Democracia, Justicia e Igualdad en México, ¿Para Qué? — Colloqui: SAMUEL F. VELARDE
15 DE DICIEMBRE DEL 2013
“No solo de reformas viven los mexicanos”
Roger Bartra
Mientras uno lee que en otros países el avance democrático de justicia e igualdad van al menos por un rumbo seguro (Uruguay, Costa Rica, Guatemala, Corea del Sur, Chile por citar algunos). En México parece todo lo contrario, donde además la pobreza crece inmisericordemente (según el CONEVAL, hay 53.3 millones de pobres) y que dificulta en mucho la democratización y la igualdad social. Por otro lado la pobreza extrema fomenta una lumpenizacion de la sociedad que hace crecer el índice de la criminalidad.
Con las reformas estructurales que se acaban de aprobar, se presume que las condiciones arriba señaladas se irán terminando paulatinamente, la cosa es que aún no está muy claro como ira a ser. Sin embargo el planteamiento más crítico es el siguiente: si cuando el petróleo fue “del pueblo de México” poco se hizo para destinar recursos importantes en el combate a la pobreza, ¿cómo con el status privatizador o la injerencia de las empresas extranjeras se logrará? Es un hecho que la mayoría de la población, al menos esos 53.3 millones de personas les importa un bledo el status del petróleo de PEMEX, a ellos lo que les interesa es sobrevivir, esto de hecho lo supieron siempre los privatizadores, ¿pues desde cuando a ese gran ejercito de pobres le ha interesado el derrumbe de México? creo que por desgracia nunca, pues de ser así, las calles del país atestadas de protestas se hubieran quedado cortas en comparación con las de Brasil o Egipto.
El discurso presidencial desde Sudáfrica, hizo gala del “mandelismo” al afirmar que “El mejor tributo que México le puede brindar a Nelson Mandela, es seguir luchando en contra de la desigualdad”, pero este discurso lo han dicho varios presidentes mexicanos del PRI y PAN, pero parece que sus bocas no han sido de profetas, sino de embusteros.
Con el advenimiento del PRI, o el neo priismo, menos ideologizado por el nacionalismo, más hecho al proceso neoliberal como filosofía globalizadora, se ha metido en la modernidad del libre mercado sin reflexionar mucho sobre las implicaciones devastadoras del futuro (que varios si reflexionaron) y que de alguna forma se irán perfilando con el tiempo. El Estado, se va convirtiendo en una entidad promotora de oportunidades para el gran capital y pareciera ser, que se desliga del interés social (ahí está la pobreza extrema).
Vemos dos méxicos que no dejan de estar presentes (parafraseando a Bonfil) el México profundo (narcotráfico, policías comunitarias, marginación del indígena, miseria, corrupción) y el moderno que la clase política y las revistas de glamur se encargan de publicitar a partir de sus grandes salarios y estilo de vida.
Entonces ¿a quién le importa la democracia, la justicia y la igualdad? Como están las cosas tal vez a los intelectuales, a los académicos, a ciertos políticos y a unos cuantos miles de mexicanos, es decir ¡casi a nadie!! Mientras tanto sigamos en la rueda de la historia, esperando mejores tiempos.
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