20 de mayo de 2010

Nueva entrega de: Un trabajador, una historia Beatriz

¡Es un Honor Estar con Obrador!


Nombre: Beatriz Juárez García

Comienzo huelga de hambre: 3 de mayo

Edad: 48 años

Puesto en LyFC: Departamento de personal – contratos verbales

Beatriz es una mujer de muchas capas. En apariencia dura y tímida, protege su jardín interior de las miradas curiosas bajo una densa coraza construida a base de formalidad e indiferencia. Una coraza de vidrio espeso a través del cual, como en un acuario, brillan los destellos de esas memorias iridiscentes que guarda en su interior. Dice que siempre fue delgada: ahora amenaza con desintegrarse al menor soplo de viento. Ella y su esposo, así como la mayoría de sus hermanos, trabajan en LyFC. Dice que en estos últimos meses, antes incluso de comenzar la huelga de hambre, ya había bajado seis kilos de peso. Alimenta a sus dos hijos a base de las despensas que su padre, jubilado de LyFC, le hace llegar desde su terreno de Michoacán: harina de trigo, frijol, maíz, lo que se pueda. Se sabe condenada a morir de hambre por aquellos que le han arrebatado el trabajo a ella y al resto de su familia. Sentada aquí, en la luz acuosa de un mediodía interminable, se camufla tras su pequeña estatura y su falsa insignificancia. Parece pequeña y frágil, pero es grande, enorme.

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La Fuerza del SME

¡Es un Honor Estar con Obrador!

Esta tarde tuve la oportunidad de platicar con los luchadores sociales del Sindicato Mexicano de Electricistas que se mantienen en Huelga de Hambre desde hace 25 días en el Zócalo de México. Pude hacerles unos comentarios que me gustaría reproducir.

Hace tres años y medio, mientras Andrés Manuel López Obrador tomaba protesta como Presidente Legítimo de los mexicanos, a unos pasos del templete en una de las puertas del Palacio Nacional, un grupo de compañeros, entre los que me encontraba, iniciamos una Huelga de Hambre a fin de impedir que Felipe Calderón ingresara al Palacio Nacional el 1 de diciembre; lo logramos, al paso del tiempo, el ahora hombre más repudiado accedió al Palacio 60 días después de su polémica e inconstitucional toma de protesta. Nosotros sólo tuvimos 12 días de ayuno.

Se los dije a los admirables camaradas del SME, 12 días es apenas la mitad o menos de lo que llevan ellos, pero por eso los entiendo, comprendo las cosas que les mueven, porque yo con tan sólo doce días tuve la claridad en mi cabeza que me hacía cuestionarme muchas cosas.

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