El candidato cabildea en Washington
J. JESÚS ESQUIVEL
2012-03-03 21:20:36 · COMENTARIOS DESACTIVADOS
ELECCIONES 2012
WASHINGTON.- De ganar la Presidencia de México en las elecciones de julio próximo, el priista Enrique Peña Nieto exigiría al gobierno de Estados Unidos dos cosas: revisar la Iniciativa Mérida y aumentar el intercambio de información de inteligencia para corregir los errores cometidos por Felipe Calderón en la lucha contra el narcotráfico.
La semana pasada, Jorge Montaño y Emilio Lozoya, asesores del mexiquense, se reunieron con representantes del Congreso federal estadunidense para exponerles la petición. Y aprovecharon su visita en esta ciudad para sostener 14 entrevistas con legisladores demócratas y republicanos, y también con analistas políticos, académicos y empresarios interesados en la relación México-Estados Unidos.
“Nos dijeron que el candidato del PRI quiere un nuevo marco de cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, basado en una mayor y mejor cooperación en materia de inteligencia”, comenta a Proceso uno de los políticos estadunidenses con los que se reunieron Montaño y Lozoya.
Tras solicitar que se omita su nombre puesto que el encuentro fue privado, el entrevistado sostiene que ambos adelantaron que Peña Nieto “quiere una estrategia bilateral de combate al narcotráfico más pragmática”.
Lozoya, encargado de los asuntos internacionales en la campaña de Peña Nieto, y Montaño, secretario de Asuntos Internacionales del PRI, fueron muy bien recibidos en el Capitolio, en la Cámara de Comercio y en organizaciones de análisis político, que incluyó a la conservadora Heritage Foundation.
Entrevistado vía telefónica, Montaño resume: a los legisladores federales “les planteamos que si Peña Nieto gana los próximos comicios presidenciales, será necesario hacer una revisión profunda a la Iniciativa Mérida porque ésta –dice– es una herramienta de aportaciones incumplidas por parte de Washington”.
Conocedor del modus operandi del Congreso federal estadunidense y de la política local, pues entre 1993 y 1995 fue embajador, sostiene que tanto él como Lozoya le hablaron fuerte a los congresistas: “Les hicimos notar que el énfasis de la Iniciativa Mérida ha sido la entrega de helicópteros y equipo militar, y que las aportaciones comprometidas en este acuerdo no se han cumplido conforme a lo pactado”.
En el Capitolio se le recuerda como un diplomático aguerrido y muy efectivo. La razón: aun cuando el Poder Legislativo se oponía al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Montaño logró que fuera aprobado y rubricado por los presidentes Bill Clinton y Carlos Salinas de Gortari.
Hoy se ufana del tono con el que habló a los congresistas estadunidenses: “No tengo reservas en aceptar que soy un diplomático tradicional. Tengo 65 años, y por mi experiencia puedo asegurar que en el Capitolio hay que hablar de manera directa y con un lenguaje duro para sacar provecho a las cosas”.
Varios de los interlocutores de Montaño y Lozoya consideran al primero “un típico político priista de los ochenta”, mientras que, afirman, el segundo es “más pragmático” y representa la nueva cara del PRI.
Interlocutores mal informados
La lucha contra el narcotráfico y la inseguridad en México fue el tema central de los enviados de Peña Nieto. Consultado al respecto, uno de los participantes expone: “Nos hablaron de la necesidad de una cooperación más amplia pero pragmática. Insistieron en que Estados Unidos debe hacer más para reducir la demanda y consumo de drogas”.
Montaño acepta que en Washington se encontraron con “interlocutores mal informados” respecto del virtual candidato presidencial del PRI. “Tuvimos que aclararles que, de ganar los comicios del 1 de julio, Peña Nieto no se va a sentar a negociar acuerdos con narcotraficantes; que no se va a poner a platicar con El Chapo (Joaquín Guzmán Loera) ni lo va a nombrar secretario de Estado”.
También les dijo que en el marco de cooperación bilateral contra el narcotráfico con una presidencia priista, el gobierno mexicano presentaría a la Casa Blanca y al Capitolio una lista con nuevas exigencias.
“Queremos que de verdad hagan algo con respecto al problema de la venta de precursores químicos porque en México sigue subiendo la producción de metanfetaminas. Pero, ¿de dónde llegan los productos químicos para elaborarlas? –se pregunta–. De Estados Unidos, por supuesto.”
En su encuentro con los congresistas, Montaño y Lozoya insistieron en que se analice profundamente el tema de la venta de armas. Según el encargado de las relaciones exteriores del PRI, “los mexicanos hemos puesto más de 50 mil muertos, ¿y Estados Unidos, qué?; ¿la Iniciativa Mérida?, unos 450 millones de dólares (sic)”.
Les explicaron incluso que con Peña Nieto en el poder, se revisaría el tema de la participación del Ejército Mexicano en la guerra contra el narcotráfico: “Los soldados tendrían que regresar a los cuarteles en un tiempo prudencial, lo más pronto posible, pero con las salvaguardas necesarias de la seguridad nacional del país”, dice Montaño.
En el Capitolio algunos asesores de legisladores demócratas y republicanos admiten que sí tienen “ciertas dudas” sobre lo que se menciona de Peña Nieto en los medios de comunicación, tanto de México como de Estados Unidos; y sostienen que aun con las aclaraciones que les hicieron Lozoya y Montaño, no están del todo satisfechos con lo que escucharon.
Por lo que concierne a los energéticos, tema sensible para el Capitolio, uno de los políticos estadunidenses participantes en los encuentros comenta a Proceso que la propuesta de Peña Nieto es atractiva.
“Nunca nos hablaron concretamente de Pemex, porque hablaron en términos generales, pero nos dijeron que en materia energética se buscará una reforma que admita las inversiones foráneas, como ocurre en Brasil con Petrobras”, dice.
Montaño corrobora la afirmación del entrevistado. “Es cierto, ese fue el planteamiento, pero es algo que ya ha dicho el propio Peña Nieto a políticos, banqueros y empresarios en sus viajes a Estados Unidos”.
Los enviados del aspirante presidencial del PRI presentaron también un proyecto de relaciones hemisféricas en el que se aboga por un aumento en la ayuda a los países centroamericanos que enfrenten una aguda crisis de inseguridad por el narcotráfico.
“Una cooperación concertada a través de México, porque lamentablemente en los últimos cinco años y medio nuestro país ha ido perdiendo protagonismo en las relaciones hemisféricas. Debemos dejar de bailar samba y comenzar a bailar un poco más de raspa”, expone Montaño.
Adelanta que la visita del 28 y 29 de febrero a la capital de Estados Unidos fue el primero de los viajes que Lozoya y él realizarán en los próximos meses. Y remata: “Es seguro que de aquí a las elecciones del próximo 1 de julio seguirán circulando las aseveraciones falsas e infundadas (sobre México y el candidato del PRI); habrá que aclararlas”.
#AMLO2012
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