse o se cae en la incongruencia”, juzga Cortés Mendoza sobre el compromiso de los hermanos Calderón Hinojosa, pero advierte también del tráfico de influencias desde el poder para beneficiar a un proyecto familiar o grupal.
“Debemos tener mucho cuidado de no caer en la tentación de prácticas de nepotismo, de aprovechar la cercanía con el poder para hacer favores que beneficien a cierto proyecto político, y de no usar programas y recursos públicos. La mejor forma de no caer en eso es como en su momento ella misma y algunos de sus familiares lo comentaron y se comprometieron.”
Pero a la incongruencia se suma la posibilidad latente de la imposición de Luisa María como candidata a gobernadora, alerta Cortés Mendoza, quien dice que sólo un proceso interno le dará viabilidad a un triunfo del PAN.
“El PAN necesita legitimarse en un proceso de elección interno, donde no se vea la mano de la imposición, para que entonces ganemos la simpatía de los que no creen, de los que no votan y no participan.”
–¿Qué representaría para el PAN una imposición?
–Representaría el fracaso electoral. Sería entregarle nuevamente al PRD, o al PRI, el estado.
En entrevista con Proceso, el martes 11, el senador de 33 años habla del activismo de Luisa María Calderón, de su promesa olvidada, de la burbuja militar que la envuelve y también de la urgencia de que el gobierno federal cambie la estrategia contra el crimen organizado.
“Ya no queremos sangre”, clama el legislador. “El tema de la inseguridad no puede verse sólo como números, porque detrás de cada hecho violento hay una familia que sufre, hay hijos que quedan sin padres. Tenemos que verle el lado humano a esta lucha”.
Como los Moreira
Aunque Luisa María Calderón ha evitado pronunciar abiertamente su deseo de ser candidata a la gubernatura, sobre todo para evitar las sanciones de la Ley Electoral por actos anticipados de campaña, su separación del cargo de responsable electoral del PAN estatal sólo ratificó su ambición.
Lo hizo el 12 de noviembre del año pasado, justo a un año de las elecciones del 13 de noviembre de 2011, cuando se elegirá al sucesor del perredista Leonel Godoy; en esa ocasión dijo que “más vale tener la puerta abierta que cerrada” para la candidatura.
Menos de un mes antes, el 23 de octubre, festejó su cumpleaños 54 con una fiesta para 3 mil personas cerca de Morelia –fiesta manchada por la muerte del priista Eduardo Villaseñor–, donde los gobernadores Juan Manuel Oliva, de Guanajuato, y Marco Antonio Adame, de Morelos, militantes ambos de la organización secreta El Yunque, la proclamaron virtual candidata.
Oliva predicó: “Llegó la hora de que en Michoacán siga ascendiendo la bandera gloriosa de Acción Nacional. La bandera que le diga a Michoacán: aquí está el nuevo sistema político mexicano, aquí está el humanismo político; la bandera que, de cara al sol, llegue y diga: ‘Aquí nace y se construye la patria ordenada y generosa que soñaron nuestros fundadores y que nos toca construir’. ¡Cocoa, que Dios te bendiga! ¡Cocoa para muchos años!”.
Al respecto, el senador Cortés, líder estatal allegado al aspirante presidencial Santiago Creel, admite que la pretensión de Luisa María Calderón tiene semejanzas con la de Humberto Moreira, gobernador con licencia de Coahuila y presidente electo del PRI, quien pretende heredarle la gubernatura a su hermano Rubén, diputado federal.
“Esa práctica del PRI es lo más indignante para todos los mexicanos, porque atenta contra la democracia. Es el tráfico de la influencia del poder del gobernador, en pleno, para dejar a su hermano en el mismo cargo.”
–¿Es semejante al caso de los Calderón en Michoacán?
–Confío en que no, porque si no con qué arma, con qué fuerza motivaremos a la gente para que salga a votar.
–¿Aprecia que en el compromiso público de los Calderón hay, por lo menos, la intensión de apostarle al olvido?
