21 de mayo de 2010

Nueva entrega de Un trabajador una historia: Roberto

¡Es un Honor Estar con Obrador!



Nombre: Roberto Salcedo Alemán

Comienzo huelga de hambre: 25 de abril

Edad: 46 años

Puesto en LyFC: Cables Subterráneos

En las oscuras entrañas de la ciudad los hombres de las cuadrillas de Cables Subterráneos trabajan incansablemente para mantener las luces de la gran metrópoli siempre encendidas. Roberto es uno de ellos. Está en huelga de hambre desde el primer día y cerca de él hay ya varios catres vacíos de compañeros que han tenido que ser trasladados a diversos hospitales. Han dejado tras de sí un extraño vacío, un silencio incómodo, una prueba demasiado evidente de que el tiempo no avanza en vano. Roberto administra sus fuerzas con la misma sabiduría que antes, en su trabajo, medía el aguante del cuerpo frente a la electricidad. Es un hombre tranquilo y sereno acostumbrado a lidiar con problemas de alto voltaje. Sabe que no puede permitirse que el miedo le haga sudar las manos, a peligro de electrocutarse. Acostumbrado a trabajar con distancias de seguridad invisibles pero de vital importancia, siente ahora que con cada día que pasa está acercándose a su límite de resistencia, pero continúa en su empeño.

Leer más de está y otras entrevistas en: http://untrabajadorunahistoria.blogspot.com/

Nueva entrega de Un trabajador una historia: Roberto

¡Es un Honor Estar con Obrador!



Nombre: Roberto Salcedo Alemán

Comienzo huelga de hambre: 25 de abril

Edad: 46 años

Puesto en LyFC: Cables Subterráneos

En las oscuras entrañas de la ciudad los hombres de las cuadrillas de Cables Subterráneos trabajan incansablemente para mantener las luces de la gran metrópoli siempre encendidas. Roberto es uno de ellos. Está en huelga de hambre desde el primer día y cerca de él hay ya varios catres vacíos de compañeros que han tenido que ser trasladados a diversos hospitales. Han dejado tras de sí un extraño vacío, un silencio incómodo, una prueba demasiado evidente de que el tiempo no avanza en vano. Roberto administra sus fuerzas con la misma sabiduría que antes, en su trabajo, medía el aguante del cuerpo frente a la electricidad. Es un hombre tranquilo y sereno acostumbrado a lidiar con problemas de alto voltaje. Sabe que no puede permitirse que el miedo le haga sudar las manos, a peligro de electrocutarse. Acostumbrado a trabajar con distancias de seguridad invisibles pero de vital importancia, siente ahora que con cada día que pasa está acercándose a su límite de resistencia, pero continúa en su empeño.

Leer más de está y otras entrevistas en: http://untrabajadorunahistoria.blogspot.com/

Martín Esparza Asamblea de la Resistencia Popular Zócalo

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