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El presidente trae un encargo mayúsculo de intereses extranjeros, dice la senadora sonorense del PT
Ciudad de México
Diciembre 13 de 2013. Viernes
Texto íntegro del comunicado de la Senadora Ana Gabriela Guevara Espinoza:
No es posible sintetizar en una cuartilla lo que supone un análisis concienzudo de esta iniciativa; para ello los remitiré, si lo desean, a una página en donde se desarrollan varios estratos de análisis que hacen varios estudiosos y que formaron parte del voto del Grupo Parlamentario que me ha dado generosamente su respaldo, el del Partido del Trabajo. Este análisis se encuentra en: Dominio Ciudadano.
Sin embargo, puedo ofrecer un razonamiento que ya viene desde hace tiempo. En la campaña electoral de AMLO, el candidato dibujó un escenario que ahora se cumple: Peña Nieto trae un encargo mayúsculo de intereses extranjeros, legalizar la venta de la industria petrolera y avanzar en las reformas estructurales.
Para ello se requería una mayoría suficiente, por eso se comprende muy bien que necesitaban ganar diputaciones y senadurías al por mayor, para asegurar el encargo: las riquezas naturales del país puestas en oferta en un mercado global que está colapsando, pero qué quiere reservarse para la potencia máxima, la mayor cantidad de energía.
Ya ustedes están viviendo el asunto de las mineras, de ecosistemas convertidos en focos de turismo de alto recurso. Ya ustedes entienden la militarización de la frontera norte y el formato de la inminente ley migratoria. Estados Unidos se cierra, acumula y se protege ante los escenarios que ellos mismos han creado, por eso las reservas de petróleo son eminentemente para ellos y por eso se necesitaba abrir la venta al mayoreo, para esas empresas extranjeras que se han enriquecido exorbitantemente.
AMLO crece aún más, sus expectativas siempre fueron certeras. Peña Nieto ha cumplido y los legisladores que sirvieron de cadena de transmisión para legalizar este compromiso ante los extranjeros, han pasado a la historia como aquellos que enterraron el sentido de un país, una fecha histórica de dignidad y un rasgo del carácter mexicano: La Expropiación Petrolera.
La revelación que hicieron los diarios Wall Street Journal, Reforma y Bloomberg el 7 de noviembre de 2013, acerca de los acuerdos previos entre supuestamente miembros del PAN y el gobierno de EPN, para otorgar a las trasnacionales petroleras contratos de producción compartida y licencias para la explotación de los hidrocarburos, confirman estos arreglos cupulares, ya que dos de los personajes mencionados, Adrián Lajous y Luis Ramírez Corzo, promovieron este tipo de contratación en los foros del Senado.
Voté en contra porque hay un mundo de variables que se podían hacer, pero se hizo lo peor, la que corresponde en apellidos al FOBAPROA, al asunto del IPAB y la cadena de privatizaciones. Voté en contra porque México se merecía, mucho antes de cualquier reforma, una de las más esperadas, una Ley Anticorrupción, pero de verdad, no una que solapara la impunidad y todo aquello que nuestro país tristemente presume: desigualdad, educación mediocre, falta de transparencia. Esto apenas comienza y los mexicanos sabremos desagraviar estas ofensas.
