18 de diciembre de 2013

Esas palabras me salieron del alma - entrevista a LAYDA SANSORES

Libre. Ante su pasado priista, perredista y ahora lopezobradorista, la campechana se define como una mujer sin compromisos  ni ataduras políticas.‘Esas palabras me salieron del alma’ | El Expreso de CampecheEl Expreso de Campeche:

Libre. Ante su pasado priista, perredista y ahora lopezobradorista, la campechana se define como una mujer sin compromisos ni ataduras políticas.
MIGUEL DE LA VEGA

REDACCION@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
Se define como una guerrera, pero también como una gente de paz. Así es Layda Sansores Sanromán, la controvertida senadora campechana simpatizante de Morena y mano derecha de Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con el diario Reforma, afirmó que lo que menos le importa es lo que digan de ella, pues siempre ha sido congruente con sus principios.
EL SARAMAGAZO
“Ustedes que quieren privatizar y están con este ánimo de los tiempos nuevos, pues vayan, privaticen los sueños, privaticen la ley, privaticen la justicia. Pero si quieren realmente que haya una privatización a fondo, ¡vayan y privaticen a la puta madre que les parió!”.
Con esas palabras, la senadora fijó su postura en contra de la Reforma Energética, provocó el respingo de algunos de sus colegas y, de paso, se convirtió en la sensación de las redes sociales que la llevaron al Olimpo de los Trending Topics durante varios días.
“En día y medio gané cinco mil seguidores en Twitter”, relató Layda.
¿Es usted una guerrillera?
Más bien soy una guerrera.
¿No le preocupa que la vean como una talibana de la política?
Lo que digan de mí no me importa. Soy una guerrera que defiende sus ideas, defiendo a la gente más desprotegida, soy de paz.
¿De dónde surge la idea de citar a Saramago?
Es un momento intenso y de mucha indignación, hay palabras que se escribieron para momentos como este.
¿Cómo se decide?
Había estado en el cerco en la mañana, donde la gente te dice: “¡no puede ser!, ¡haga algo!”, entro al salón y el PRI y el PAN están hablando de otra realidad. Eso enoja, indigna.
No les cree.
No les creemos, porque eso que quieren hacer ya lo vivimos con las trasnacionales durante la época de Lázaro Cárdenas. Es no conocer la historia.
¿La apertura es el demonio?
¿Qué pasó con todo lo que privatizamos? Nos entregaron 30 mil millones de dólares por todo lo que vendimos. ¡Y luego pagamos 90 mil por el Fobaproa!
¿Y qué se debió hacer?
¡Modernizar Pemex! Darle valor agregado al producto. Cuando piden los Pidiregas por 90 mil millones y que se convirtieron en 270 mil millones, eran para construir tres refinerías que no se hicieron.
Pero, ¿cuándo una modernización en manos del Estado ha funcionado?
Pemex, con todo, funcionaba. Si no dejas que la corrupción lo domine, es brutal.
¿Qué es lo que tanto le indigna?
Que en esta reforma no hay reversa. Cuando entren las trasnacionales será el principio del fin.
¿De plano?
Había otros caminos. En una cosa tan importante, enraizada en el alma del pueblo, mínimo hubiera hecho una consulta.
¿A poco Lázaro Cárdenas hizo alguna consulta para expropiar el petróleo?
Tenía el aval de la gente: esos zócalos llenos, la reacción del pueblo… La historia le ha dado la razón.
En este debate no hubo debate.
Si el gobierno está tan seguro, ¿por qué no se abrió un debate? Que diera sus razones para que la gente formara su criterio. Eso me hubiera gustado ver, no la recitada en la tribuna.
Parece que ya no tiene peso la palabra, el debate legislativo.
No, para nada. El Senado lo veo como una prisión de políticos.
¿Por qué?
Porque gozas de privilegios, pero estás atado a tus intereses o tu partido. No se actúa con libertad.
¿No es un riesgo que una mentada sea lo más destacado del debate?
No hago mis discursos a mentadas, nunca uso una mala palabra en la vida diaria, en la casa. Esa vez no fue por un desahogo personal, sino porque esas palabras, ajustadas para este momento que recojo, que comparto, me salieron del alma.
Pero fue un éxito el “saramagazo” que le puso a sus compañeros.
Ni todos mis discursos juntos han tenido ese impacto.
Fue priista, perredista, fiel lopezobradorista, hoy es naranja. Defínase…
Una mujer libre.
¿Qué es la libertad?
Poder decir lo que siento y lo que pienso sin cortapisas, hacer lo que quiero y estar con quien amo. Me declaro una mujer feliz.
Hasta parece postal
El amor de mi familia me ha permitido descubrir y tener las herramientas para crecer, sentirte segura.
No debe ser fácil tener una discusión conyugal con usted
Romeo es más difícil que yo, fue campeón de oratoria.
¿Es una opositora de aguas profundas?
Sí, estoy convencida. Encontrar a López Obrador en mi camino me ha dado más seguridad. No es una oposición de capricho.
¿Ya se olvidó de su pasado priista?
He vivido las dos caras de la moneda y me quedo en ésta.
A propósito de Andrés Manuel, ¿no es paradoja que le haya fallado el corazón?
Es una consecuencia. No tiene un minuto de descanso. Son las facturas de una entrega total.
¿Y usted?
Me doy el tiempo de estar con mi familia, tengo dos nietas y mi mayor afición es echar a perder a la más grande.
¿La política da tiempo para el amor?
Me doy mis tiempos con Romeo para ir a verlo a la cabaña y vivir con él intensamente. Si voy con él y voy a hacer el amor, me concentro. Es la parte donde te llenas de energía.
¿Cree en Enrique Peña?
Bajo cero, nada. ¿Cómo creerle a un hombre que vive del engaño?
¿No le ve tamaño?
No tiene un horizonte más amplio que Zacazonapan. Las grandes transformaciones de un país no las hacen los muñecos guiñol, por más bonitos que sean.
'via Blog this'