–Sí, es acomodarte a lo que hoy se te antoja mejor. Es simplemente aprovechar las circunstancias y las ventajas que tiene la cercanía con el poder. Es lo que debemos cuidar mucho, evitar caer en la incredibilidad, y eso se provoca cuando uno es incongruente entre lo que dices y haces.
Y es que, además del compromiso público que Cocoa hizo en Veracruz cinco días después de la toma de posesión de su hermano, lo había hecho en por lo menos dos entrevistas con el diario capitalino Reforma y el semanario Zeta, de Tijuana.
El 24 de septiembre de 2006, Reforma publicó que desde 2003 los hermanos Calderón decidieron apartarse de la esfera pública durante el sexenio. “Si yo voy a la Presidencia, ¿tú qué onda?”, le preguntó Felipe a Luisa María, quien le respondió. “Si tú vas a la Presidencia, yo estoy fuera”.
Cocoa razonó: “Era muy intenso el cuestionamiento ético de los parientes que influyen en las decisiones del Poder Ejecutivo –que se deposita en una sola persona–, y aunque cada uno de nosotros ha hecho su propia carrera, nos pareció que estar fuera del espacio de sus decisiones es una medida que protege al Poder Ejecutivo”.
A su vez, Juan Luis Calderón, exfuncionario panista, declaró: “En términos personales estaremos ocupándonos, primero, de no influir de ninguna manera, de no tener nunca el mote de hermanos incómodos”.
En la edición 1702 de Zeta, de noviembre de 2006, Luisa María contó del pacto entre hermanos de 2003: “Estábamos delineando el camino a la Presidencia y estaba en su auge el tema de Martha, porque ella quería ser presidenta. Entonces Felipe dijo: ‘Oigan, está como muy sucio el tema del nepotismo, a mí me gustaría que estuviéramos claros que si voy yo, ustedes no van a ningún lado”.
El senador Marko Cortés admite que él también se comprometió en su campaña de 2006 a no usar el cargo de senador como “trampolín” para llegar a la gubernatura de Michoacán, como dijo que lo haría Godoy. “En la elección de 2007 no participé, porque era un compromiso moral adquirido con los michoacanos”.
Pero la reforma que acortó el periodo de gobierno actual a cuatro años y el próximo a sólo 3 más 7 meses cambió las condiciones, y él ahora sí pretende buscar la candidatura del PAN a gobernador.
“Son cosas que deben honrarse y cumplirse; y si no, se está siendo incongruente. Yo me refería al proceso subsecuente y no buscaba el Senado para usarlo como trampolín político para buscar la gubernatura, como sí lo hizo Leonel Godoy.”
Los Calderón y yo
El proceso interno para elegir a los candidatos del PAN a cargos de elección popular para las elecciones de noviembre de 2011 se iniciará en mayo y podrían participar panistas de proyección nacional como Germán Martínez y César Nava, expresidentes nacionales, aunque Cortés Mendoza advierte que influirá la lógica de grupo.
Además de Luisa María pueden ser candidatos Rafael Elvira Quesada y Salvador Vega Casillas, secretarios de Medio Ambiente y de la Función Pública, respectivamente, que pertenecen a la facción de los Calderón.
“Aquí la diferencia es cuando el liderazgo y la decisión depende de una persona o depende de un tercero o de un acomodo de interés de grupo”, aclara el legislador. “Será una contienda de dos candidatos: uno que sea muy cercano al gobierno federal, en este caso, y en su momento un servidor”.
–Si no es Luisa María Calderón, ¿pueden ser Elvira o Vega?
–Cualquiera que sea de ese mismo equipo.
Eso sí, dice, “va a ganar quien cuente con la mayoría de simpatizantes y votos de miembros adherentes y activos. Es historia que en el PAN no gana el que pareciera el favorito, como muestra la misma contienda que ganó Felipe Calderón, quien no era el candidato de Los Pinos ni el del CEN y se dice que ni de las televisoras. Será el que quieran los militantes”.
Durante su campaña, Felipe Calderón prometió a los electores de su estado natal que si votaban por él a Michoacán le iba a ir muy bien, pero eso no ha sido así, reconoce Marko Cortés:
“¿Por qué a Michoacán no le ha ido bien, pero muy bien, como lo dijo el presidente de la República? El gobierno del estado le echa la culpa al federal y el federal al del estado. Es notorio, los ciudadanos lo saben, no hay un entendimiento entre los jefes del Ejecutivo federal y estatal. A Michoacán le pudiera estar yendo mucho mejor en vez de estar peleando.”
–¿Le iría mejor a Michoacán con un gobierno del PAN?
–Lo importante no es tanto ya solamente sacar al PRD para que llegue el PAN. Yo como panista digo qué bueno que gane el PAN, pero lo relevante es que se instaure una nueva forma de gobernar, un nuevo entendimiento, donde el gobernador hable con transparencia con sus legisladores locales y los convenza, no los compre, de la necesidad de hacer, por ejemplo, presupuestos multianuales.
“El PAN debe, por lo pronto, generar un proceso interno que genere entusiasmo: nos hace falta lograr la confianza otra vez, que la gente desesperanzada crea, que se ilusione y que tenga fe de que las cosas pueden ser diferentes.”
“No queremos más sangre”
Además de su compromiso público roto de no participar en el ámbito político y público y de ser acusada del desvío de recursos públicos, Luisa María Calderón ha concitado controversia por utilizar un ostentoso aparato de seguridad integrado por medio centenar de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), la Policía Federal y el Ejército.
A donde quiera que se desplaza, una fiesta, el cine o un café, va dentro de una burbuja castrense que acordona el lugar al que asiste y disuade a los ciudadanos de aproximarse a ella, lo cual ha generado disgusto a los michoacanos afectados.
Interrogado al respecto, el senador Cortés dice que él puede recorrer los 113 municipios del estado “con la tranquilidad de poder abordar todos los temas que son prioritarios y sin la necesidad de traer ningún tipo de resguardo y de seguridad”, porque inclusive ninguno de sus acompañantes usa arma. “Debemos asegurar que esa movilidad sea la que tenga nuestro candidato”.
Sobre si afecta al PAN el aparato de seguridad de Luisa María, el senador expone: “Entiendo que el protocolo marca que un hermano del titular del Poder Ejecutivo traiga tres elementos, pero sólo tres elementos”.
Dice que debe haber sensibilidad para entender que los michoacanos lo que quieren es sentirse tranquilos, y cuando ven cualquier tipo de dispositivo de seguridad, se alejan por el temor a los tiroteos. “Los michoacanos merecen tranquilidad, poder transitar en las calles en forma libre, segura y sin tener el pendiente de que pueda haber enfrentamiento”.
Consciente de que Felipe Calderón no admite críticas a su estrategia contra el crimen organizado y que incluso niega que lo haya definido como “guerra”, el senador panista disiente del plan aplicado desde hace cuatro años.
“La estrategia de seguridad debe enfocarse a cuidar al ciudadano y evitar, a toda costa, todo tipo de enfrentamiento y persecución donde haya gente. No se puede, por detener a un delincuente, exponer a un ciudadano.”
Enfatiza: “Tenemos que cambiar la estrategia: es cuidar, proteger, darle tranquilidad al ciudadano y atacar fuertemente la prevención del crecimiento de la demanda (de droga), porque mientras haya demanda del producto va a haber, sin lugar a dudas, oferta, legal o ilegal”.
Recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda que por lo menos 10% del presupuesto de seguridad pública se destine a prevención, pero mientras Estados Unidos destina 30%, México sólo 1%. “Entonces debe cambiar el enfoque de la lucha, porque violencia genera más violencia”.
–¿Eso se lo has expresado al propio Calderón?
–Sí, en los foros y en el mismo Senado. Creo en ello como una lógica distinta. Ya no queremos sangre.
¡AMLO 2012!
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